Luego de estar internado durante un mes por problemas respiratorios, murió ayer en la noche el bumangués Álvaro Serrano Calderón (1947-2019) , según informaron fuentes cercanas al artista.
Trabajó como músico, compositor, cantautor, productor y arreglista de varias agrupaciones de Latinoamérica y Europa, como Los Be Bop, Lecuona Cuban Boys, Los Bravos y Los Pekenikes
Fue uno de los artistas más jóvenes en formar banda de su generación. A los 16 años hizo parte de Los Be Bops, un proyecto de música bailable colombiana con influencias de jazz, de la que más tarde Lucho Bermúdez sería promotor y productor.
En 1969 grabó los vientos para la banda de rock española Los Bravos, incluyendo el éxito mundial “Black is Black”. Luego conformó agrupación con el jamaiquino Carl Douglas, famoso por su tema “King Fu Fighting”.
Luego se incorporaría en los Lecuona Cuban Boys, agrupación tropical que llevaba 40 años en la escena. Luego hizo parte de Los Pekenikes, en la que aportó arreglos para éxitos como “Tren transoceánico a Bucaramanga”.
En 1972 creó en México en una banda propia llamada Los Ducados y allí la disquera EMI lo invitó a ser el productor de Top Hits, filial venezolana. Allí produce discos de figuras como Oscar D’León, Franco de Vita, Ilan Chester, Yordano, Daiquirí, y Medio Evo.
Últimos proyectos
“En la actualidad era algo así como un oráculo de la música en Bucaramanga para quienes querían saber acerca de este héroe, que se paseó por los terrenos europeos de los 60 y 70, con agrupaciones tan importantes como Los Bravos y Los Pekenikes”, comenta Jaime Andrés Monsalve, investigador musical.
Anota que Serrano era muy generoso y no tenía ningún alarde o resentimiento. En los últimos años se dedicó a hacer charlas en Bucaramanga y a producir proyectos como Las Voces del Café, álbum en el que participaron artistas como Na Morales, Ana Valencia del dúo Ana y Jaime, y María Cristina Plata.
“Fue uno de esos músicos colombianos que navegó por todos los mares y de los que no tenemos mucha noción porque nos hemos encargado de invisibilizarlos un poco. La obra como compositor e intérprete nos debe hacer sentir muy orgullosos”, explica Monsalve.
Como escritor publicó varios libros entre los que está El mambo de la Calle Palavi (2007), novelaen la que narra los azares de un grupo musical por España y Oriente. “Dejó plasmada en su literatura lo que fueron sus primeros años locos, como la travesía de Los Be Bops por Irán”, señala Monsalve.
La última vez que se le vio en público fue en febrero de este año, en el Tercer Festival de la Tigra, Piedecuesta, donde asistió como espectador días antes de que fuera hospitalizado.