El Deportivo Independiente Medellín comienza el 2025 con la mirada puesta en recuperar el protagonismo que lo caracteriza en el fútbol colombiano y regresar a los torneos internacionales. Con una afición exigente que anhela ver a su equipo en lo más alto, el club ha trazado una hoja de ruta que abarca desde la consolidación de su proyecto deportivo hasta la necesidad de triunfar en los dos frentes principales del año: la Liga Betplay y la Copa Colombia.
1. Consolidar el proceso de Alejandro Restrepo
El técnico Alejandro Restrepo continúa afianzándose al frente del Poderoso de la Montaña. Para ello, contará con el apoyo de Andrés Felipe Correa, quien se suma como asistente técnico, y de Juan Diego Cañas, el nuevo director de rendimiento. Ambos se convierten en piezas clave para fortalecer un proceso que ya refleja el sello del estratega.
La renovación del equipo incluye decisiones importantes: la salida de siete jugadores —Pablo Lima, José Aja, Jersson González, Christian Graciano, Jhon Vásquez, Kener Valencia y Víctor Moreno— y la búsqueda de un plantel que se ajuste a la visión de Restrepo. Este movimiento marca el inicio de una etapa donde la identidad de juego será prioritaria.
2. Integración de jóvenes talentos
El Medellín apuesta fuerte por su cantera. En la pretemporada, los juveniles Estiven Longas (portero), Jhan Blandón (defensor), Dávinson Estupiñán (volante) y Halam Loboa (extremo) trabajan con el plantel profesional, mientras que Juan David Arizala, un habitual del grupo mayor, tendrá compromisos con la Selección Colombia Sub-20.
El desafío para Restrepo será encontrar el equilibrio entre estos jóvenes prometedores y la experiencia de sus referentes, logrando una sinergia que beneficie al equipo en competencias nacionales y futuras internacionales.
3. Nombrar un presidente con liderazgo y empatía
La salida de Juan Camilo Restrepo como presidente deja un vacío administrativo que el club debe llenar con una figura de liderazgo sólido y conexión con la hinchada. Nombres como el de Eduardo Silva Meluk, conocido por su carisma y gestión exitosa en el pasado, surgen como ejemplos de lo que el DIM necesita: alguien capaz de unir a todos los actores alrededor del equipo y de trabajar de la mano con el mayor accionista, Raúl Giraldo, para reforzar la estructura del club.
4. Recuperar a un hombre clave como Varela
El uruguayo Joaquín Varela, un jugador fundamental tanto en defensa como en ataque, encara el desafío de regresar tras su lesión. Antes de su ausencia, Varela se había consolidado como un pilar del equipo. Su recuperación será una prioridad, ya que su retorno en óptimas condiciones potenciará no solo la zaga defensiva, sino también la confianza del grupo.
5. Incorporar un refuerzo de peso y trayectoria
La afición sueña con el regreso de Juan Fernando Quintero, un ídolo que marcó época con su talento. Sin embargo, si su fichaje no se concreta, el club debe buscar un jugador de alto calibre, alguien con nombre y trayectoria que conecte con la hinchada y se convierta en líder del proyecto de Restrepo. Este refuerzo podría ser el detonante que impulse al equipo hacia los títulos.
6. Competir por los títulos de la Liga y la Copa
El éxito del rival de patio en 2024, logrando los títulos de Liga y Copa, es una presión adicional para el DIM. La meta es clara: pelear ambos torneos en 2025 para devolver la gloria al club y mantener viva la pasión de su fiel hinchada.
Además, conquistar uno de estos campeonatos garantizaría un lugar en torneos internacionales como la Copa Libertadores o la Copa Sudamericana, competiciones que no solo elevan el prestigio del club, sino que también representan un impulso financiero significativo.
El camino está trazado, pero el éxito del Independiente Medellín dependerá de su capacidad para ejecutar cada uno de estos objetivos con disciplina y visión estratégica. La hinchada del Poderoso está lista para apoyar en cada paso, esperando que este año sea el inicio de una nueva era de grandeza y conquistas.
Las fases de la pretemporada roja
La pretemporada del Independiente Medellín se dividirá en tres partes: la primera inició el 3 de enero e irá hasta el domingo 12 y se está llevando a cabo a una sola jornada en la sede de Itagüí. Después, el grupo se concentrará en el Oriente antioqueño, donde trabajará a doble jornada en la sede deportiva de Llanogrande hasta el 18 de enero. Por último, la última semana de trabajos antes de encarar la competencia oficial la realizará nuevamente en Itagüí. Se contemplan jugar varios partidos amistosos durante esta fase de preparación.