Son extensas las investigaciones que se han realizado sobre la presencia nazi en países como Argentina, Paraguay y Brasil, a donde muchos llegaron tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, intentando escapar de la justicia, pero poco se sabe de lo que ocurrió en Colombia.
Además, investigadores, durante los últimos años, han empezado a manejar una versión de la historia en la que Adolfo Hitler no se suicidó el 30 de abril de 1945 en su búnker en Berlín, como lo ha narrado la historia oficial.
Se dice que logró escapar y se radicó en Argentina.
Lea aquí: No solo Hitler, en Colombia hubo un campo de concentración
El periodista Abel Basti le ha seguido la pista a esta versión de los hechos, y sus hallazgos se encuentran en una serie de libros como ‘Bariloche Nazi’, ‘Hitler en Argentina’, ‘Los secretos de Hitler’ y ‘Tras los pasos de Hitler’.
Pero el tema no concluye ahí. Dentro de los archivos que hace poco fueron desclasificados de la CIA, encontró una nueva pista, con la información donde un oficial de la SS aseguraba que en los años cincuenta se había reunido con Adolfo Hitler, quien se hacía llamar Don Miguel, en la ciudad de Tunja, Colombia. Además, junto a dicho informe, una fotografía.
Le puede interesar: Un archivo desclasificado de la CIA probaría que Hitler estuvo en Tunja
Fue el inicio de una nueva investigación que lo trajo a Colombia, continuando la labor que inició hace 20 años, siguiendo pistas, entrevistando testigos y reuniendo documentos que evidencian la presencia del máximo jerarca nazi en Argentina, Paraguay, Brasil y ahora en Colombia.
El führer por Boyacá
¿Como es la relación con el escritor colombiano Mario Mendoza?
Con Mario Mendoza nos encontramos y me contó la historia de una mujer viuda que él entrevistó y quien le contó que su marido había sido oficial nazi que estaba en el búnker de Berlín y Hitler le había dado un sobre para que se lo devolviera tras el escape. Ese oficial termina trabajando en Acerías Paz del Río, donde tratan de matarlo dos veces.
Esta historia fue un disparador para investigar Acerías Paz del Río, donde la historia de Colombia decía que había mano de obra francesa, pero en realidad había muchos alemanes que fueron nazis.
¿Y los archivos desclasificados?
Cuando vengo el año pasado ya tenía ese documento y me trasladé a Tunja, lugar donde dice el documento que estuvo Hitler, y me reuní con el Presidente de la Academia de Historia Boyacense, Javier Ocampo López, y pensé que me sacaría corriendo, que me diría lo que me dicen todos los académicos, que Hitler murió en el búnker en Berlín, pero cuando le digo de la versión de Hitler en Tunja en 1954, me dijo que eso se supo mucho.
Que Hitler venía de Perú y había llegado a Colombia, que dentro de su grupo hablaba en alemán, pero que se hacía entender en español y estuvo cierto tiempo, más de dos días, pero no sabía cuánto más. Con ese testimonio y los documentos de la CIA, valía la pena iniciar la investigación.
¿Cómo fue el desarrollo de la investigación?
Fue un trabajo de campo en dos ocasiones en Colombia y mucho trabajo de archivo, traduciendo más de 100 documentos de servicios de inteligencia, que dio como resultado este libro: ‘Hitler en Colombia’.
¿Le sorprendió lo que encontró en Colombia?
Yo trabajé con el editor de Planeta, Andrés Grillo, que conoce mucho de la historia de Colombia, y me decía que todo lo que estábamos viendo era nuevo para él. Fue surgiendo una historia de Colombia distinta que pudiese dar marco a la presencia de más de cientos de nazis en el país, y por supuesto de Hitler.
Tenía que jugar mucho con mi suerte para encontrar testigos directos, y afortunadamente lo logré. En mi presentación este año en la Filbo, asistió una de las testigos que habló con Hitler en su estancia en Colombia. En realidad tenemos dos testigos directos muy buenos, además, de los testimonios de los hijos de los fallecidos y los hallazgos sorprendentes de la prensa colombiana que publicaron en su momento sobre Hitler.
Mundo desconocido
No se conoce bien la presencia nazi en Colombia...
En uno de los capítulos hablamos del plan de migración de los nazis a Sudamérica en acuerdo con el Vaticano y los norteamericanos. Lo importante era descubrir cómo ese plan funcionó en Colombia, quiénes era los referentes del Vaticano para dichas salidas y llegadas a Colombia, contando con acceso a las correspondencias.
¿Muy planificado?
Si, establecían los cupos y las condiciones, inclusive las empresas y las regiones donde estas personas iban a trabajar, porque estamos hablando de muchos nazis.
¿Y el caso particular de Acerías Paz del Río?
El caso de Acerías Paz del Río es muy interesante, porque fue fuente laboral de muchos nazis, que casualmente inaugura su primera producción de acero en 1954, que es cuando Hitler está en Tunja, muy cerca de allí.
Del listado de invitados a esa ceremonia de esa planta de acero, es muy interesante porque son personajes muy ligados a la industria bélica. A esto hay que sumarle la decisión de Rojas Pinilla, de privatizar por completo Acerías Paz del Rio, de la cual eran accionistas la iglesia Salesiana, que no se entiende por qué eran accionistas de una industria que produce acero para gran parte de la industria bélica de la Otan.
Pero llama la atención la privatización, porque se supone que Rojas Pinilla era un presidente nacionalista y la industria del acero era estratégica para Colombia, pero toma esta decisión.
¿Por qué cree que tomó esta decisión?
Hay que ver el contexto y pensar también en el ingreso de los capitales alemanes a Sudamérica. Farmacéuticas y químicas que se radican en Colombia y donde van a trabajar muchos alemanes, entre ellos, muchos nazis. Un cuadro muy interesante que se presenta y que debe ser tema de mucho más estudio.
¿Por qué ese acuerdo entre Vaticano y Norteamérica para ayudar a los nazis en América Latina?
Este tríptico era anticomunista. Ninguno de los tres querían el comunismo y terminada la guerra en 1945, estos sectores se unen para combatir el comunismo mediante una línea de acción. Estando Europa destruida, todo lo que es capital y mano de obra calificada debía trasladarse a América Latina, porque con una empresa en una Europa destruida no había posibilidad de nada.
También tenían que darles seguridad a estas empresas y para ello había que instaurar gobiernos militares de derecha, que es lo que tendremos en el mapa político en 1954, en Colombia, Venezuela, Chile y Argentina, y si había alguno que no lo tenía, en pocos años llegaría.
Era la forma de garantizar que el comunismo no avanzara en estos países, porque si hay democracia el comunismo podía subir al poder y expropiar estas empresas.
Campos nuevos
¿En Colombia no se conocía mucho esta historia?
Siempre que se hablan de la presencia nazi en el sur del continente y nada de Colombia era porque no se tenían ni documentos ni una investigación sobre el tema. Era una dificultad inicial para la investigación al no tener bases y datos previos que en otros países si encontramos.
¿Y los archivos oficiales colombianos?
Colombia no ha desclasificado ningún archivo referido a los nazis en el país. La última solicitud que hice al departamento de inteligencia y contra inteligencia en Colombia me dieron una respuesta muy llamativa, y fue que en esa época había unas normas archivísticas especiales que hoy se desconocen y que resulta imposible encontrarlas.
Una búsqueda constante a respuestas al por qué todos los embajadores alemanes, en posguerra, eran nazis.
¿Cada vez más difícil encontrar testigos directos?
El problema no es con la documentación, es con los testigos directos. La ventaja es que estamos hablando de mediados de los cincuenta y los sesenta, es factible encontrarlos aún. Esa es la ventaja de investigar a Hitler en Sudamérica, pero no deja de ser una carrera contra el tiempo.
¿Qué tanto conocimiento hay del movimiento nazi dentro de los colombianos?
La tapa del libro tiene todos elementos auténticos, como una daga nazi, una cruz, un anillo, que hacen parte de las colecciones de los más de 200 coleccionistas de este tipo de objetos que encontramos en Colombia.
¿Difícil que la gente hable de estos temas?
Hay gente que tiene predisposición para hablar, otros que no quieren hablar y otros que no saben si hablar o no. Generalmente la publicación de los libros hace que la gente, que duda, termine hablando.
¿Contradictores?
La hija de un químico que estaba vinculado a Hitler, y ella había hecho hace algunos años un reportaje con un periodista colombiano, contando la historia de su padre sin contar su vinculación con Hitler. Lo nuevo fue, que nosotros, a través de testigos, establecimos que él estaba en relación con Hitler y ella ha hecho todo lo posible para que no saliera la información de su padre que nosotros hemos publicado.
¿Sigue la investigación nazi en Colombia?
Lo más importante de los nazis en Colombia está por escribirse. Lo más importante es una Colombia diferente a la que nos han contado, donde los intereses políticos y económico concuerdan en una dirección, donde se realizan muchas cosas dentro del marco de esos acuerdos, donde están los nazis y Hitler a la cabeza. Gran parte de la información ya la tenemos y la estamos trabajando.
