Ahora sí la fase de todos contra todos de la Liga Aguila-1 entró en la recta definitiva y, a falta de seis jornadas, los dos equipos más tradicionales de Antioquia permanecen fuera de los ocho clasificados.
Atlético Nacional, con un partido menos que el Medellín y tres puntos más, tiene mayores posibilidades, mientras que el conjunto escarlata está más cerca del abismo de la eliminación y, como si fuera poco, todavía no confirma al reemplazo del técnico ecuatoriano Octavio Zambrano, quien fue despedido la semana pasada.
Desde el primer semestre de 2012 los dos equipos no se quedan por fuera de los ocho finalistas. Así que, de suceder esta situación, se acabaría una racha de 13 torneos consecutivos en los que uno de los dos siempre ha estado en estas instancias.
Ambos elencos deberán apurar el paso en la recta final de esta fase si quieren mantener la posibilidad de clasificar. De lo contrario, serán sendos fracasos en una de las peores temporadas disputadas .
Autuori insatisfecho con fútbol verde
Después de la victoria 1-0 sobre Alianza Petrolera en el Atanasio Girardot, el técnico brasileño destacó la actitud del equipo pero reconoció la pobreza en su fútbol. “No salgo satisfecho por la manera en que hemos jugado. A quien le guste estar en el fútbol solamente para ganar seguro que va a destacar el partido, pero creo que tenemos condiciones para jugar más de lo que lo hemos hecho en los dos últimos encuentros. A mí no me gustó la respuesta del equipo en lo referente al fútbol, sí en la actitud de los muchachos”.
Sin embargo, vale destacar que ante el club petrolero (1-0), Ómar Duarte (foto) rompió su mala racha sin anotar. El atacante cucuteño no lo lograba desde el 18 de octubre de 2018, cuando el verde superó 3-1 a Rionegro. Además, después de 9 partidos consecutivos en Liga, Nacional volvió a sacar su arco invicto. “Gracias a Dios se me dio la posibilidad de marcar, contento por lo que se hizo en la cancha y por los tres puntos. Los compañeros siempre están respaldándome, saben cómo me preparo y sabía que en cualquier momento llegaría el gol”. Otro aspecto positivo, dentro de la pobre presentación futbolística, fue el debut de un joven de 17 años. Se trató de Brandon Caicedo, quien se mostró satisfecho por su actuación. “Muy contento por la oportunidad que me dio el profe, confío en mis condiciones y creo que le aporté mucho al equipo. Ojalá me siga utilizando porque hice lo que él me pidió, para eso debo seguir trabajando duro y preparándome de la mejor manera. Me considero un jugador rápido al que le gusta mucho el gol”. El técnico brasileño, por su parte, destacó su presentación y mentalidad. “He visto lo que hace en los entrenamientos, es fuerte mentalmente y eso necesitamos. Jugadores de calidad y fortaleza mental”.
Al Dim le queda darle rodaje a los juveniles
Seis canteranos, con 21 años o menos, han tenido acción este semestre con el Independiente Medellín: Johan Valbuena, Brayan Castrillón, Juan Cuesta -foto-, Cristian Echavarría, Steven Rodríguez y Guillermo Tegue.
El que más participación tuvo fue Castrillón, quien se ausentó en los últimos compromisos del equipo rojo por su convocatoria al microciclo de la Selección sub-20. El volante ofensivo disputó 8 partidos y fue uno de los hombres más criticados por parte de la afición a pesar de que venía de ser un jugador importante en el último tramo de la campaña del Poderoso que terminó con el subcampeonato de Liga.
Saber rodear a esos jugadores que ya entraron a la dinámica profesional y que son valores del club en el corto y largo plazo, es una labor que involucra tanto a la afición como al cuerpo técnico encargado. Con Octavio Zambrano al mando las inferiores rojas vieron florecer sus posibilidades en el profesionalismo. Las cifras así lo ratifican; 16 jugadores entre sub-20 y sub-17 tuvieron la oportunidad de rotar y trabajar con el plantel principal, tomando experiencia y vuelo competitivo, mientras el ecuatoriano estuvo al mando. El club invirtió además para reforzar su departamento médico con un profesional en sicología para apoyar en el proceso formativo de los juveniles que encuentran en esa transición hacia la élite un escenario que tiende a ser hostil y que necesitan herramientas para superar. “El favor más flaco que puede hacerle un hincha a su equipo es elogiar un día a un chico y destrozarlo al siguiente. Son los recursos del club los que se están yendo al traste cuando un juvenil encuentra un ambiente tan complejo que le dificulta surgir. El futuro del club está en esa labor oculta de las inferiores”, dijo Zambrano en un balance tras su salida.
