La escritora Maryse Condé falleció en la noche del 1 de abril, según se supo en las últimas horas. Nacida el 11 de febrero de 1937 en la isla de Guadalupe, Condé, fue una de las aspirantes más frecuentes al Nobel de Literatura. Al menos fue así para la prensa y las casas de apuestas que suelen ocuparse de estos temas. Esta postulación al laurel literario más mediático del mundo obedece a que las obras de Condé abordan la identidad, la colonización, la esclavitud y la diáspora africana, temas que hacen parte de la actual agenda de discusión pública.
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Miembro de una familia educada, Condé se formó en un ambiente muy cercano a la literatura y el arte francés. En 1953 viajó de la isla a Francia, en donde estudió historia en un liceo. Allí, en Europa, tomó consciencia de su desconocimiento de la historia de las Antillas y se acercó a las ideas del marxismo gracias a la lectura de La Rue Cases-Nègres, de Joseph Zobel. En sus propias palabras, este libro la abrió los ojos a una realidad que hasta entonces había visto desde la cómoda lejanía de su estrato social.
De ahí que las principales obras de Condé reflexionen sobre el lugar que los afrodescendientes han tenido en el mundo occidental. En la lista de sus trabajos que están disponibles en español se destacan Segu (1984), Yo, Tituba, la bruja negra de Salem (1986), Travesía de la manglar (1989) y La vida y la muerte de Ludovic Lube (2000).