Alejandro Valverde, campeón del mundo y subcampeón en la reciente Vuelta a España, reconoció haber sufrido una depresión en 2012, tras cumplir la sanción, en la presentación del documental “Un año de arcoíris” y envió un mensaje a los deportistas para que acudan a un especialista en casos similares.
“Nos ven como estrellas pero al final somos humanos, los bajones están ahí, están en cualquier ámbito de la vida y a mí me pasó. Lo había conseguido todo, pero a veces falla el cuerpo y falla la mente, son momento duros y tienes que ir a un especialista”, indicó.
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Eso fue lo que tuvo que hacer Valverde cuando en 2012, y tras finalizar la sanción de dos años por dopaje, el mundo se le vino encima, se bloqueó mentalmente, por lo que tuvo que acudir a un psicólogo.
“Iba una hora al psicólogo y parecía que había estado 10. Salía peor, aquello no me convenció, era una cuestión de psiquiatra”.
Y cuando fue al psiquiatra, el recibimiento del especialista fue un buen síntoma para el ciclista: “Ya sé lo que te pasa, no me digas nada”.
El campeón del Mundo comentó sus dificultades para conducir, la inseguridad que tenía al ponerse frente al volante del carro.
“En carreteras con curvas más o menos que defendía, pero en autovías, a velocidad y en largas rectas sentía mucho miedo, auténtica fobia”.
Valverde se siente “aliviado y liberado” tras haber contado un momento delicado dentro de su carrera, que pudo superar, tal y como demuestra su palmarés.
Aunque pensó que con la caída en el Tour 2017, cuando se destrozó la rodilla, no iba a volver a competir, su constancia y su superación lo llevaron al título mundial y al segundo puesto en la Vuelta.
Un trance desconocido en la carrera de Valverde, “contado en un buen momento”.
“Puede servir para que otros deportistas tomen nota y les pueda ayudar. Hay que pedir ayuda cuando la necesitas, acudir a especialistas”.
Valverde afrontará el Mundial de Yorkshire con la ilusión de conquistar su segundo normal. Llegó a perder la ambición ganadora, la que siempre le acompaña desde los 9 años, pero el reto del Mundial ya lo tiene ampliado a un objetivo: la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio.
“Puede ser un colofón muy bueno para mí y mi carrera deportiva”.