El prodigio español Carlos Alcaraz, que estuvo cerca de no competir en este Masters 1000 por la lesión de tobillo sufrida en febrero, terminó con una inusual sequía de títulos que se remontaba al pasado Wimbledon en julio.
Tras ocho meses en blanco, Alcaraz venció el domingo al ruso Daniil Medvedev y revalidó el trofeo del torneo estadounidense, donde la polaca Iga Swiatek también se coronó por segunda vez en la final femenina.
Alcaraz, de 20 años, es el primer tenista en repetir victoria en el certamen desde que Novak Djokovic encadenó tres seguidas entre 2014 y 2016.
El español se impuso por 7-6 (7/5) y 6-1 a Medvedev, que ya había sido su víctima en la final del año pasado.
Fueron meses sin ganar un título, ¿cuándo ganó el punto de partido qué emociones sintió?
“Es difícil expresarlo con palabras, porque pasé unos meses realmente difíciles. Los dos últimos meses me costó encontrarme a mí mismo. No disfrutaba en la cancha. Significa mucho para mí levantar este trofeo porque he superado muchos problemas en la cabeza, muchos problemas físicos. Fue muy especial por eso, no porque no ganara un torneo desde Wimbledon. Para mí, eso no importa. Se trata de las sensaciones”.
¿Por qué disfrutó menos en la cancha en este periodo sin títulos?
“Fue un período muy difícil después de Wimbledon. No podía encontrar mi estilo, mi juego (...) Al final del año no jugué bien, pero no importaba porque estaba disfrutando. Los últimos meses sí fueron difíciles porque no me encontraba a mí mismo. Me costaba disfrutar en la cancha. Mi familia, mi equipo, la gente cercana a mí me decía que lo que me pasaba era que no sonreía tanto como antes”.
Ahora se convirtió en el segundo tenista en ganar cinco Masters 1000 antes de cumplir 21 años después de Rafael Nadal. ¿En la exhibición que tuvieron juntos en Las Vegas hablaron sobre la posibilidad de jugar juntos en dobles en los Juegos Olímpicos de París?
“No. No hemos hablado del circuito, los torneos, los Juegos Olímpicos. Yo sé que a él le hace ilusión jugar conmigo el dobles en los Juegos Olímpicos, yo creo que él también sabe que a mí me hace muchísima ilusión poder jugarlos pero aún quedan varios meses para que eso suceda. Él tiene que estar bien físicamente, preparado para jugar los Juegos Olímpicos, yo también debo estarlo. Todo puede pasar, crucemos dedos de que los dos estemos bien y podamos jugarlos. Es algo que tanto para mí, para él y para los españoles en general, hace mucha ilusión”.