Cómo te deseo abrió el concierto de Maná en Medellín en una noche que aunque lluviosa no fue impedimento para que el público asistiera a este espectáculo.
La canción, publicada en el álbum ¿Donde jugarán los niños? de 1992, fue uno de los primeros éxitos de la banda mexicana que este viernes volvió a cantar en vivo en la ciudad tras 10 años de ausencia.
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Fher, Alex, Juan y Sergio, los integrantes de Maná, salieron al escenario para refrendar no solo que son una banda compacta, sino un grupo de amigos que llevan más de 30 años disfrutando lo que hacen.
Esas fructíferas tres décadas han dejado éxitos que han llegado a varias generaciones. La cancha y las gradas del Atanasio Girardot tenían a jóvenes y adultos disfrutando de la puesta en escena: “Esa es la música de nosotros”, decía uno de los asistentes tras escuchar éxitos como Corazón espinado, Labios compartidos, Vivir sin aire, Oye mi amor o Mariposa traicionera.
“Volvimos, Medellín, a este hermoso estadio”, dijo Fher, su vocalista, quien compartió la anécdota de cuando pisaron este escenario por primera vez: “Entregamos una copa al equipo de aquí porque ganó en el 94, imagínense ustedes, en el 94 estaba Maná aquí en este pasto, entregando una copa acá para los paisas. Ha pasado mucho tiempo, pero algunos de ustedes estaban aquí, no se hagan”.
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El escenario gigante tenía un rampa para acercar a la banda al público a quienes estaban en cancha, pero además un impresionante juego de pantallas gigantes: cuatro detrás del escenario que proyectaban imágenes en primer plano de cada uno de los integrantes, cuatro en la parte superior que también servían para lo mismo y dos gigantes a los lados para que los que estaban más lejos no se perdieran de nada.
De igual manera las proyecciones iban acorde a la canción del set list, por ejemplo, cuando sonó ¿Donde jugarán los niños? aparecieron imágenes de la naturaleza, esa vocería que siempre ha llevado Maná por el cuidado del medioambiente. A la par en ese momento salió un gitante elefante inflable para adornar la melodía.
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Hubo también tiempo para brindar y entonar algunas rancheras porque, como dijo Fher, llevan a México en la sangre.
Aunque también la banda recordó que hay ADN colombiano en Maná. Alex González, el baterista del grupo es cubano-colombiano. Cuando vino por primera vez a Medellín, por allá en 1993, aprovechó para recorrer el barrio La América, en el que nació su padre y siempre que puede recuerda que él tiene algo de paisa en sus venas.
El baterista cantó el emblemático éxito Me vale.
El espectáculo también incluyó momentos para lucirse: solos de guitarra de Sergio Vallín, de bajo con Juan Calleros y del mismo Alex en la batería demostraron que Maná tiene, además de perseverancia (desde 1995 están juntos con Sergio, desde el 84 Alex, Fher y Juan), un bagaje musical bastante amplio.
Fher habló de las similitudes entre México y Colombia, de dos naciones que él considera hermanas y del cariño que le tienen a este país. Agradeció el apoyo por tantos años y dedicó el concierto a las personas cercanas que murieron por covid-19: “Después de una gran pandemia estamos vivos y hay que celebrar, esto es una celebración. Algunos de nuestros seres queridos se fueron, esta gira es dedicada para ellos, ahí están viéndonos y nosotros estamos vivos, la libramos, la libramos gracias al cielo, hay que celebrar de corazón que estamos vivos”, dijo.
El concierto concluyó tras dos horas y cuarto de música, la lluvia no cesó pero eso no fue impedimento ni para la banda ni para el público que se gozó el concierto de principio a fin.