Al parecer, en el mundo de las celebridades estadounidenses, el rapero y magnate Sean “Diddy” Combs, es más conocido por sus fiestas que por su música.
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Desde los años 90, el rapero empezó a hacerse famoso entre los famosos por sus “White Parties” (fiestas blancas), que organizaba en The Hamptons, Nueva York y a las que asistían celebridades como Leonardo DiCaprio, Paris Hilton, Kelly Osbourne, Mariah Carey, Ashton Kutcher, Khloé Kardashian, Ellen DeGeneres, Usher, Jay-Z, entre otros.
Pero en la acusación de 14 páginas entregada por la fiscalía, se habla sobre todo de las fiestas “freak off”, (que podría traducirse como fiesta para enloquecer). La expresión “freak off”, que se menciona 27 veces en el escrito de acusación, se refiere a las fiestas que Diddy empezó a organizar a partir de 2009 en reemplazo de las “white parties”, y que hoy lo tienen en la cárcel, a la espera de un juicio que podría terminar en una pena de cadena perpetua.
Según se lee en la acusación, estas fiestas, que duraban varios días, involucraban trabajadoras sexuales y distribución de sustancias controladas como ketamina, éxtasis y gamma hidroxibutirato, para “mantener a las víctimas obedientes y dóciles”.
Desde de que las acusaciones se hicieran públicas, las redes se han llenado de rumores y viejos videos de “Diddy” hablando de sus fiestas.
Uno de esos vídeos es la entrevista del rapero en el programa “Late Night with Conan O’Brien”. Allí, el presentador le pregunta por sus fiestas, “¿Cuál es el ingrediente? ¿Qué haces para hacer una fiesta increíble y aniquilante?”, le dice.
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A lo que Diddy responde: “Esto es lo que necesitas hacer. Mujeres. Mujeres hermosas, por supuesto. Hombres guapos para las damas, por supuesto (...) Necesitas algo de agua. No sé si los chicos se han dado cuenta, pero muchas damas beben agua en las fiestas, así que si no tienes lo que necesitan, se van a ir. Hay que mantenerlas ahí. Necesitas cerraduras en las puertas (...) necesitas mucho calor. No tengas aire acondicionado. El calor afecta al alcohol, pero también hace que todos se sientan un poco más cómodos y sueltos... se acumula un buen sudor (...) Necesitas buena música y me necesitas a mí, por supuesto”.
Las palabras de Diddy, a la luz de las acusaciones de hoy, resultan perturbadoras, pues el rapero está acusado de ser el cerebro de una empresa criminal, que incluye a sus empleados y que participó en actividades delictivas como secuestro, trabajos forzados, incendios provocados y sobornos.
