“Por todo el mundo”, dice el director de orquesta Juan Felipe Molano cuando se refiere al lugar donde trabaja con jóvenes y profesionales de diversas orquestas. Hoy está en la ciudad dirigiendo la Orquesta Filarmónica de Medellín y al ensamble vocal de Medellín en un concierto muy especial: Mozart en su tinta, una propuesta en la que se unen los sonidos de los instrumentos sinfónicos con las caricaturas de Javier Covo. Un concierto para niños, pero también para grandes que pueden recibir la música de una forma distinta, enriquecida por otras artes.
Hablamos con el maestro Molano.
¿Qué va a traer de esa experiencia que le ha dado estar por fuera compartiendo con otras orquestas?
“Hay talento en todas partes, es lo que uno descubre cuando trabaja con diferentes orquestas y solistas. Siempre es muy gratificante poder regresar a la ciudad, si bien nací en Medellín e hice la primera parte de la universidad, no he podido dirigir tanto como quisiera acá. Siempre hago música con mucha exigencia y amor, buscando que los músicos se sientan a gusto en una labor que puede ser un poco rutinaria, incentivar y fomentar mucho un buen ambiente para que haga una camaradería entre los integrantes de la orquesta”.
Este programa de hoy tiene componentes especiales, ¿cuáles son?
“Sí, el de la caricatura que ya habíamos trabajado con el maestro Javier Cobo acá en Colombia y en México algunas veces, algo muy novedoso, muy bonito. Cobo es un gran artista, caricaturista, escritor, todo lo que él hace demuestra que es un artista visual muy destacado. Cuando era adolescente fui muy fan de sus libros, las biografías que fueron muy famosas. Hay otros componente en el concierto: lo niños disfrazados de Mozart, tenemos un cantante, una narrador, un coro que cierra el concierto. Es un programa muy interesante”.
¿Hay alguna ventaja en trabajar con músicos jóvenes?
“Me muevo entre los dos, jóvenes y profesionales, es una gran fortuna porque eso me enriquece. La labor pedagógica es una pasión que tengo y la aplico con los jóvenes, pero también, cuando dirijo profesionales sigo teniendo ese interés de maestro. Es un privilegio el que tengo, el de poder estar entre orquestas profesionales y juveniles”.
¿Qué características percibe en los músicos jóvenes de ahora?
“Creo que todos los jóvenes en el mundo tienen siempre mucha inquietud, eso los caracteriza. Cuando yo crecí no solo estaba el género clásico, y también tenía un gran gusto y tocaba las músicas folclóricas de Colombia y otros países. En este momento es igual, hay bandas con los mismos intereses, no haría una ninguna diferencia respecto a ese rigor e inquietud por la música. Si veo una gran ventaja en los jóvenes de estos días: la accesibilidad que tienen a los registros en Internet”.
¿Cómo siente que se está haciendo la labor de atraer nuevos públicos en las orquestas?
“Siempre ha existido, pero hemos avanzado mucho y trascendido en buscar nuevas maneras de llegar a la música sinfónica, algunas que tal vez antes se hubieran visto extrañas, como tener música y caricatura juntas, o tocar las bandas sonoras, entre otras. Las posibilidades son inmensas para presentar la música de una forma fresca y a traer nuevos públicos. Sobre esto quisiera resaltar la labor de Medellín Cultura y del Teatro Metropolitano, es invaluable. Es una convicción que va más allá de llenar teatros con un evento”.