A Diego Pescador le va bien corriendo en Antioquia. Las montañas que hay en esta tierra lo motivan a sacar su mejor rendimiento. Tal vez lo hacen porque le recuerdan las lomas de Quimbaya, Quindío, su pueblo natal, que fue el lugar donde a los 14 años empezó a montar, un domingo cualquiera, bicicleta junto a su papá, que es loco por el ciclismo y quien le pasó la pasión por pedalear.
La constancia y disciplina que le inculcaron, sumadas con el talento que siempre mostró, llevaron a que solo cuatro años después de esa primera vez, Pescador sea referenciado como el nuevo gran prospecto del ciclismo colombiano.
Y no es una exageración. Diego, que tiene 18 años, ganó este año la Vuelta Antioquia. También se quedó con la camiseta de mejor sub-23 de la Vuelta a Colombia, recibió el premio al pedalista más joven en terminar el Tour de Sicilia en toda su historia, corrió el Tour de L'avenir (en el que están los mejores jóvenes del mundo) y este sábado ganó en La Estrella, en su primera participación en un Clásico RCN, la octava fracción de la carrera.
Cumplir la orden del jefe
Lo hizo con autoridad. La fracción salió desde La Pintada. Eran las ocho de la mañana y empezaba a hacer calor. Los pedalistas, entre los que estaban Aldemar y Yeison Reyes (Team Medellín), así como Alexander Gil (Epm) –que luchan por quedarse con la general– subieron por la vía a Bolombolo, regresaron al municipio donde empezó la fracción y luego subieron, bajo la inclemencia del sol, por la carretera que lleva a Medellín.
El reto más grande que tenían que sortear los ciclistas era el Alto de Minas, un puerto de montaña fuera de categoría. Y Diego lo subió con fuerza. Cuando faltaban cerca de 50 kilómetros para la meta, lanzó un ataque, se desprendió del lote y, aunque casi lo alcanzan bajando a Caldas, su esfuerzo valió la pena y se llevó la victoria.
“La orden desde el principio fue que se metieran en el lote y cuando vieran que los otros corredores se quedaban sin piernas, entonces Diego se lanzara. Cuando él puede fugarse se vuelve un corredor muy intenso, diferente y hoy demostró por qué lo consideramos como el sub-23 más completo del país”, aseguró Luis Alfonso Cely, entrenador del GW.
Superar la adversidad
El triunfo de Diego alegró a su equipo y familiares, quienes llegaron de sorpresa a La Estrella. Cuando estaba en el podio, ellos no solo veían al joven ganador, sino que recordaban al niño que practicó atletismo de los 8 a los 14 años. Al adolescente que le daba miedo montar en bicicleta por las caídas y luego, cuando le dio el sí a pedalear, tuvo que luchar para conseguir los recursos que le permitieran correr.
También al pedalista que firmó con el GW Shimano porque le vieron condiciones, pero al principio de este año, cuando fue a la primera competencia del calendario en Europa, sufrió una lesión de rodilla que lo alejó unos días. “Eso me bajoneó mucho porque no pude correr con los mejores del mundo”, aseguró Pescador en diálogo con este diario.
Al final, Diego, que tiene como ídolos a Nairo Quintana y Alberto Contador, sueña con correr un Tour de Francia. Superó las adversidades y ahora, que sabe que corriendo en Antioquia le va bien, sueña con hacer historia y ganar la contrarreloj de 15.8 kilómetros que se correrá este domingo entre el Parque del Poblado y el Escobero (9:00 a.m.) con la que se cerrará el Clásico RCN 2023.
