Brasil marca este miércoles el 30º aniversario de la trágica muerte del piloto de F1 Ayrton Senna, único deportista nacional que goza prácticamente del mismo prestigio y respeto que el ‘rey’ Pelé entre los brasileños.
Tricampeón de la F1 y considerado el mejor piloto brasileño de la historia, Senna falleció con 34 años el 1 de mayo de 1994 en el circuito de Imola (Italia) tras perder el control de su Williams y estrellarlo contra un muro de cemento.
Estatuas en todo el país, avenidas con su nombre e incluso una maratón por equipos que se celebra anualmente en el aniversario de su muerte en el circuito de Interlagos de São Paulo, donde ganó en 1991 y 1993, ayudan a mantener viva su figura.
Sus fanáticos le rendirán también este miércoles un homenaje ante su tumba en un cementerio de São Paulo, su ciudad natal. Tras haber pasado por varias ciudades brasileñas, la exposición itinerante “Yo, Ayrton Senna - 30 años”, abrirá paralelamente sus puertas en Río de Janeiro.
El accidente
El brasileño Ayrton Senna sigue siendo idolatrado, y su muerte contribuyó a reforzar la seguridad en Fórmula 1. Las mejoras puestas en marcha han hecho que desde entonces tan sólo un piloto haya fallecido como consecuencia de un accidente en Fórmula 1, el francés Jules Bianchi en 2014.
Una larga investigación permitió determinar que el accidente fue provocado por la rotura de la barra de dirección de su Williams, y que una rueda impactó su casco. Después, un brazo de suspensión perforó el habitáculo del piloto tras el impacto a gran velocidad del monoplaza contra un muro de cemento.
Con tres títulos de campeón del mundo, 41 victorias y 65 ‘pole position’, Senna cuenta con uno de los mejores palmarés de la Fórmula 1, junto a Lewis Hamilton, Juan-Manuel Fangio, Michael Schumacher, Max Verstappen, Sebastian Vettel y Alain Prost.
Las lágrimas de Schumacher
La figura del francés Alain Prost sigue siendo inseparable del destino de Senna. Ambos pilotos no solamente fueron compañeros de equipo, sino que establecieron una de las rivalidades más feroces de la historia de la F1.
“Guardo los seis últimos meses de su vida en mente, es el momento en el que aprendí a conocerle mucho mejor que antes. Era alguien completamente diferente”, comentó Prost.
El aura de Senna sigue siendo inmenso. Michael Schumacher era todavía un joven piloto en aquel Gran Premio de Ímola. El alemán iba unos metros por detrás de Senna en el momento del accidente.
En 2000, al ser preguntado por sus sentimientos tras igualar el entonces récord de 41 victorias en Gran Premio establecido por Senna, el ‘Kaiser’ rompió a llorar delante de las cámaras, pese a su reputada frialdad.
Lewis Hamilton guarda también un emotivo recuerdo de aquel día fatídico. “Tenía nueve años y mi padre me dijo que Ayrton Senna había muerto en un accidente. Como niño es difícil entender qué quiere decir realmente, pero fui detrás del coche y lloré”, recuerda, en un testimonio en la película “1, Life on the Limit”.
Senna dejó un recuerdo imborrable como piloto, pero también se preocupaba por la pobreza en su país natal. Hoy, la fundación ‘Instituto Ayrton Senna’, dirigida por su hermana Viviane y su sobrina Bianca, se ocupa de niños desfavorecidos, a los que Ayrton Senna, que nunca se casó ni tuvo hijos, quería ayudar.
Su valor en Brasil
El fatal accidente, al que asistieron millones de personas en directo por televisión en Brasil, engrandeció más la figura del piloto. “En aquella época, ver las carreras en tv era una moda. Todos nos preparábamos para verlas, principalmente por Senna”, afirma a la AFP la jubilada Marilane Mattos, frente a la estatua del piloto en la playa de Copacabana de Rio de Janeiro.
Como tantos jóvenes brasileños, el empresario Joao Paulo Bertolini, de 30 años, nunca vio correr a Senna, aunque desde pequeño, aprendió a admirarlo. “Mi padre siempre me hablaba de él. En aquella época, paraba los domingos para ver las carreras. Hoy ya no sucede esto. Mi padre, mi tío, mis abuelos... todos me hablaban de Senna”, aseguró.
Para el escritor y periodista brasileño Ernesto Rodrigues, autor de la biografía “Ayrton: el héroe revelado’, hay tres factores que explican por qué Senna sigue siendo un ídolo nacional.
“Primero, la propia característica suya como piloto. Fue y sigue siendo un piloto fuera de serie en la historia de la F1, por su coraje, la capacidad cognitiva impresionante que tenía y por su profesionalismo absoluto”, declaró Rodrigues en una entrevista a la AFP.
“Segundo, por su dramática muerte y las circunstancias. Fue la primera gran personalidad mundial que murió en directo delante de millones de personas en todo el mundo mirando la televisión”, agregó.
“Y tercero, murió en una época en la que Brasil vivía una serie de problemas económicos, crisis y dramas, como la muerte de un presidente (Tancredo Neves) y que tenía una autoestima muy baja como país. Ayrton entró como una persona que dio un cierto alivio y una especie de rescate de la autoestima de los brasileños”, completó.