Tiene zapatos para competir, pero no los ideales, por tal motivo Leyder Julio Rentería se siente más cómodo corriendo descalzo.
Su madre, Sandra, quien labora en un restaurante en Chigorodó y en ocasiones se dedica a sembrar yuca, le dio dos opciones el pasado diciembre.
“Yo estaba pidiendo de regalo de Navidad unos spikes -tenis de competencia-. Pero me dijo que era eso o el viaje para competir en el Festival de Festivales”.
Sin pensarlo dos veces, Leyder, un espigado atleta de 12 años y quien mide cerca de 1.60 metros de estatura, le respondió. “Siempre he soñado estar en ese torneo, tranquila mamá, yo prefiero viajar a Medellín, ese es mi mejor traído”.
Y ese deseo quedó evidenciado en grandes resultados. El sábado terminó tercero en la general del hexatlón, y ayer, con la planta de sus pies soportando los más de 34 grados centígrados que promediaba en ese momento en la ciudad, el corredor de tez morena, pelo crespo y manos y pies delgados, volvió a impresionar al ganar los 60 metros con vallas y el salto largo (5,20 metros).
“Ya estoy acostumbrado a correr sin tenis, me gustaría tener unos mejores, pero todo a su debido tiempo”. Y es que en la pista del Alfonso Galvis Duque de Medellín se siente corriendo en un tapete. En Chigorodó entrena en el estadio de béisbol, que es de arenilla.
“Mi anhelo es ser campeón nacional, mundial y olímpico. Quiero llegar lejos como Usain Bolt”, expresa el joven deportista, mientras su entrenador, Willington Velásquez, interviene. “Pero debe trabajar más, dejarse llevar, porque tiene un gran talento y sería una pena que se pierda en el camino”.
Lo dice, porque para el Babyatletismo, Leyder tuvo más compromiso para entrenar en los últimos cinco días.
“Es que no es fácil, me toca hacer un largo recorrido para ir a los entrenos, siempre voy en bicicleta. Entonces la pereza me ha ganado muchas veces, pero ahora que logré estos triunfos me di cuenta que los sacrificios valen la pena”.
Y con ese aprendizaje, Leyder salió del Festival de Festivales, el primer torneo en el que participa fuera de su tierra, a la que regresará feliz por las medallas que conquistó, las cuales, asegura, se las regalará a su madre Sandra por el esfuerzo que hace para que él pueda lograr las metas que se traza .