Con la misma cadencia que “azota baldosa” en su natal Palmira al son de una buena salsa, el ciclista Kevin Santiago Quintero pedalea para convertirse en el mejor del mundo y así cumplir sus sueños.
Es uno de los jóvenes que hacen parte de la renovación del deporte nacional y, con solo 20 años de edad, asume la responsabilidad de buscar, junto a sus compañeros, las medallas doradas que no podrán defender Fabián Puerta y Fernando Gaviria, ausentes en los Panamericanos de Lima.
Ha perdido un poco el acento vallecaucano, pues ya son dos años radicado en Medellín, ciudad a la que se trasladó para alcanzar sus metas.
En el ciclismo se inició a los 7 u 8 años, no lo recuerda muy bien, lo que sí tiene claro es que fue su abuela materna, Gilma Torres, quien lo inscribió en una carrera recreativa en Palmira y desde entonces la bicicleta ha sido su vida.
En Lima tendrá la responsabilidad de representar el país en tres pruebas, y por eso se ha preparado a conciencia para estar a la altura del reto y la responsabilidad.
EL COLOMBIANO habló con el corredor que ostenta el récord en la prueba del kilómetro, con un tiempo de 58,600 y se proyecta como una de las nuevas joyas del ciclismo nacional.
¿Cuáles son las expectativas en Panamericanos?
“Son altas, porque tenemos un proceso bueno, nos hemos preparado muy bien, llevamos casi 3 meses enfocados en los Juegos, entonces considero que llegamos muy bien. Hace mes y medio estuvimos en Estados Unidos corriendo unas pruebas de preparación. Confiamos en que todo esto nos sirva para recoger buenos frutos en Lima”.
¿Además de cumplirle al país, está la misión de reemplazar a Fabián Puerta y Fernando Gaviria?
“Nosotros no somos tan referentes como Fernando o Fabián, pero nos hemos preparado a conciencia con la mente puesta en dejar en alto el nombre del país, es un reto grande, pero esperamos responder de la mejor manera”.
¿Es su debut en los Juegos, qué siente, qué sueña?
“Muchas cosas, en especial cómo hacer las cosas, aunque trato de mantener la tranquilidad, confiado en lo que se ha hecho, para sentir esa presión solo en la competencia y que esta sea ese condimento especial para darlo todo. Ahora pienso solo en que debo mantener la concentración y dejar el esfuerzo en la pista”.
¿Esa responsabilidad pesa mucho?
“Siempre la gente espera que uno sea el mejor y uno mismo lo tiene como meta. Para eso entrenamos duro, pero trato de no pensar mucho en eso. No me preocupo por lo que piensan los demás, sé que tengo la responsabilidad de cumplirle al país y espero hacer muy bien el trabajo con mis compañeros”.
¿Quiénes son esos rivales fuertes que tendrán?
“Canadá, Venezuela y Trinidad y Tobago se han mostrado muy fuertes en las últimas competencias, pero no nos podemos confiar pues todos los corredores se han preparado bien y con todos hay que tener cuidado”.
¿Qué ha sido lo más duro de pasar de juvenil a élite?
“Son varias cosas, salir de la casa, soy hijo único entonces se extraña bastante a la familia, el ambiente, todo, pero el cambio más fuerte ha sido en lo deportivo, porque aunque entrenaba fuerte en Cali, ahora en Medellín ha sido diferente, me cambió la perspectiva que tenía del deporte, y me ha servido para mejorar la técnica y avanzar”.
¿En qué nota ese avance?
“He mejorado los tiempos de todas las pruebas, cometo menos errores al momento de competir, he aprendido a analizar mucho a mis rivales, a correr de manera inteligente”.
¿En qué han trabajado estos últimos días?
“Estamos concentrados en los detalles, haciendo las pruebas, lanzándonos, trabajando con el material que vamos a correr, como decimos nosotros entrando en modo carrera” .