El tanto del triunfo parcial llegó al tercer minuto del segundo tiempo. Los rojos tienen la ventaja en la serie de octavos de final ante los barranquilleros.
La algarabía era general. Los hinchas del DIM estaban contentos de volver a ver a su equipo jugando en territorio antioqueño después de un mes y medio (la última vez se remontaba al 31 de julio, en el 1-0 ante Chicó).
Esta vez no se pudo en el Atanasio, ocupado por el Mundial femenino sub-20. La alegría de los aficionados del Poderoso, que a 15 minutos del final gritaban en un coro unísono, perfecto, que son la hinchada más loca que hay en Colombia, se trasladó al sur del Valle de Aburrá.
El estadio Metropolitano de Ditaires recibió al Poderoso para enfrentar a Junior de Barranquilla en el duelo de ida de los octavos de final de la Copa Colombia y, desde antes de que empezara el partido, con el perdón de Hemingway, Itagüí era una fiesta.
Los hinchas ocuparon las calles desde temprano. Faltaba una hora para el inicio del partido y, en día laboral, un mar de camisetas rojas se veía por la parte del complex (zona rumbera), al frente de la bomba de gasolina del barrio Pilsen, bajando desde el sector de San Gabriel, como quien viene del corregimiento de San Antonio de Prado.
Ya con la mayoría de adeptos del equipo adentro del estadio y los himno de Antioquia, Colombia, sonando, aún había filas en la parte de afuera de la tribuna occidental de máximo escenario de los itagüiseños, que se llenó por completo y tembló cada vez que el público saltó para alentar al equipo de Restrepo.
En la tribuna norte del estadio de Ditaires, por su parte, había miles de personas, unas junto a otras, sin espacio personal, ondeando banderas con el escudo del DIM, sosteniendo pancartas, trapos, como se conocen popularmente las telas en las que escriben el nombre del lugar del que vienen, aquello que les da identidad.
De la preocupación al éxtasis
“Dale, dale Medellín, hoy te vinimos a alentar, para ser campeón, hoy hay que ganar”, coreó el estadio en el primer tiempo. Durante los 45 minutos iniciales un hincha que tenía la camiseta de Daniel Londoño, titular en la parte de atrás, se cogía la cabeza con desespero cuando los delanteros no definían bien.
También se mostró desesperado cuando el defensa central uruguayo Joaquín Varela salió lesionado de la rodilla y Diego Moreno sufrió un problema que obligó a que lo reemplazara Jersson González.
Pero el ansia cambió por éxtasis, por una alegría paroxísmica cuando Luis Sandoval marcó, después de rematar de zurda, gol de picabarra. El balón pasó por poco la línea y por eso hubo duda. Cuando el central aprobó, se escuchó, en un grito ensordecedor, el cántico de El Matador.
Seis minutos después, al 55, Baldomero Perlaza empujó una pelota dentro del área, debajo de los tres palos y puso a los hinchas a gritar de nuevo. Entre aplausos, cánticos y el abucheo a los ídolos del Junior, la gente del Medellín hizo de Itagüí, casa de su sede administrativa, una fiesta.
También disfrutó del debut oficial de Kenner Valencia, delantero que se lesionó en enero con la Selección Colombia y Jherson Mosquera, que estaba suspendido por dopaje.
Vea aquí cómo fue el minuto a minuto del partido:
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