Eran las 6:20 a.m. cuando arribó al Café de Rigo, ubicado en El Poblado, su anfitrión. Pese a la fría mañana de viernes, tras el aguacero que duró toda la noche en la capital antioqueña, la calidez humana del Toro de Urrao contagió a todos los presentes.
Con una sonrisa de oreja a oreja hizo notar desde un inicio su emoción por volver a su tierra en bicicleta, evocando sus inicios en el pedalismo.
Luego de unos breves estiramientos arrancó su trayecto a su natal Urrao, en compañía de 20 ciclistas del Team Manzana Postobón Cycling Club Go-Rigo-Go, cuyo recorrido comprendía 165 kilómetros y 3.200 metros de desnivel.
Después de tomar la Autopista Sur para coger la vía hacía el Suroeste, varios antioqueños que se encontraron a Rigo enloquecieron con su sorpresiva presencia.
“Feliz de hacer esta rodada que es muy especial. Hace muchos años no voy a Urrao en bicicleta. Y van a conocer lo bonito que es por allá; la idea es fomentar el ciclismo en Colombia”, expresó Rigo en diálogo con EL COLOMBIANO.
En el recorrido hubo cuatro paradas para esperar a los corredores que se iban quedando rezagados.
Al llegar al municipio de Concordia, adultos mayores que se encontraban en el parque principal exclamaron con emoción y asombro:¡¿Ese es Rigo?! No podían creer tener un referente del pedalismo nacional tan cerca.
Llegada a casa
Minutos previos al arribo de Rigoberto, el parque principal de Urrao se colmó de cientos de personas, donde destacaban los niños, emocionados por ver al referente que hace unas semanas estuvo batallando junto a los más grandes del mundo en el Tour de Francia.
“Feliz de estar acá compartiendo. Lo que queremos es que vengan a visitar el pueblo. Llevo 20 años, me hace mucha falta todo, el Río Penderisco, subir al Peseta. Muchas gracias por ese recibimiento”, expresó el corredor de 36 años, cuando ya el reloj marcaba las 3:40 p.m.
Rigo subió a la tarima aclamado por la multitud, mientras era abrazado por el alcalde Osvaldo Sepúlveda, quien le dio una placa por sus años de trayectoria.
“Fue un recorrido muy largo, casi 10 horas, pero estábamos disfrutando, ojalá este fuera el ritmo que le imponen a uno en Europa”, apuntó Rigo entre Risas, feliz de retornar a su cuna.