Gracias a Dios existen los rodillos, dice de manera jocosa Elisa Mejía Mejía, una exvoleibolista antioqueña que encontró en el ciclismo otra manera de seguir activa y competitiva, pues el gusto por ganar y retarse sigue intacto.
Eso hace que ella, una ingeniera biomédica y Magister en Ingeniería Biomédica de las universidades EIA y CES, sea una de las invitadas habituales de las rodadas virtuales del Clásico EC.
Una cita que constantemente busca cumplir para disfrutar no solo de las rutas sino de la exigencia que se pone en cada carrera, gracias a la presencia de corredores profesionales y recreativos con quienes se da “leña”.
“Siempre he sido competitiva, entonces estos retos me gustan, entreno juiciosa y en cada carrera busco buenos resultados”, dice orgullosa la deportista que luego de dejar el voleibol se dedicó a practicar tenis y ciclismo y a estudiar.
En Londres estuvo por espacio de cinco meses, tiempo que también aprovechó para incrementar su amor por las carreras virtuales.
Debido a la pandemia, la universidad donde estaba haciendo su maestría cerró la presencialidad, situación que le permitió volver a casa en un vuelo humanitario.
Desde entonces ha seguido con su entrenamiento en casa y participando en el Clásico EC todos los miércoles, al igual que en otras carreras, ya que se declara una enamorada de las pruebas de fondo.
Desde el 2012, cuando Luis Guillermo, padre de la medallista olímpica María Luisa Calle empezó a entrenar a Elisa, el amor por la bicicleta, la carretera y la ruta se quedó con ella, y aún sigue disfrutando al máximo, aunque reconoce que decidió no ser profesional.
“Dedicarse al deporte en el país es muy difícil, y más en la rama femenina, pero espero que así como está haciendo Colnago, otros equipos como el Team Medellín y EPM le apuesten al ciclismo femenino, pues conozco muchas corredoras de gran nivel. Ya en el mundo empezaron a transmitir las pruebas de las mujeres ojalá acá también apoyemos bastante porque talento hay de sobra”, mencionada Mejía.
Hoy, Elisa estará puntual para competir en la ruta alemana, con la esperanza de encontrarse más mujeres, pues está convencida de que además de mantenerse bien de salud es una actividad para seguir demostrando el poder y las capacidades que tienen ellas .