x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

“La música nos lleva o la llevamos”: Mañas Rufino

Mañas Rufino acaba de publicar su tercer trabajo en solitario, titulado Bendición o Desgracia, una reflexión de lo que ha sido su trayectoria musical, con lo bueno, lo malo y lo peor.

  • Además de Bendición o Desgracia (2023), los otros trabajos de Mañas en solitario son: Rap de la Montaña (2015) y T.A.M.A.R.A (2020). Foto Cortesía Skinny.
    Además de Bendición o Desgracia (2023), los otros trabajos de Mañas en solitario son: Rap de la Montaña (2015) y T.A.M.A.R.A (2020). Foto Cortesía Skinny.
03 de julio de 2023
bookmark

El grupo Doble Porción puso a Julián Cañas, “Mañas Rufino”, y a Santiago Marín, “Métricas Frías”, a la vista de todos cuando eran apenas unos adolescentes.

Su rap, que nunca ha pasado inadvertido, les dio un nivel de reconocimiento que no los hizo inalcanzables, pero sí inevitables. Así, mientras su paso a la adultez se iba guardando en sus canciones, sus figuras se iban quedando fijadas entre lo que ellos rapeaban, lo que hacían y lo que la gente decía.

Bendición o Desgracias es el primer disco de Mañas en solitario después de la muerte de Santiago, ocurrida en 2022, es una mirada reflexiva hacia al pasado, buscando reconciliar a la personaje con la persona. Cada canción es un suspiro, aunque a veces no se pueda identificar si es de alivio, de pena o de dolor. El Colombiano habló con él.

Una de las frases que más me impactó del disco es: Las palabras condenan la mano que las escribe...

“Hay cosas que definitivamente me arrepiento de haber dicho, sobre todo porque cuando uno lo dice, eso toma un valor increíble porque no es uno solo, sino que lo repiten miles de personas, es muy poderoso. Me ha pasado muchas veces que las cosas que digo en las canciones me pasan después”.

Quedar atado a eso que se dice, ¿esa es la condena?

“Sí, pero así como uno dice cosas que lo condenan, también dice cosas que lo bendicen, son siempre las dos, de eso se trata...”

¿Cuál es el lugar de la música en su vida?

“Todo lo que me ha pasado ha sido en torno a la música. Antes de eso yo no era capaz de hablar con muchas personas, era más bien introvertido y todo eso de poder mirar a los ojos a la gente, de ser yo, me lo dio la música. Me ha traído un montón de bendiciones, pero a veces la bendición y la luz es tan grande que la oscuridad es igual de grande”.

¿Pero no todo es música...?

“Tampoco. Por más que mi vida haya girado en torno a eso, yo no soy solo música, ni rap y me lo tuve que repetir a mi mismo mucho para poder salirme de eso y decirme yo no soy un personaje, yo soy Julián aunque haga esto como Mañas. Si no puedo cargar una maleta como voy a cargar dos, es imposible, no quiero ser un personaje. A mí no me gustaría llegar a un punto en el que no pueda ser normal, que no pueda ir a la tienda a comprar unas arepas, no quiero perder mi cotidianidad”.

¿Eso les pasó con el impacto que tuvo Doble Porción?

“Sí. Nos dejamos deslumbrar un poco y nos desconcentramos, porque más pelados caímos más fácil en la tentación y todo el mundo nos decía lo que queríamos escuchar porque era muy increíble lo que estaba pasando. Yo no puedo decir que no lo disfruté o no me sumó nada, pero la vida es más personal, y los proyectos y la muerte también. Quedarme tan solo me ayudó un montón a poder encontrarme, pero también en algún momento me fui demasiado y sentí que tenía que regresar, pero abrirme solo a las personas que quiero cerca de verdad y no dejarme manejar del ego”.

¿Cómo se construye uno ahí, como persona, como artista, en medio de tanta gente?

“Durante muchos años traté de ser yo, pero sin darme cuenta le estaba dando gusto un montón de gente que esperaba eso de mí, les encantaba la rebeldía y un montón de maricadas y que nosotros siempre diéramos la cara y que todo nos cayera encima, fuera bueno o malo y no, me empecé a quedar solo... En algún momento me aburrí de todo y ya no quería hacer nada, no me sentía cómodo. Este álbum es el resultado de toda esa soledad”.

¿Cómo fue saliendo de ahí?

“Tener animales me cambió mucho la vida porque volví a ser como un animal, literalmente, a seguir los instintos. También mi niña empezó a crecer y dejé la calle y un poco las drogas, que ya no me manejan, y mi cabeza se empezó a limpiar y cuando eso pasó se empezó a limpiar también mi entorno y mi relación con la música”.

Le puede interesar: Escuche el legado inédito de Métricas Frías.

¿La música lo llevó ahí de forma muy fuerte, lo sacudió?

“Claro, y si no me paro me lleva porque la música hace eso, se lleva personas... La música nos lleva o la llevamos, pero no hay punto medio”.

Aun así muchos quieren ser artistas, ¿qué les diría?

“No está mal que todos quieran ser eso. Yo crecí en una época muy violenta en la que nadie quería ser artista, todos querían jugar fútbol o coger pistolas o vender perico. Ahora todos quieren ser Feid o Balvin y eso no está mal, lo malo es que todos quieren tener aviones, Ferraris y cadenas de 500 millones y eso no tiene nada que ver con el arte. Hay unos que llevamos 10 años y no tenemos avión y no nos hace falta, no es nuestra meta. Muy chimba que esto se llene de artistas, pero que sea por el arte, no por las cosas que trae”.

Pero la música que se incluye dentro de lo urbano es cada vez más limitada... Como si la vida solo pasara por la fiesta y el amor...

“Por el fin de semana. Yo vivía mi vida así y cuando cambié empecé como a vivir en semana, los días reales de arreglar la casa, pagar facturas, mercar, sacar los perros... Hay que vivir la vida real, si usted la vive todos los días es imposible que no tenga los pies en el suelo. Tal vez mucha gente se desconecte de la vida es por eso, porque dejan de ver lo más básico”.

¿Ha estado trabajando mucho de la mano de Granuja?

“Más que trabajando, Granuja me salvó de ese momento tan difícil de mi vida, me sacó de ese hueco y lo hizo por amor, porque él es así. Me hablaba, me llamaba mucho y en medio de todo eso fue saliendo un montón de música. Por ahí tenemos un álbum ya casi listo”.

¿Este trabajo se construyó en momentos durísimos?

“Fue una época horrible, han sido unos años muy duros pero también he vivido cosas muy bonitas y también siento que si me toco asumir esto es porque tal vez puedo con la situación. Aunque muchas veces no me quiero parar de la cama y no quiero saber una mierda de nada, estoy bien rodeado de un equipo que es pequeño pero que trabajan mucho y que más que nada son mis amigos y me cuidan y me dan buenos consejos y protegen lo que hemos construido”.

¿Cuál es el lugar de Santiago en este trabajo?

“Sin duda tiene un lugar muy especial. Este disco es un homenaje a él, pero también a Doble Porción y a mi vida. Él fue mi bendición porque me salvó la vida muy chiquitico. Los dos nos tuvimos mucha fe y creo que parte de la fe que nos tuvimos se la contagiamos a un montón de gente. La desgracia la llamamos los dos”.

No ha sido nada fácil..

“Ayer me preguntaban qué es lo que me tiene parado y con fuerza en este momento y yo la verdad no sé, pero yo todo el día siento que voy a hacer algo por lo que hicimos. Esto sigue siendo Doble Porción, así lo siento”.

El empleo que buscas
está a un clic
Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD