Este es un relato que se comenzó a narrar, mejor dicho a cantar, hace 70 años en discos fonográficos de vinilo que llevaron por todo el país la voces de Carlos Gardel y del Dueto de Antaño.
Corría el mes de julio del año 1950 y la familia Díaz Montoya, a la cabeza de don Julio y sus hermanos, crean el sello Zeida con el que la Compañía Colombiana de Discos, Codiscos, comenzó a importar LP (Long Play) para la venta en Colombia. Cinco años después comenzaron a producir sus propios acetatos.
En estas siete décadas no solo se movieron del vinilo a las plataformas de streaming, pasando por el casette y el compact disc (CD), sino que fueron testigos de la aparición de grandes figuras que saltaron de sus estudios de grabación a premios internacionales de la música y al reconocimiento.
“Acá grabaron por primera vez Niche, el Binomio Oro, Kraken, Ekhymosis, con Juanes, y el Combo de las Estrellas, entre muchos”, recuerda Fernando López, que lleva 45 años en la empresa, a la que llegó como promotor, llevando discos a las emisoras, y ahora es vicepresidente AR (Artistas y Repertorios).
Los rockeros 60
Pese a que la premisa de Codiscos siempre ha sido impulsar el talento nacional, tal como lo señala Andrés Ovalle, actual presidente, la compañía trajo al país los primeros álbumes de The Beatles (1964) y The Rolling Stones (1971).
Años más tarde, a mediados de los 80, les abrieron las puertas al rock nacional grabando con Kraken, Ekhymosis (con Juanes de vocalista) y Bajo Tierra.
“Acá llegaba Juanes, en ese entonces era Juan Esteban, todas las tardes después de que salía del colegio a pedir que los dejáramos grabar”, recuerda López, que también tuvo la tarea de llevar a Kraken a la televisión, a El Show de las Estrellas. Era la primera vez que en el mítico programa de Jorge Barón se presentaba una banda de rock.
Los 70 de la balada
El movimiento de la Nueva Ola dominaba el mercado y con el sello Codiscos grabaron los nacionales Lida Zamora, Óscar Golden, Vicky y Fausto, a la vez que bajo la marca Exitómetro distribuyeron los álbumes de Raphael, Paloma San Basilio, José Luis Perales, Yuri y Daniela Romo. Era el momento de la balada pop.
Fernando López acota que también fue el boom de la música popular, al recordar que en Codiscos trabajaba Darío Gómez, el Rey del despecho, como director artístico, antes de dar el salto como cantante. También fue la primera casa de Las Hermanitas Calle y de la misma Helenita Vargas.
Esa década coincide con la llegada de El Binomio de Oro, en 1975, que graba su primer álbum con el tema La Creciente. “Primero grabé con Daniel Celedón y luego con mi compadre Rafael Orozco, de ese trabajo salieron éxitos como Cariñito de mi vida o Momentos de amor”, recuerda Israel, el “Pollo”, Romero, director artístico y acordeonista del Binomio de Oro.
Era el momento de los cassettes (que fabricaban en la sede de Codiscos) y que de a poco le arañaban terreno a los acetatos.
Los 80, tropicales y salseros
Fue el propio Fernando López que en el primer año de esa década lleva a grabar a Niche, pese a que la orquesta que dirigía Jairo Varela tenía fama de “desordenada y complicada”.
Allí grabaron el hit Cali Pachanguero, que catapulta internacionalmente a la orquestas más emblemática de la salsa en Colombia.
Álvaro Picón, gerente senior AR de Codiscos, que suma 36 años en la empresa, califica la década de los 80, como maravillosa, por el auge que tuvo la música tropical y el vallenato, además de la salsa.
En sus estudios, primero ubicados en el Centro, luego en la avenida El Poblado y ahora sobre la carrera 80, grabaron Juan Piña, Otto Serge, Iván Villazón y Los Diablitos. “Esta fue la primera casa del Combo de las Estrellas, inicialmente con Jairo Paternina y luego con Fernando González”, recuerda Picón.
De los 90 a hoy
La industria entró en crisis a partir de la piratería de los CD y del acceso de la música gratis en internet (luego vendría la regulación) y llevó a la quiebra a muchas disqueras. Aunque no fue el caso de Codiscos la afectación fue muy grande.
“Hoy en cambio se calcula que con la revolución del streaming la industria puede crecer al doble, en nuestro caso tenemos más de 12.000 canciones en catálogo”, reitera el presidente Ovalle.
En 2003 apareció el iPod, un año después YouTube y en 2005 incursiona Spotify, el oxígeno que la industria de la música necesitaba. Las ventas digitales se dispararon y a partir de 2010 volvieron a firmar con nuevos artistas como Peter Manjarrés, Paola Jara, J Álvarez y el mismo Nicky Jam.
Aunque ya la historia no se canta en acetatos ni en cassettes o CD, en la celebración de los 70 años sí saldrán dos vinilos conmemorativos, uno de grandes éxitos y otro Canticuentos. La música se seguirá contando, no importa el formato.
