Durante muchos años el poeta Jorge Rave fue un personaje de la obra de Jaime Espinal. Primero apareció en un cuento, que luego sería un capítulo de la novela Open the Window para que la mosca fly. Luego fue incluido en una obra de teatro y en otra novela. “Algunos llegaron a creer que Jorge Rave era una invención de Jaime”, dice el Jorge Rave de carne y hueso, que acaba de publicar el poemario Princesa estrábica busca, en el sello editorial Valparaíso.
Diplomático de carrera y con estudios en publicidad, Rave hizo parte del taller de escritores de Eafit, orientado por Lucía Donadío, y también, por recomendación de María Mercedes Carranza, estuvo en las clases de los poetas agrupados en la revista bogotana Ulrika, en particular en las de Rafael del Castillo. Fruto de esos años son los poemas incluidos en el libro Para evitar los daños mencionados, publicado a inicios del milenio por el sello de la Pontificia Bolivariana. “Escribir fue mi oficio de tiempo completo en esos años y ahí publiqué mi primer libro”, recuerda el autor
Sin embargo, su inserción en el servicio diplomático de un gobierno extranjero provocó que Jorge colgara la lira por catorce años. “Me vi a mi mismo como un expoeta”, dice. Pero en su carrera las cosas no estaban dichas del todo: en el tiempo de la cuarentena por Covid-19 escribió el poema Aniversario 14, inspirado en su experiencia de vivir catorce años en Canadá, junto a su esposa. “Esta fue la primera vez que de un tirón salió este poema casi como está ahí en el libro”, señala. Rave considera la nostalgia un tema central en su nueva obra. “Medellín está muy presente en mi obra. La nostalgia de Medellín está. Busco que cada una de las cosas que hacen que Medellín sea lo que es para mí estén en mis poemas”.
Además de la nostalgia, su libro aborda las incertidumbres provocadas por la pandemia, una época en la que el autor se enfrentó al Covid-19 y a un periodo de aislamiento que lo llevó a reflexionar sobre la vida. “Lo que pude hacer en los 21 días que estuve completamente aislado [...] fue empezar a recordar y tomar consciencia de lo que había pasado,” comenta, destacando momentos clave de su vida, entre ellos su visita a Medellín antes del confinamiento.
Princesa estrábica busca es el resultado de un proceso de varios años, en los que Rave equilibró su vida como diplomático con su pasión por la escritura. “Yo me impuse esa urgencia para que no me cogiera ventaja la muerte,” explica sobre la motivación detrás de su regreso a la literatura. “Hace años recibí un email de un tipo que me dijo que le habían llegado mis poemas en fotocopias y quería incluirlos en un blog. Le escribí muy honestamente y le dije que le agradecía mucho por la gentileza, pero que yo ya no era escritor, que yo ya era ex escritor. Cuando salió este libro, busqué al tipo. Nunca me respondió, pero le dije que gracias a lo que me había dicho hacía muchos años, se había mantenido vigente en mí la idea de escribir”, dice Jorge.