Sin embargo, el cuadro barranquillero no contó con suerte. Por un lado, Tolima venció al cuadro de Manizales en un partido lleno de polémicas arbitrales. De otra parte, porque perdió 1-0 contra el elenco vallecaucano, que ahora se alista para disputar la final de la Copa Betplay contra Nacional.
Un gol del defensa central Andrés Mosquera Guardia, al minuto 11, le dio la victoria a los vallecaucanos, que terminaron en la última casilla del Grupo B de los cuadrangulares con siete unidades, los mismos que su rival, pero con una diferencia de gol de -2 (mientras que Junior tuvo -1 en ese ítem).
Al final del encuentro en el que América no tuvo mucho el balón (Junior terminó con el 57% de la posesión), pero sí generó más opciones de gol que su rival con 17 disparos contra 10 de los barranquilleros, hubo discusiones entre los jugadores de ambos elencos en la mitad de la cancha.
En ese contexto, el defensa de Junior Howel Mena, que tiene el número 2 en la camiseta, le lanzó una patada voladora a Andrés Mosquera Guardia. El golpe del guayo le dio un poco más arriba de la rodilla. En caso de haber hecho el contacto con la pierna del jugador de América, lo hubiera podido lesionar.
Lo curioso de la situación fue que Mosquera Guardia no estaba involucrado en la pelea, sino que, por el contrario, trataba de separar a los colegas que estaban peleando. Esa situación, junto a un gesto que le hizo Carlos Bacca a los aficionados que estaban en la tribuna occidental del estadio Pascual Guerrero, llevaron a que muchas personas señalaran que Junior eran malos perdedores.
Cuando terminó el encuentro, Bacca, capitán del cuadro barranquillero, le hizo el gesto de la “B” con los dedos de su mano a los aficionados caleños, haciendo referencia al descenso que sufrieron en 2011. Al parecer, esa fue la respuesta del jugador a los hinchas que le tiraron objetos desde la parte alta del estadio hacia la pista atlética con la intención de agredirlo. Ambos comportamientos son igual de reprochables.