Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el periné es el “espacio que media entre el ano y los genitales externos”. La palabra surgió cuando Catalina García, Santiago Prieto y Nicolás Junca estaban pensando en un nombre que reflejara su influencia francesa, pero marcara distancia de quienes pensaban que todo lo francés era necesariamente elegante. El acento en la “e” final de la palabra en castellano era el apellido perfecto para un señor muy distinguido que se reía para sus adentros cada vez que alguien lo valoraba por su procedencia extranjera. Monsieur Periné en realidad es más colombiano que cualquiera, solo que construyó su identidad a partir de una estética gitana que cree que la música no tiene fronteras y es inspiración pura.
“No es que nosotros queramos ser franceses, pero [cuando surgió el grupo] nos gustaba la manera en la que un man, que ni siquiera era francés sino un gitano belga que hacía música en un circo, tocaba la guitarra porque le gustó mucho la música de Louis Armstrong, que llegó en esos momentos a Europa, y empezó a tocar jazz; pero el jazz es de Estados Unidos, es una música de negros que fueron sacados como esclavos de África... Si se empieza a borrar el rastro, todo está conectado”, explica Prieto, segunda voz y encargado de las diferentes cuerdas que componen el especial sonido de esta banda colombiana.
Monsieur Periné no era un grupo para animar cocteles, bautizos y matrimonios, como empezó a circular en Bogotá, sino una banda con una propuesta diferente, creativa y muy elaborada. Pronto el público empezó a apreciar más que su música, la totalidad de su propuesta. “Creo que la posibilidad de pararse en un escenario brinda un momento único, un momento de transformación, tanto al artista como al público. Cuando tú asistes a un concierto, antes eres una persona y después de salir eres otra porque tienes una experiencia y ese poder hay que aprovecharlo, investigarlo, apropiarse de la tarima no solamente siendo buen músico, sino creando con todas las herramientas que hay para entretener y hacer arte. No es solamente entretenimiento sino crear con los distintos lenguajes”, explica García.
Ese interés por la puesta en escena y por usar todos los elementos artísticos a su disposición los llevó a crear “un mundo gitano, un mundo nómada, artesanal, es un mundo que se plantea desde Latinoamérica no solamente desde Colombia”, elabora García, trabajo que han llevado a cabo desde su primer disco Hecho a mano y que supieron explotar aún mejor en su segunda producción Caja de música, donde trabajaron con la directora de arte Laura Villegas y el coreógrafo Jimmy Rangel. “Nos ayudaron a entender que no solo había que tocar, sino que todo lo que uno hace en el escenario transmite y tiene significado, y que uno, además de ser músico, es actor”, concluye Prieto.
Con Hecho a mano, los Periné construyeron una base sólida de seguidores y se hicieron un nombre en el circuito local, con una propuesta original enganchada en un lenguaje universal, apelando a la nostalgia de quienes buscaban un oasis de calma y belleza en medio de las tendencias de la música actual, demasiado artificial y simplista. Luego de tres años de giras llegó Caja de música, una experiencia más madura, con la producción de Eduardo Cabra de Calle 13 y colaboraciones con artistas internacionales como Vicente García y Rubén Albarrán, voz principal de Café Tacuba. Este trabajo le dio la oportunidad al Monsieur de consolidarse en Latinoamérica por lo que fue merecedor del Grammy Latino como Mejor Artista Nuevo y la nominación a Álbum del Año en 2015, además, fue la entrada del grupo a la disquera Sony Colombia, una oportunidad y un reto al mismo tiempo para una banda que quiere conservar su independencia artística pero amplificar su alcance. “Las disqueras pueden ser súper peligrosas, pero creo que si uno se pone fuerte y hace lo que cree y la gente confía en eso, funciona. Ese es el reto, decirles ‘respeten y confíen’”, afirma Prieto. Sin embargo, como lo señala Junca, la llegada de Monsieur Periné a Sony es muestra de la evolución del mercado: “hace diez años no hubieran firmado una banda como nosotros”.