El destacado director de teatro colombiano Santiago García murió ayer, a los 91 años, en Bogotá. Su ex compañera sentimental, la actriz Patricia Ariza, dijo por medio del Ministerio de Cultura que “un ataque fulminante al corazón” fue la causa.
En su carrera profesional, García fue actor, dramaturgo y director y se le recuerda porque fue el fundador del teatro La Candelaria en 1966, uno de los más importantes de la capital del país. Era arquitecto de profesión de la Universidad Nacional, pero su historia sobre las tablas comenzó en 1957 en Bogotá, con el director japonés SekiSano; después continuó estudiando dirección teatral en la Universidad de Praga, estuvo en el Actor’s Studio de Nueva York y, en 1963, en la Universidad de Teatro de las Naciones en Vincennes, en Francia.
El Teatro La Candelaria, que fue llamado como la casa de la cultura, lo fundó junto a otros actores como Patricia Ariza y Carlos José Reyes, con quienes recibió el año pasado la Medalla al Mérito Cultural.
También creó el teatro El Búho en 1958. Escribió entre otras obras de teatro “Guadalupe, años sin cuenta” (la más recordada de su vida cultural, “Diez días que estremecieron al mundo”, “Diálogo del rebusque” entre otras.
Su paso en el cine se le recuerda por la película Milagro en Roma (1988), la cual tuvo la participación del nobel de literatura Gabriel García Márquez, quien hizo el argumento de la misma.
El maestro no solo se dedicó al teatro. También exploraba la poesía y la pintura. Sin embargo, fue en las artes escénicas donde recibió la mayor cantidad de reconocimientos (ver Para saber más).
En 2012 el Instituto Internacional de Teatro ITI y la Unesco declararon a Santiago García, como embajador mundial del teatro. Esta distinción solo la ha recibido un puñado de personalidades de la talla del nigeriano, Wole Soyinka, Premio Nobel de Literatura y Anatoli Vassiliev, considerado la máxima figura de la dirección teatral en Rusia.