Este viernes 22 de noviembre fue la ceremonia de reconocimiento de la Escuela, en la que se dio por culminado un proceso de aprendizaje de un año completo y, a su vez, se celebraron las tres décadas de este proyecto auspiciado por la Fundación EL COLOMBIANO, la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) y la Universidad San Buenaventura (USB).
Este año, 106 jóvenes de colegios públicos, privados, urbanos y rurales de la ciudad participaron en el programa. Allí tuvieron el acompañamiento de 13 talleristas que hacen parte de la Facultad de Educación de la USB, de la Escuela de Educación y la Escuela de Ciencias Sociales de la UPB.
En estas tres décadas, uno de los objetivos principales de Prensa Escuela ha sido desarrollar habilidades para formar lectores críticos y para crear contenidos en todos los formatos que estén realizados a partir de la responsabilidad que implica contar las historias que rodean a los jóvenes.
Desde 1994, que fue el año en que se creó el proyecto, las metas se han vuelto más ambiciosas.
“Una de las grandes transformaciones que hemos tenido en estos 30 años ha sido la formación en ciudadanía a los jóvenes desde una perspectiva que ve esto como la capacidad de comprender al otro, de cuidarlo y escucharlo, y luego contar estas historias”, explicó Carolina Campuzano, coordinadora de Prensa Escuela.
Para esto, el proyecto deEL COLOMBIANO utiliza la no ficción como medio para que los jóvenes descubran su voz y, al mismo tiempo, el mundo. Este año, gracias a un convenio con la Secretaría de Cultura Ciudadana de la Alcaldía de Medellín, los participantes de Prensa Escuela adoptaron a una autora, la cual leyeron durante su proceso de formación. Patricia Nieto, periodista y profesora de la Universidad de Antioquia, estuvo en la ceremonia contestando las preguntas de los jóvenes acerca de su trabajo periodístico.
Como aseguró la cronista en el evento, más que haber leído su trabajo, los participantes de Prensa Escuela comprendieron el sentido del periodismo al hacerse preguntas como sociedad y al entender que cada uno de ellos tiene la posibilidad de contribuir a esta.
Para los jóvenes que hicieron parte del proyecto este fue una oportunidad para descubrir nuevas perspectivas, entender otras realidades y comprender la importancia que tiene contar historias. Y es que además de su componente formativo, la importancia de Prensa Escuela radica en el hecho de conocer cuáles son las preocupaciones e intereses de los jóvenes de la ciudad, como explicó Campuzano, la coordinadora del programa.
Algunos de los temas que los participantes narraron este año fueron el conflicto armado, la migración venezolana, el medioambiente y las memorias familiares. Estas quedaron consignadas en El Taller, la publicación que la Escuela hace anualmente con los textos de los jóvenes. Para conmemorar las tres décadas del programa, la edición volvió a ser impresa luego de realizarse por tres años en digital.
Con este evento se cierra la celebración de Prensa Escuela, la cual también fue homenajeada en septiembre en la Fiesta del Libro y la Cultura por ser uno de los proyectos más longevos de promoción de lectura y escritura en la ciudad. El deseo es que sean 30 años más de historias y jóvenes por escuchar.