Para celebrar los 50 años del hip hop, que se cumplieron en agosto, Luis lanzó Kilómetro Cero, una canción producida por Kid Sánchez. La canción es un tributo al rap que tanto les gusta.
Luis7Lunes hace parte del sello Afterclass. Ha publicado tres discos:
Ruidos en Hamelin (2015 ),
El Armador del Sol (2018) y
Audio Descriptivo (2020). Foto cortesía Juan Bernardo SilvaWartski @juansi_
Luis Miguel Vélez es rapero y psiquiatra. Hace música y consulta, y aunque las dos funcionan como terapia, no quiere renunciar a hacer ninguna. Por eso Vic Deal le puso el apodo de Luis7Lunes, porque Luis trabaja tanto que todos los días de su vida parecen un lunes.
Antes hacía la música en el tiempo que le quedaba entre el trabajo y el estudio, ahora hace consulta cuando la música se lo permite. Aún así ha publicado tres discos –Ruidos en Hamelin (2015 ), El Armador del Sol (2018) y Audio Descriptivo (2020)–, ha participado en otros dos –Un Ep de Maat (2019) y Rap Cum Laude (2022)– que ha hecho en colaboración con los otros integrantes de su sello Afterclass, Vic Deal y Maco Maat, y acaba de lanzar el sencillo, Kilómetro Cero con Kid Sánchez, para celebrar los 50 años del hip hop, que se cumplieron en agosto. EL COLOMBIANO habló con él.
El hip hop cumplió 50 años ¿cómo está viendo esta cultura?
“A mí me pareció muy especial que la fecha llegara y que en Medellín y en Colombia tuviéramos esa responsabilidad de darle la importancia que se merecía esa celebración, porque si bien son los 50 años de cuando nace el hip hop, que nace en la USA, eso es todo de donde nosotros bebemos”.
¿Cómo lo celebraron?
“Con Afterclass quisimos que agosto fuera un mes con lanzamientos, con música nueva. Nos pusimos esa tarea y salió el disco de instrumentales de Vic Deal y este sencillo, Kilómetro Cero con Kid Sánchez que era una conmemoración al sonido del rap que a nosotros nos gusta. Había que celebrar y había que hacerlo con boom bap, con baterías, con scratches y con un rapeo así como hostil”.
Parece que el hip hop no para de crecer...
“Yo cada vez me sorprendo más. Yo ya llevo un tiempo aquí, pero cada vez que uno va a un sitio y ve lo vivo que está el hip hop acá en Medellín y en muchas ciudades de Colombia queda uno muy contento. Es como que crece y crece y crece y cada vez más gente se identifica y cada vez más gente llega a las canciones de los grupos y dice, uff, esto a mí me representa, yo tengo que ver con esto...”
Al rap parece estar llegando mucha gente que no tiene nada que ver con el hip hop como cultura...
“Ahorita llega gente que está ahí porque encontró una canción con la que se identificó, porque esos algoritmos le votaron algo de uno y eso le gustó. Es bacano que también llegue gente que no conoce el hip hop, entonces uno también trata en las presentaciones que esa gente que está llegando, pues llegue bien, como aterrizadita, respete todos los códigos y las cosas que son como súper importantes en el rap y en la cultura”.
Esa apertura del hip hop parece que tiene que ver con una mayor diversidad de discursos y representaciones ¿Cuál cree que es el papel suyo y de Afterclass ahí?
“Alguna vez hablamos con eso Víctor (Vic Deal) y yo y la conclusión fue que a nosotros como After Class nos tocó un poco como entrar a la fuerza. Pero fue como nada, vamos a ir a todas partes y vamos a tocar hasta que nos escuchen, hasta que la gente crea en esto como nosotros creemos o al menos que se conecte como uno cree que se pueden conectar. Y bueno, eventualmente eso pasó. Por eso yo creo que el papel Afterclass lo define la disciplina. Uno no necesita grandes disqueras, ni grandes presupuestos, ni un sponsor o un banquero para hacer las cosas bien, para que el flyer esté bien, para que el merch salga bien, para que la manera como se comunican las cosas este bien, yo diría que esa ha sido como una de las cosas importantes que Afterclass ha traído al panorama: no dejar nada flojo, no dejar que nada quede a la deriva, sino tratar de controlar la mayor cantidad de cosas que uno pueda para que eso salga bien”.
¿En qué momento decidió ser rapero sabiendo que vivir de esto era prácticamente imposible?
“Eso fue muy niño. Yo empecé a hacer música a los 13, 14 años, y realmente fue como una ruptura. Yo he escuchado entrevistas de otros artistas que dicen esto y pues a mí también me pasó, el rap es de esas cosas que cuando aparecen en la vida hay como una ruptura biográfica, un antes y un después. A mí lo que me llevó a eso fue cuando tuve los primeros discos de rap en español, ahí fue que se sembró esa semilla, ahí fue que le dije a Maco, si estos manes allá en España están haciendo esto, que nos detiene a nosotros de hacerlo y ahí fue que empezamos, fue como el hecho de la posibilidad.
Y ahora no es solo la posibilidad de hacerlo sino de vivir del rap...
“Yo siempre traté de que el rap no tuviera la obligación de darme de comer, porque sentía que eso condicionaba mucho las cosas. Cuando yo tenía 17, 18 y entré a la universidad era inconcebible las cosas que pasan ahorita, creo que nadie hubiera podido predecir esto. Realmente a nosotros ahorita, el rap está muy cerca de permitirnos vivir de la música y eso hace unos años era impensable. Ahora ya se normalizó, ya hay gente que vive del rap, eso ya hace parte del panorama cotidiano del hip hop colombiano”.
¿Qué ha pasado con la psiquiatría?
“Me gradué en junio del año pasado, y bueno, durante un año, como hasta junio de este año, estuve trabajando tiempo completo en un hospital, en el servicio de urgencias, pero ya no podía, me es imposible tener un trabajo tiempo completo realmente, pues, el trabajo a tiempo completo ya es la música. Ahora hago consulta externa, trabajo menos horas, está todo como un poco más tranquilo en ese sentido”.
¿Cómo influye la psiquiatría en su música?
“Yo siempre he sido muy agradecido de tener ese lado humano que da la medicina, de poder estar cerca de la gente, de conectarme con alguien que no tiene ni la menor idea que yo hago música, ni quién soy, que no sabe nada de eso. Y desde que lo hago ya como psiquiatra me ha permitido mirar en perspectiva y me ha cambiado la manera de entender todo. El rap es de egos, de este que dijo y esto como fue, sobre todo cuando uno está muy en la calle y muy activo en la escena tiene que andar con cuidado, tiene que saber con quién se relaciona y con quién no. Con la psiquiatría, a mi la manera de entender todo me cambió mucho, o sea, yo realmente ya no estoy pa’ problemas porque yo ya he visto problemas de verdad. Que un pelado hable mal de mí en redes sociales me rebota. Yo estoy aquí porque esto me llena, porque no puedo dejar de hacerlo realmente, porque cuando más me alejo de la música, peor me siento y más me enfermo. Yo quiero ir a hacer lo mío, me quiero juntar con mis amigos, queremos hacer nuestros proyectos, vamos a sacarlo de la mejor forma posible y ya, si a usted le está yendo bien, felicitaciones, si no, lo siento mucho”.
¿En qué está trabajando? ¿Qué viene?
“Hace dos años vengo trabajando con Sisonbeats, el MC y productor de No Rules Clan, en un disco en colaboración. Es un formato de larga duración, somos él y yo rapeando en todos los tracks, hay un par de colaboraciones pero esas sí las voy a dejar guardadas. En cuanto a los sonidos, lo que hicimos fue como tomar alguna súper gema de los beatmakers que tenemos nosotros cerca, entonces hay como un beat de cada uno. Yo creo que para octubre ya está en la calle”.