El tiempo no perdona. Su paso, como un velocista al final de una carrera, es indetenible. Julio Cortázar escribió que, en los humanos, el avance de las manecillas del reloj tiende a ser destructor: pasan los mejores años y quedan los cuerpos desgastados, se van los recuerdos de la memoria, los ídolos se desdibujan.
Pero hay algunos hombres que se vuelven eternos. Aquellos que lo consiguen, son quienes rompen esquemas, marcan una época, son íconos de una generación. Quienes crecieron viendo fútbol en la dos primeras décadas del Siglo XXI, lo hicieron en medio de uno de los duelos más emocionantes de la historia del balompié: el que protagonizaron Cristiano Ronaldo y Lionel Messi.
Muchos eran niños cuando ese portugués de figura atlética, cabello peinado milimétricamente y una habilidad terrible para marcar goles de cabeza, media distancia, tiro libre, remates potentes dentro y fuera del área, jugaba con el Manchester United y ganó su primer balón de oro en 2008.
Las tardes de la infancia también fueron acompañadas por la velocidad, potencia, regates, cambios de ritmo y goles que hizo un argentino de menos de metro setenta, cabello largo –que con el tiempo cortó–, piel extremadamente blanca que se convirtió en la piedra angular del Barcelona de Pep Guardiola y luego ganó su primer balón de oro en 2009.
Cuando Cristiano Ronaldo llegó al Real Madrid, los futboleros se dividieron. Fue como una guerra fría, pero en fútbol. Si a una persona le gustaba la manera de jugar del portugués, no podía sentir afinidad por Messi y al contrario. En los colegios, en los grupos de amigos de los barrios, habían adeptos de ambos. Incluso, cuando se jugaban partidos siempre estaba el que quería ser uno o el otro.
Quizás por esos recuerdos es que, este 5 de febrero, muchos sintieron nostalgia al saber que Cristiano llegó a los 40 años, mientras que son conscientes de que a Messi le faltan tres “vueltas al sol” para ajustar esa edad. Una época –dicen que la mejor del fútbol contemporáneo– se nos va de las manos: nos estamos volviendo viejos.
En los 17 años que han pasado desde que Ronaldo recibió su primer balón de oro, hasta el día en que se escribe esta nota, han ocurrido muchas cosas. Messi, por ejemplo, se convirtió en el futbolista que más balones de oro ha ganado en la historia: suma ocho. Además, ganó el Mundial de Qatar con Argentina y es bicampeón de la Copa América.
Cristiano, por su parte, tiene 5 balones de oro, es el máximo goleador de la historia de la Champions con 141 celebraciones, ganó la Eurocopa con Portugal, es el único futbolista que ha superado los 900 goles oficiales y, aunque parezca increíble, conserva la misma figura atlética que tenía cuando llegó al Real Madrid hace 16 años.
Sin embargo, ambos futbolistas ya no están en Europa. El primero en irse del Viejo Continente fue Cristiano. El 31 de diciembre de 2022 se anunció que el portugués dejaba el Manchester United, al que regresó un año atrás tras estar en la Juventus y se iba para... “¿Al-Nassr?, ¿Enserio Cristiano va a jugar en Arabia Saudita?” pensaron muchos.
El portugués llegó a cambio de 200 millones de euros por temporada. Se mantuvo como el mejor pago del fútbol mundial. Por un momento, se pensó que iba a Oriente Medio a retirarse, desaparecer del mundo. Ha ocurrido todo lo contrario. La presencia de Ronaldo en Arabia fue una estrategia para potenciar la Liga. Desde entonces, el mundo puso los ojos en Riad.
Después llegaron futbolistas como Karim Benzemá, Neymar, Sadio Mané, Jordan Henderson, Jhon Jáder Durán, que le dieron más nivel a la Liga. “El torneo de Arabia es mucho mejor que el de Estados Unidos. La forma de competir es mucho más alta aquí, que allá”, dijo Cristiano en una entrevista con el periodista español Edu Aguirre.
Ronaldo, hasta el momento, ha disputado 89 partidos con el equipo árabe. En ellos, ha celebrado 87 goles, mientras que ha dado 19 asistencias. Tiene una media de gol de 0.98 anotaciones por encuentro.
La sorpresa no solo llegó por la Liga, que en los últimos años ha ganado visibilidad internacional, si no por el equipo: nuevo, sin títulos, sin nombre, solo conocido por que David Beckham es uno de los dueños. No importó, la Messimanía revolucionó la Unión Americana. En el sur de ese país, donde viven muchos latinos, los estadios se llenaron para ver a uno de los mejores de la historia.
Hasta el momento, Lionel Messi ha disputado 39 encuentros con el cuadro rosa. En ellos, ha celebrado 34 dianas, mientras que ha dado 18 pases de gol. El futbolista argentino tiene un promedio de 0.87 anotaciones por encuentro. Se espera que el destino los cruce en el Mundial 2026, que se disputará en Norteamérica. Al parecer, ambos llegarán para darle cierre a su leyenda.
