La escudería italiana Ferrari ganó la edición del centenario de las 24 Horas de Le Mans, en su regreso a la categoría reina tras 50 años de ausencia, poniendo fin a la hegemonía de Toyota de los cinco últimos años.
El Ferrari N.51 de los italianos Alessandro Pier Guidi y Antonio Giovinazzi y del británico James Calado se impuso al término de una carrera emocionante en la mítica prueba de resistencia por delante del Toyota N.8, vencedor de la pasada edición.
A menos de dos horas para la llegada a meta, los dos prototipos estaban distanciados por menos de 30 segundos cuando el piloto de la N.8, Ryo Hirakawa, segundo en ese momento, cometió un error en la frenada de la curva Arnage y golpeó una barrera.
Si bien el Toyota GR010-Hybrid pudo continuar, el piloto japonés tuvo que pasar por boxes para reparar los daños sufridos, dejando pista libre a la Scuderia para lograr su primera victoria desde 1965.