Cuando el juez de Bolívar, Luis Gabriel Matorel, decretó pena máxima a favor de Alianza, de inmediato el defensor Andrés Felipe Román, quien supuestamente había cometido falta contra el delantero Andrés Rentería, se llevó las manos a la cabeza y le empezó a darle golpes al terreno de juego. Evidentemente enfadado no podría creer la decisión del colegiado.
Seguidamente sus compañeros en Atlético Nacional, rodearon a Matorel para protestar por la determinación que tomó. Y tenían razón, pues Román, en una barredora, le sacó limpiamente el balón al atacante y en la repetición de la jugada se evidencia que, previamente, había fuera de lugar.
Pero no había manera de cambiar la determinación, pues en la Copa Colombia, a diferencia de la Liga Betplay, no se implementa la herramienta del VAR (Video Assistant Referee).
En ese instante (minuto 83), en aquella dura plaza como es el Estadio Armando Maestre Pavajeau de Valledupar, el cuadro paisa ganaba 1-0 con tanto de Alfredo Morelos. Sin embargo, tras ese penalti, el local llegó a la igualdad por medio de Isaac Camargo.
De esta manera, el Verde se privó el pasado lunes de irse adelante en la serie de los octavos de final de la Copa Colombia. El partido de vuelta será este jueves en el Atanasio Girardot a las 7:30 p.m.
La equivocación de Matorel genera varios interrogantes: ¿Es hora de que en el torneo que enfrenta a los clubes de la primera y segunda división de Colombia se utilice el VAR desde las primeras fechas? ¿No hay el suficiente soporte financiero y la infraestructura necesaria para llevar esta tecnología a los distintos escenarios donde se juega este torneo? ¿Qué sucede con los árbitros que, jornada tras jornada, tienen estos errores y que perjudican notablemente a un equipo? Lo que no se entiende es por qué no se utilizó el VAR en dicha instancia, como sucedió en el certamen de 2023, luego de las constantes equivocaciones de los árbitros.
El técnico de Nacional, el mexicano Efraín Juárez, no quiso entrar en la polémica, manifestó que quedó tranquilo con la actuación de sus dirigidos y que ahora no queda otro camino que sacar adelante la serie como local.
“Nunca en mi vida, en mis conferencias, van a escuchar algo de los árbitros. Son seres humanos. A veces va para bien, a veces va para mal, jamás. No me excuso en las canchas, en los árbitros, en nada. Mi ocupación es el equipo. Tengo que evaluar y mejorar para el siguiente partido”, comentó el orientador en rueda de prensa tras el partido.
“No hablo de los árbitros. A veces te dan, a veces te quitan. Son seres humanos. Hoy –lunes– desafortunadamente no había VAR, que seguramente habría sido otra opción. El árbitro no juega con nosotros, no entrena con nosotros, eso es parte del fútbol. Si analizamos el partido en general, por muchos momentos la idea de lo que pretendemos que sea del equipo, se vio. Hay que seguir ese camino y preparar la vuelta”, finalizó.