Hay hombres que dejan todo por perseguir sus sueños. Esas personas, por lo general, están dispuestas a cualquier cosa: cambiar de país, aprender otro idioma, empezar una vida nueva en un lugar lejano al que nacieron. Ese fue el caso del entrenador de gimnasia japonés Junsuke Iwai, hombre que llegó a Colombia en 1969 y se quedó para siempre en territorio nacional. El nipón, que falleció en enero de 2023 en Medellín, fue uno de los encargados de la internacionalización de esa disciplina en el país.
También fue el maestro de la primera generación exitosa de la gimnasia colombiana, en la que participaron figuras como Jorge Hugo Girado y Leonardo González. Además, fue quien instruyó con su sabiduría a Jairo Ruiz, actual entrenador de los mejores gimnastas de Colombia.
Ruiz fue el encargado de preparar y orientar a Ángel Barajas para que llegara a los Juegos Olímpicos de París, en los que consiguió, gracias a una presentación espectacular en la barra fija, la primera medalla olímpica de la gimnasia nacional en unas justas. Con un puntaje de 14.533, Ángel logró el sueño por el que Iwai luchó los últimos 40 años de su vida: ganar la medalla olímpica en una disciplina que, junto a las carreras de velocidad del atletismo y las de natación, son consideradas como las esenciales y más complejas.
Por eso, casi una semana después de que terminaron de manera oficial las Olimpiadas parisinas, tanto Jairo Ruiz, como Ángel Barajas, viajaron a Medellín –donde hicieron la mayor parte de la preparación previa a París 2024– y visitaron el árbol donde descansan los restos del maestro Junsuke. “En la vida es importante ser leal y agradecido”, dijo Ruiz al frente del árbol, sembrado a las afueras de las instalaciones de las oficinas de la Liga Antioqueña de Gimnasia. “Para nosotros, los que tuvimos la oportunidad de convivir con el profe, sabemos que este es el sueño que construyó al quedarse en nuestro país”, dijo Diego Medina, presidente de la entidad.
Después, en un momento bastante emotivo, el funcionario le entregó a Barajas un reconocimiento a modo de agradecimiento por su aporte al desarrollo de la gimnasia antioqueña. La estatuilla tenía una foto suya y una inscripción que el medallista, de 17 años, leyó con la atención de un estudiante aplicado. Al profe Jairo Ruiz también le dieron un reconocimiento. Después, Barajas, su entrenador y otras personas que los acompañaban, se fueron para el coliseo Jorge Hugo Giraldo de gimnasia, donde compartieron con aficionados.
Barajas también recibió, en el Concejo de Medellín, junto a Mari Levis Sánchez, medallista de plata en pesas, el reconocimiento Juan del Corral, entregado a personas que aportan al desarrollo local.
