La novísima poesía de Antioquia —aquella que todavía no está en el radar de la crítica y que apenas comienza a asomarse en los recitales en cafés, bares y centros de cultura— está muy a tono con el mundo actual, con sus dispositivos de difusión.
Es decir, las nuevas poetas han convertido las redes sociales en el canal de difusión de sus versos y en el mecanismo para ser conocidas por fuera de estas montañas, que son al tiempo paisaje y celda. Si un sociólogo de la literatura se interesara en ella encontraría que todas son estudiantes de pregrado o ya culminaron sus estudios profesionales. Además, sus primeros ejercicios de escritura los hicieron en talleres orientados por un mentor de trayectoria o por poetas con un poco más de kilometraje que ellas.
Combinan la creación literaria con la gestión cultural. Son, en parte, las responsables de propiciar espacios para la lectura en público de los textos de los autores emergentes de la ciudad. Y no solo eso: han acudido a la autoedición para juntar sus poemas en libros que circulan por fuera de los circuitos comerciales. Y así, paso a paso, han logrado llamar la atención de los organizadores de festivales líricos en Colombia y el extranjero. A algunos de ellos han acudido después de pasar horas en un avión o desde la comodidad de sus cuartos y a través del ojo indiscreto de sus computadores personales.
Su lectura de la tradición poética antioqueña o colombiana todavía está en nombres como Porfirio Barba Jacob y León de Greiff. Y entre los vivos son lectoras de los hermanos Pedro Arturo y Lucía Estrada —a quienes identifican como sus referentes— y, entre sus coetáneos, a Ana María Bustamante.
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El tiempo dirá si en ellas la poesía es un fervor de juventud o, por el contrario, es una forma de ver el mundo y entender la vida.
“Tengo 29 años, soy historiadora, poeta y saxofonista. Nací en Medellín, he vivido en el barrio Belén. La poesía llegó a mi vida con la lectura de novelas y poemas y, a medida que avanzó mi formación universitaria, esa vocación se consolidó. En el terreno de la literatura uno de mis logros principales es que soy la única poeta latinoamericana que tiene un libro traducido al canarés, un idioma de la India perteneciente a Bangalore. También el año pasado estuve en la India participando en un festival de poesía. Más que todo mis poemas han sido encaminados hacia la mujer, entonces, por ejemplo, he trabajado las deidades alrededor del mundo, deidades antiguas, también he trabajado mujeres acusadas de brujería en los diferentes siglos. Igualmente, he trabajado las vidas de las mujeres que han sido ignoradas por la historia”.
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Valentina Rojas
“Soy de Envigado y tengo 24 años. La poesía llega a mi vida de una manera catártica. En mi infancia viví cosas difíciles, sobre las que escribí sin saber qué era la poesía. A medida que conocí en el colegio los géneros literarios me empecé a interesar mucho más por la escritura. Provengo de una familia que no es lectora, me criaron mis abuelos. Fueron mis profesores del colegios los responsables de estimular mi interés. Les agradezco a ellos. En 2018 un chico me invitó a mi primer recital de poesía. Me fue muy bien, me sentí muy bien. Desde ahí comencé a conocer personas del círculo literario. He logrado ser publicada en diferentes revistas extranjeras. También he tenido invitaciones a festivales internacionales, en México, Perú y Cuba. En el más reciente festival de La Habana fui la poeta más joven de la lista de invitados”.
Daniela Pérez
“Tengo 20 años, nací en el municipio de Santa Rosa de Osos. Estudio Filología hispánica en la Universidad de Antioquia y hago parte de un taller literario que se llama Rayuela. La poesía llegó a mi vida gracias que conocí un libro de Alejandra Pizarnik. En un momento me impactó el nadaísmo, y ahora leo a poetas jóvenes: a Ana María Bustamante y a Johanna Carvajal.
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Llevo siempre mi libreta conmigo y trato de escribir todos los días. A veces pienso en ciertos temas y escribo sobre esos temas o en ocasiones simplemente estoy haciendo mi diario y salen los poemas. También leo mucha poesía, suelo leer literatura. Cuando tenía 15 años envié mis poemas a una revista de Bogotá y fueron aceptados. Desde ese momento empecé a enviar mis textos a revistas de España, de Chile, Perú o los Estados Unidos”.
Jazmín Arroyave
“Soy orgullosamente santarrosana, de un municipio al norte de Antioquia. Tengo 25 años. Mi encuentro con la poesía fue muy sutil. Mi pueblo ha sido la cuna de escritores, entre ellos Porfirio Barba Jacob y Darío Jaramillo Agudelo. Durante muchos años participé en el taller Rayuela. Luego entré a estudiar Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana en la Universidad de Antioquia. He participado en recitales organizados en Santa Rosa, DonMatías, Entrerríos y Yarumal. Hago parte del grupo de líderes del taller literario de la Universidad de Antioquia y soy tallerista de una de las iniciativas, que se llama Artesanos del lenguaje”.
Manuela Salinas Sierra
“Nací en Itagüí, pero vivo en Bello. Tengo 29 años y soy pianista de la Universidad de Antioquia. Siempre he sido lectora y gracias a la sensibilización musical me fui sumergiendo mucho mejor en el mundo de las letras. Alrededor de los 10 u 11 años empecé a escribir, sobre todo cosas del colegio. Ahí comprendí que tenía habilidad para la escritura. Trabajo con un colectivo que se llama Nuevas Voces, allí tenemos una línea editorial y hemos publicado a muchísimos poetas de la ciudad y nos autopublicamos a nosotros.He tenido la oportunidad de viajar al Festival Albatros, de Manizales. Y prontamente iré a uno encuentro por la paz en Brasil”.