Veintitrés años pasaron para que Colombia llegara nuevamente a una final de la Copa América. Varias generaciones de talentosos futbolistas lo intentaron sin éxito, quedándose en el camino. Sin embargo, hoy un equipo lleno de fútbol, garra y hambre de gloria ha vuelto a lograrlo, devolviendo la esperanza a una nación entera. El encuentro ante Argentina está programado para las 7:00 p.m., en el estadio Hard Rock de Miami.
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En el centro de esta epopeya está James Rodríguez, un jugador al que muchos le habían dictaminado su muerte futbolística. No obstante, como el ave fénix, James ha emergido de las cenizas para llegar a esta instancia como el mejor jugador de la Copa. Su desempeño no solo ha sido crucial en el terreno de juego, sino que ha servido como inspiración para sus compañeros y para toda Colombia.
Esta final contra Argentina es, sin duda, el partido más importante en la historia del fútbol nacional. Cuando Colombia jugó las dos finales anteriores ni Perú (con el que perdió en 1975) ni México (al que le ganó el título en 2001) tenían la envergadura de la actual campeona del mundo. Este contexto eleva aún más la magnitud del desafío y del posible triunfo.
Colombia llega a esta final como la única selección invicta en el mundo en la actualidad, con 28 partidos sin conocer la derrota. En este impresionante recorrido ha derrotado a otros campeones del mundo como Alemania, España y Brasil. Este invicto no solo motiva, sino que también certifica la solidez y la consistencia del equipo dirigido por Néstor Lorenzo.
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El seleccionador nacional, que cree en las cábalas y tiene una profunda fe en la Virgen María, ha logrado devolver la confianza a un país que estaba decepcionado tras no haber logrado la clasificación al Mundial de Qatar. Bajo su liderazgo, el equipo ha refundado su proceso, generado credibilidad y agitado la ambición que había estado inmóvil desde 2018.
Colombia tiene razones para creer en la victoria. El equipo ha mostrado fútbol y temperamento para resolver situaciones difíciles, afinando su juego aéreo y demostrando resiliencia en momentos críticos. Rescató un empate con Brasil, y salió fortalecida del camino traicionero de grupos, cuartos y semifinal, esta última instancia en la que eliminó a los uruguayos en inferioridad numérica.
“Por algo Colombia hace tanto tiempo que no pierde, es una selección que tiene muy buenos jugadores, muy intensa también, que arriba tiene gente rápida, dinámica,“ reconoció Lionel Messi.
No será fácil, ya que al frente tendrá al campeón del mundo y de América, con la sabiduría del capitán Messi, un mediocampo talentoso y un portero, Emiliano Martínez, que domina los penales.
Colombia tuvo un recorrido más complicado en esta Copa América, enfrentándose a rivales de alto calibre. En el Grupo D se midió a Paraguay, Costa Rica y Brasil. Ante Paraguay demostró un buen juego en ataque y defensa, finiquitando una victoria 2-1. Contra Costa Rica enfocó su estrategia en la ofensiva y goleó 3-0. Por último, frente a Brasil dominó el partido, a pesar de empezar perdiendo, consolidando su liderato con un empate.
En cuartos de final se enfrentó a Panamá en un partido que terminó con una hazaña de 5-0, mostrando la participación de todo el conjunto nacional. Luego, en semifinales, tuvo un duro encuentro con Uruguay, en el cual los cafeteros resistieron más de 45 minutos con un hombre menos y defendieron con todo ante la garra charrúa.
Además de James Rodríguez, otros jugadores han sido clave en el éxito tricolor. Daniel Muñoz fue un eje tanto en ataque como en defensa, con dos goles y una asistencia. Luis Díaz y Jhon Córdoba, ambos con dos goles, también han sido figuras destacadas, aportando dinamismo y efectividad en el frente de ataque.
Argentina, el rival a vencer
Por su parte, Argentina buscará defender su título de campeón vigente. El equipo dirigido por Lionel Scaloni ha tenido un recorrido sólido y efectivo desde la fase de grupos hasta la final. En la ronda inicial por el Grupo A, la Albiceleste demostró su calidad con victorias contundentes ante Canadá, Chile y Perú.
En cuartos de final, Argentina enfrentó a Ecuador en un encuentro que terminó 0-0 en el tiempo reglamentario y se resolvió en penales a favor del cuadro de Messi (4-2). En semifinales se encontró nuevamente con Canadá, esta vez en un partido de baja intensidad para muchos, terminando 2-0 y asegurando su pase a la final.
La final también supondrá un momento significativo para Ángel Di María, quien se despedirá de su selección. El jugador fue crucial en la victoria de Argentina sobre Brasil en la Copa América 2021 disputada en el Maracaná. Su presencia en este partido será un homenaje a su destacada carrera y su aporte invaluable al equipo.
Argentina ha ganado el torneo 15 veces, con su último título en 2021. Por su parte, Colombia ha levantado el trofeo en una ocasión, en 2001.
Un momento para la gloria
A Colombia la está llamando la gloria y debe responder hoy más que nunca en el partido más importante de su historia. Con un plantel de históricos y nuevas promesas, busca consagrarse y escribir un nuevo capítulo dorado en su trayectoria futbolística. La gloria está al alcance de la mano, y este equipo, liderado por un resurgido James Rodríguez y respaldado por una nación entera, está listo para hacer historia. Después de veintitrés años, Colombia tiene la convicción de levantar el trofeo más prestigioso del continente. Por eso, ¡vamos carajo, que sí se puede!.
¿El árbitro Clauss da garantías?
A pesar que es internacional desde 2014, Raphael Clauss solo le ha dirigido tres partidos a Colombia de manera oficial. El primero se registró el 9 de julio de 2021 por el tercer puesto de la Copa América, en el que el equipo nacional se impuso 3-2 a Perú. El segundo fue el 5 de septiembre de 2021, cuando el elenco criollo empató en condición de visitante 2-2 con Paraguay. Finalmente, el tercer compromiso se vivió el 1° de febrero de 2022 en un encuentro que fue especial, ya que se trató de la última derrota que sufrió Colombia antes del récord que tiene vigente en la actualidad. Fue la caída 1-0 ante Argentina en las Eliminatorias a Qatar 2022.
“Es el momento de esta generación”: Francisco Maturana
“Nosotros abrimos un camino, ahora este grupo y estos muchachos tienen todo para abonarlo y recoger los frutos. Hoy hay que hacer mucha fuerza y, pase lo que pase, estar orgullosos por la forma en que este grupo nos ha representado. Lo ha hecho con gallardía, valentía y buen fútbol. Hemos sido un país con problemas, con dificultades y con caídas, pero jamás hemos perdido la fe en este bendito pueblo, en nosotros mismos y en especial en esta selección”.
Colombia tiene más hambre de gloria que Argentina
Una de las cosas que más se puede destacar de esta Selección Colombia es que no solamente ha encontrado un proceso sólido deportivamente y lo refleja en cada partido –no en vano tiene 28 fechas de invicta–, sino que también posee muchas similitudes con la selección nuestra del 2001.
A cada una de las personas que me preguntan por esas similitudes siempre les respondo que esta selección se ve muy armónica como lo logramos construir nosotros en esa Copa América que ganamos.
El jugar en Estados Unidos, despertar ese sentimiento patrio y ver todos los estadios llenos de colombianos también me recuerda esos momentos de cómo la gente se va a los hoteles y los acompaña, siguen el bus y eso es muy parecido a lo que vivimos en el certamen que jugamos en Colombia y ganamos.
También hay una actitud parecida de los jugadores y del profesor Néstor Lorenzo de salir, compartir y saludar a la gente que los está esperando en el hotel, no pasan derecho sino que van y se toman el tiempo de compartir, de tomarse una foto con los hinchas.
Todo eso era lo que nosotros hacíamos en el 2001 y quizás en los otros procesos que siguieron eso se había perdido, porque uno notaba que había mucha distancia con la gente y con la prensa y eso hacía que se vieran selecciones mucho más frías, menos cercanas a su gente. En cambio, con la llegada del profesor Néstor Lorenzo se ha recuperado esa mística y eso ha ayudado mucho para la unión del grupo.
Veo también que en las declaraciones de los jugadores siempre destacan la unión, que son una familia, que se sienten muy bien respaldados por el cuerpo técnico y sus compañeros, por toda esa armonía que hay adentro del grupo y eso evidentemente dentro de la cancha se nota, porque allí se muestra a un equipo fortalecido, en el que no solamente rinden los titulares sino también los suplentes.
Es evidente que hay un grupo compenetrado, todos celebran los goles por igual y juntos, lo que es una muestra de la calidad de seres humanos que conforman esta selección y creo que eso también ayuda a que superen situaciones complicadas y que tengan forma de sortearlas, como sucedió ante Uruguay, cuando pudieron sobreponerse a la adversidad de quedarse con 10 hombres muy temprano en el partido teniendo al frente una selección muy competitiva, lo que es una muestra también del carácter de este grupo.
Cada que tienen inconvenientes en la cancha responden más desde lo grupal que desde lo individual lo que denota una gran capacidad y fortaleza para salir adelante cuando no se puede con fútbol y hay que poner otras cosas en la cancha más allá del juego.
Así que son muchas las virtudes que tiene este equipo y, por lo general, cuando yo estuve en equipos así, logramos cosas importantes. Así que para esta final ante Argentina las fortalezas las tiene una generación de futbolistas que ya lo ha intentado varias veces y no lo ha podido conseguir y algunos, sobre todo los jugadores más grandes, saben que esta puede ser su última opción de levantar la Copa.
Al frente no tenemos un rival fácil, porque conozco y sé que los argentinos no pierden el hambre de ganar, pero veo en esta generación de la Selección Colombia mucha más hambre de gloria que la de ellos, porque saben que están ante una oportunidad histórica de levantar el título y ellos lo reconocen porque así se lo han transmitido a todo el país con su responsabilidad, con su alegría, con su humildad y por eso se están haciendo matar, en el buen sentido de la palabra, dentro del campo de juego. Creo que es un equipo que a todos nos genera orgullo y que está listo para meterse en la historia del fútbol sudamericano como nosotros lo hicimos en 2001.
