El partido que Atlético Nacional tendrá que afrontar este jueves en el estadio Metropolitano de Barranquilla, por la fase de grupos de la Copa Libertadores ante Melgar de Arequipa, será el número 13 que disputará como local en el historial de esta competencia, pero fuera del Atanasio.
Debido a los desmanes que ocurrieron en la tribuna sur el domingo dentro del escenario previo al juego contra América de Cali, y que obligaron a que el duelo de Copa se trasladará a la capital del Atlántico, el club paisa y la ciudad de Medellín tendrán millonarios perjuicios económicos.
El vicepresidente ejecutivo de Atlético Nacional, Benjamín Romero, le confirmó a este medio que las pérdidas por costos de operación llegarían a los 500 o 600 millones de pesos, eso, sin contar lo que tenga que pagar la institución por los daños que se presentaron en el estadio, calculados inicialmente, por el Inder, en 1.000 millones de pesos.
Romero enfatizó que la taquilla del juego ante América, por la fecha 14 de la Liga, correspondía a unos $1.800 millones. El presidente del conjunto verde, Mauricio Navarro, sostuvo que por Copa Libertadores la taquilla de local representaría unos $3.0000 millones, y el desplazamiento de los equipos a otra ciudad unos $80.000 millones.
La cifra por taquilla como local no le entrará a la institución, pues el compromiso del jueves será a puerta cerrada, según confirmó el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo.
Pero la afectación no solo es para el club y sus hinchas, que no podrán acompañar al equipo, sino para otros sectores de la economía como los comerciantes y hoteleros.
Solo en el estadio y sus alrededores son cerca de 300 vendedores informales que se ven afectados. Igual pasa con Asobares, que confirmaron la pérdida de cerca de $1.200 millones, que es lo que se mueve en este tipo de eventos.
Manuel Molina, gerente de cadena de hoteles Dann, le dijo a El Colombiano que el país y Medellín son zonas muy futboleras y por ello el impacto de lo que está pasando con Atlético Nacional es grande para sectores como las aerolíneas, el transporte terrestre, comercio formal e informal, restaurantes y hoteles.
“En el sector hotelero la reducción oscila entre el 12 y el 15 % de la ocupación, algo que históricamente se ha presentado en la ciudad cuando Nacional y DIM son locales en partidos de talla internacional”.