Cuando uno charla con el técnico de Nacional, Javier Gandolfi, en sus palabras se da cuenta del profesionalismo con el que encara cada uno de sus retos. También de que detrás del entrenador hay un buen ser humano, que quiere guiar a sus dirigidos a través del ejemplo.
Nunca le ha faltado liderazgo, porque desde niño siempre tuvo la cinta de capitán en los equipos en los que jugó. Hoy, como técnico, trata de trasladar esa característica a los jugadores. EL COLOMBIANO dialogó con él sobre este proyecto que inició al frente de Atlético Nacional y acerca de otros aspectos de su carrera y su vida.
¿Cómo han sido estos primeros días con Nacional, y en la ciudad?
“Hemos tenido muy poco tiempo para conocer la ciudad. Conozco el recorrido del hotel a la sede y ahora que ya nos mudamos y conseguimos vivienda, del apartamento al predio (risas). La realidad es que, con este calendario tan ajustado, pasamos mucho tiempo en la sede trabajando, analizando rivales y tratando de dar información sobre qué es lo que buscamos con este plantel. Es mucho más fácil cuando llegan jugadores con ritmo y con conocimiento. Obviamente, también llegó gente nueva, entonces los que estaban y los que llegamos tratamos de acoplarnos lo antes posible. Me encontré con un plantel extraordinario, más que todo en la parte humana. Gente que ganó mucho, que jugó en equipos importantes y que hoy sigue siendo una guía. Eso, para mí y para un cuerpo técnico, es fundamental”.
Profesor, cuéntenos un poco de su niñez...
“Desde que tengo uso de razón estoy detrás de una pelota. A los 15 años me tocó salir de mi casa, a los 17 tuve la posibilidad de debutar en River Plate, que es mi segundo hogar. Después fui conociendo distintas instituciones que me hicieron sentir como en casa porque cada club tiene esa sensación de familia. No pasé por muchos equipos, pero sí me he sentido muy cómodo. He cambiado muy poco; jugué también en Arsenal y Talleres en Argentina, y en México jugué en dos equipos (Jaguares de Chiapas y Tijuana). Pasé por pocos equipos, pero en la mayoría sentí ese sentido de pertenencia para quedarme mucho tiempo. Jugué 22 años profesionalmente, decidí cuándo retirarme, porque es difícil saber cuándo dar un paso al costado. La edad o distintas situaciones que vive un futbolista muchas veces te dejan de lado, pero en mi caso tuve la posibilidad de elegir, y fue en 2021 en Talleres de Córdoba donde tomé la decisión de dejar el fútbol profesional”.
¿Cómo le dio por ser técnico?
“Después de mi retiro descansé un año y tuve una conversación con el presidente de Talleres, Andrés Fassi, quien me invitó a hacer una especie de intermediario entre el jugador, el cuerpo técnico y la directiva. Después se fueron dando los pasos. El entrenador de turno se fue, me tocó dirigir dos partidos como interino, luego acompañé a Pedro Caixinha (técnico portugués) durante ocho meses y ya después estuve un año y medio al frente de Talleres. En la primera experiencia que tuve peleamos el campeonato con River, llegando a las últimas dos fechas con posibilidades. Luego tuve este último paso en Independiente del Valle: en la primera etapa la ganamos invictos, tuvimos la posibilidad de jugar dos finales y hoy estoy en el más grande de Colombia. Han sido tres años y medio de trabajo continuo y a medida que pasa el tiempo lo disfruto cada día más”.
¿Qué fue lo más difícil de salir tan joven de su hogar?
“Es una edad en la que uno empieza a generar lazos más fuertes con las amistades y las relaciones afectivas. Empiezan las primeras novias, los primeros amores. Muchas veces, en ciudades pequeñas, dicen: ‘Ese es mejor que el que está jugando en primera’, y seguramente pueden tener razón, pero el que llega seguramente tuvo que atravesar distintas situaciones para ser jugador profesional. Entonces, a los 14, 15 o 16 años, cuando dejas tu casa, no solo dejas paredes, sino también sentimientos, cariño, amor y amistad. Esa es la parte más difícil. Obviamente, el que tiene la fortaleza de aguantar ese momento tiene más posibilidades que el que ni lo intentó. Entonces, el que llega a primera división algo tiene”.
¿Quiénes son las personas más importantes para usted?
“Obviamente mis hijos. Tengo dos extraordinarios. El día de mañana, cuando llegue otra generación, habrá otros sentimientos, pero hoy ellos son lo mejor y lo más valioso que tengo”.
¿Ellos se inclinan también por el fútbol?
“El mayor tiene 19 años, jugaba al fútbol, pero ya no. Ahora estudia para ser entrenador y en algún momento tendrá algún tipo de experiencia en este rubro. El más chico tiene 13 años, sí está jugando y le gusta. Lo importante es que se diviertan”.
En algún momento podría trabajar con su hijo mayor, darle la oportunidad en su cuerpo técnico...
“Sí, pero todo a su tiempo. Uno se tiene que capacitar y estar preparado. Es obvio que si tienes la oportunidad de que tu papá te dé esa posibilidad, está bueno. Hoy tengo mucha gente que lo fue incorporando y les funciona, siempre teniendo claro que hay que separar familia y trabajo. Así que mientras le sirva al cuerpo técnico estará invitado”.
Usted donde estuvo como jugador fue capitán. ¿Cómo forjó ese liderazgo?
“Tuve líderes importantes a mi lado. Por ejemplo, en River, cuando me tocó debutar, te puedo nombrar al ‘Mono’ Burgos, Hernán Díaz, Leo Astrada, Eduardo Berizzo, Mario Yepes, Juan Pablo Ángel, Ariel Ortega, Marcelo Gallardo... Muchos que eran referentes. Por ahí no llevaban la cinta todos, pero estaban en un River extraordinario. Me acerqué a gente con carácter, porque muchas veces uno lo trae incorporado, pero el día a día te va nutriendo, y las cosas buenas uno las aprende. Desde las categorías infantiles también tenía la posibilidad de llevar el gafete”.
¿Eso es una gran responsabilidad para el jugador?
“No tiene que ser una mochila pesada, hay que disfrutar el día a día. Ojalá que en un equipo todos se sientan capitanes, eso sería mucho más fácil porque serían una guía. En este Nacional tenemos varios capitanes y gente que no lleva la cinta, pero que está muy comprometida con el grupo”.
¿Usted habló con Juan Pablo Ángel antes de llegar a Nacional? ¿Él le habló de lo que significa el equipo?
“No, hace rato no hablo con él, pero imagino que los pasos que dio acá fueron tan importantes como los que dio en River y en la tremenda carrera que hizo”.
Me dicen que usted es una máquina de trabajo, pero ¿qué le gusta hacer en su poco tiempo libre?
“Me gusta hacer ejercicio. El cuerpo, después de un tiempo, me lo pide. Me gusta trotar, jugar al pádel cuando tengo tiempo, pero la realidad es que desde que llegué no he tenido la posibilidad ni siquiera de ir a comer a algún lado. Trato de aprovechar el tiempo al máximo. Salgo de la sede del club y sigo en el apartamento mirando fútbol. En una liga nueva quiero conocer a todos los rivales lo antes posible. Me gusta ver mucho fútbol, porque no hay edad para seguir aprendiendo y perfeccionándose”.
¿Cuál ha sido el momento más difícil de su vida?
“No creo haber tenido momentos malos. Obviamente, cuando no logras un objetivo deportivo, como perder una final, es una tristeza difícil de explicar. También tuve lesiones graves como jugador: se me cortó el tendón de Aquiles, ruptura en el cartílago de la rodilla, se me cortó el tendón del aductor. Pero nunca bajé los brazos. Siempre lo tomé con buena energía y eso me ayudó en la recuperación”.
¿Cuál ha sido el más gratificante?
“En lo personal, el nacimiento de mis hijos. En lo deportivo, cuando logré títulos: la Copa Sudamericana con Arsenal y torneos en México. Hay jugadores que no tienen la posibilidad en toda su carrera de jugar una final, así que estar allí te marca para toda la vida”.
¿El mejor consejo que recibió?
“Una vez un compañero me dijo: ‘Cuidá la guitarra que la serenata es larga’. Esas palabras me quedaron grabadas y se las comparto a los jugadores. Se trata de que cuiden el dinero porque la vida es larga, un consejo que recibí cuando era muy joven. Muchos pensamos que el fútbol es para toda la vida. Hoy se ha extendido más la carrera, porque antes duraba 10, 11 o 12 años; hoy, con los cuidados que hay, se puede tener una carrera de 20 años tranquilamente. Y si tenés la capacidad de raciocinio, podés tener una vida plena el día del retiro. Pero también existen muchos ejemplos de jugadores que sufren una vez que se retiran, así que ese consejo me ayudó mucho”.
¿Cuál es el legado que quiere dejar cuando se vaya de Nacional?
“Primero, que recuerden al ser humano. A todos les digo que lo que logramos en la cancha seguramente será importantísimo y es lo que vinimos a buscar: seguir dejando títulos y estrellas a esta gran institución. Pero después, el respeto que te ganás fuera de la cancha tiene un valor superior al que te ganás adentro. En la cancha sos un jugador, pero sos un ser humano las 24 horas. Quiero dejar de legado el respeto, la humildad, transitar por el camino correcto”.
¿Inicialmente está por dos años, aspira a quedarse por muchos más en Nacional?
“Sí, tengo dos años. A la distancia me contaban cómo estaba el club, que era un equipo serio y ordenado. Pero cuando uno llega realmente ve la magnitud de lo grande que es Nacional. Hoy disfruto mucho esto, trabajar y estar en una institución grande. Soy un tipo de palabra y voy a cumplir los dos años. Después nos sentaremos a hablar, pero la idea es respetar el contrato”.
¿Cuál es el mensaje que les deja a los hinchas que están muy ilusionados?
“Que sepan que cada partido es una final, que el siguiente juego siempre será el más importante”.
Vuelven Hinestroza y Morelos
Entre los viajeros de Nacional están el arquero Luis Marquínez y los jugadores Elkin Rivero, Royer Caicedo y Juan José Rosa, quienes remplazarán a varios de los lesionados, pues el cuadro verde tiene en departamento médico a David Ospina (tres semanas de incapacidad), Joan Castro, Andrés Sarmiento, William Tesillo, Mateus Uribe y Kevin Viveros.
Ospina tiene una lesión en el bíceps femoral derecho que le da una incapacidad de tres semanas, Castro presenta un esguince en la rodilla derecha y estará fuera el mismo tiempo. En los casos de Tesillo y Uribe, el club reportó que se trata de una enfermedad general (virus) y se estima que este lunes regresarán a trabajos. Sarmiento presenta un esguince de tobillo derecho y Viveros contusión de rodilla. El tiempo de incapacidad de ambos aún no se conoce.
Posiblemente reaparezcan Marino Hinestroza y Alfredo Morelos.
