120 obras de grandes maestros del arte universal serán subastadas esta semana en Bogotá, donde los apasionados por el arte podrán adquirir piezas de grandes firmas como Picasso, Dalí, Miró, Duchamp, Vasarely, Obregón y Roda, entre otros.
Le puede interesar: Artbo 2024 celebra 20 años de arte contemporáneo en Bogotá
Se trata de una nueva subasta de Bogotá Auctions, que actualmente en su sede de la Calle 70 # 10 A – 59, tiene en exposición todas las piezas subastadas, abierta al público, entrada sin costo, de lunes a jueves de 11:00 de la mañana a 6:00 de la tarde. El jueves 26 de septiembre a las ocho de la mañana será la subasta.
“Sin duda también es una excelente oportunidad para todos los coleccionistas y apasionados del arte, una ocasión imperdible para adquirir piezas de alto valor simbólico, algunas de las cuales cuentan con un historial de publicaciones en libros, exhibiciones en muestras temporales o inclusión en las colecciones permanentes de instituciones museales”, afirmó Charlotte Pieri, directora de Bogotá Auctions.
El catálogo incluye los nombres más relevantes de la historia del arte nacional de los siglos XX y XXI. Junto a piezas significativas de algunas de las principales artistas mujeres (Beatriz González, Freda Sargent, Olga de Amaral y dos raros grabados neocubistas de Emma Reyes).
“El listado incluye gráficas icónicas de la generación dorada del modernismo (Alejandro Obregón, Edgar Negret, Eduardo Ramírez Villamizar, Enrique Grau, David Manzur, Juan Antonio Roda), un grupo de trabajos de corte geométrico (Omar Rayo, Manolo Vellojín, Rafael Echeverri, Carlos Rojas), obras con resonancias pop (Beatriz González, Maripaz Jaramillo, Alberto Arboleda, una excepcional serigrafía temprana de Santiago Cárdenas, Álvaro Barrios), hitos de la neofiguración (Carlos Granada, Pedro Alcántara, Umberto Giangrandi, Luis Caballero) y del arte conceptual (Antonio Caro, Adolfo Bernal, Bernardo Ortiz)”, comentó Alessandro Armato, director del departamento de arte de Bogotá Auctions.
De acuerdo con el experto, también están representados el paisaje (Alfonso Quijano, Gonzalo Ariza, María Thereza Negreiros, Antonio Barrera), la fotografía (Fernell Franco) y la escuela caleña (Ever Astudillo, Óscar Muñoz).
Dentro de la selección sobresale también un conjunto de gráficas de artistas latinoamericanos e internacionales de primer orden. Se va “desde nombres sagrados de las vanguardias históricas, como Pablo Picasso, Salvador Dalí, René Magritte, Joan Miró o Max Ernst, hasta algunos de los principales exponentes del arte moderno latinoamericano, como el cubano Wifredo Lam, el uruguayo Carmelo Arden Quin, el chileno Roberto Matta, el peruano Fernando De Szyszlo, los venezolanos Jesús Rafael Soto, Carlos Cruz-Diez y Oswaldo Vigas, o los argentinos Julio Le Parc y Liliana Porter”, anotó Armato.
Todas las piezas han sido previamente seleccionadas por profesionales expertos, con base en criterios como la calidad, la importancia histórico-artística, el estado de conservación y la procedencia. Esto garantiza que todo lo incluido en el catálogo tenga de antemano un valor dentro de la historia y el mercado del arte.
Charlotte Pieri indicó que “en cuanto a la procedencia, se destaca un grupo de trabajos provenientes de colecciones prestigiosas, como las del artista Pedro Alcántara y del célebre arquitecto y diseñador gráfico colombiano Diken Castro, fallecido en 2016. De este último, se incluye también un núcleo de trabajos de su propia autoría”.
En la mayoría de los casos, los precios de salida son extremadamente atractivos. Se parte de los 300 mil pesos para un par de xilografías del cubano Carmelo González y un afiche de época de la histórica exposición ‘Las camas’ de Feliza Bursztyn, hasta llegar a los ocho millones de pesos para un múltiple de los años setenta de Edgar Negret y un ‘Colombia-Coca Cola’, también de los setenta, de Antonio Caro. La mayoría de los precios de salida, sin embargo, ronda el millón de pesos. Esto garantiza a un público muy amplio la posibilidad de adquirir una obra de arte que combine el disfrute con el valor simbólico, histórico y económico.
“La subasta se dirige tanto a un público joven, que está dando sus primeros pasos dentro del coleccionismo (el grabado suele ser el punto de partida de trayectorias de coleccionismo que luego se extienden hacia piezas únicas, mucho más costosas), como a un público más especializado, que aprecia la peculiaridad del grabado, una práctica artística de enorme alcance y tradición”, destacó Pieri.
Para saber más: Ficciones Domésticas: una mirada a lo íntimo desde el arte
Junto a clásicos como Los cóndores de Obregón, los lotes de punta de la subasta son los dos grabados de Emma Reyes, una impresión de época del icónico Zócalo de la comedia de Beatriz González, un histórico afiche realizado en 1970 por Liliana Porter para el movimiento por la paz en Estados Unidos, el aguafuerte con relieves Death of a bird de David Manzur, fechado en 1964, junto con el conjunto de piezas de la tradición constructiva y cinética latinoamericana (Carmelo Arden Quin, Jesús Rafael Soto, Carlos Cruz-Diez y Julio Le Parc).
