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“La mía es una novela del siglo XX escrita por alguien del siglo XXI”: Esteban Duperly

En su segunda novela, el escritor y fotógrafo antioqueño regresa a las preguntas sobre las relaciones de poder entre los humanos.

  • Esteban Duperly ha publicado dos novelas, una de ellas con Angosta y la otra con Planeta. Desde principios de año es el editor de Eafit. Foto: Esneyder Gutiérrez.
    Esteban Duperly ha publicado dos novelas, una de ellas con Angosta y la otra con Planeta. Desde principios de año es el editor de Eafit. Foto: Esneyder Gutiérrez.
  • “La mía es una novela del siglo XX escrita por alguien del siglo XXI”: Esteban Duperly
25 de junio de 2023
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Como cada día, cada libro trae su afán. El rigor de ese axioma lo vivió Esteban Duperly en El medidor de tierras, su segunda novela. Si la compara con la de su ópera prima —Dos aguas—, la escritura de este libro le resultó más compleja al editor de Eafit y vástago de una familia de fotógrafos.

“Cuando vi que el libro editado apenas tenía 168 páginas me pareció increíble que hubiese tardado casi cuatro años escribiéndolo”, dice Duperly. Y eso recuerda algo que saben —o deberían saberlo— quienes escriben: lejos de ser un pasatiempo, la escritura literaria es un camino de penalidades. “Así me ofrecieran un montón de plata por escribir un cuento de cuatro páginas, diría que no. Terminé muy cansado”.

El miércoles 28 de junio a las siete y media de la noche, en la Pascasia, Duperly hablará de su libro con Juan David Correa, el editor encargado de ayudarle con la escritura.

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Esta es su segunda novela. Hablemos de la diferencia entre el proceso de escribir este libro y el anterior...

“En algún momento yo me sentí que estaba escribiendo la misma novela. Por supuesto, con personajes e historia diferentes. Sentí que en este libro abordaba las mismas preguntas esenciales. No creo que sea algo particular en mí, sino que creo que en general los escritores y las escritoras tienen unas obsesiones que trabajan durante toda la vida en distintos escenarios. Entonces a veces yo sí me preguntaba, ¿por qué me están dando tanta dificultad si finalmente es la misma novela? Claro, resuelta de manera diferente. Yo siento que hay una evolución en mi poética, por decirlo de alguna manera, que creo que es lo único que un lector le pide a un escritor: que cada vez que escriba mejore en su poética.

Sin embargo, para mí la escritura de esta segunda novela fue como volver a aprender todo del principio. Yo empecé la escritura de este libro con un cierto sentimiento de seguridad. Ya había publicado una primera novela a la que le había ido medianamente bien. Yo pensé que ya sabía las claves para escribir una novela. Y no. De hecho tuve muchos momentos de inseguridad, que eran mucho más preocupantes porque pensé que había perdido una suerte de talento que ya había desarrollado. Sin embargo eso es algo que sucede en todas la escrituras. Esto es en cierto sentido una lección de humildad”.

Esta novela también es un salto: la primera novela fue editada por un sello independiente y la segunda por uno más grande...

“Sí, eso me puso una cierta presión y también significó una pérdida de espontaneidad, ¿sabés? La primera novela la escribí sin saber muy bien que estaba escribiendo una novela. Fue un proceso de escritura completamente diferente, acompañada por esa espontaneidad de las primeras veces. Como aquí ya era más consciente de qué era lo que estaba haciendo y era más consciente de que lo quería hacer bien, yo creo que eso me restó espontaneidad y eso me causó muchos problemas al principio.

Justamente me da la impresión de que cuando por fin me liberé de eso, después de varios intentos fallidos, de manuscritos que no funcionaban, de conversaciones con el editor que no necesariamente llegaban a buenos lugares, recuperé justamente esa espontaneidad que fue lo que me permitió ya completar el manuscrito final y terminar la novela”.

“La mía es una novela del siglo XX escrita por alguien del siglo XXI”: Esteban Duperly

Ahora habló de que los escritores vuelven a las mismas preguntas, ¿cuáles son sus preguntas?

“Son varias que confluyen en una gran pregunta general que versa sobre las relaciones entre los hombres. Creo que la función del arte es mostrarle al hombre lo que es el hombre, y cuando digo hombre quiero decir el ser humano. Me inquieta mucho la pregunta de por qué los seres humanos nos comportamos así con otros seres humanos. En la primera novela eso se palpa en la forma en que se busca causar sobre otros los males que nos han causado a nosotros. En esta yo creo que es esa misma pregunta, pero desglosada a partir de las relaciones de poder. ¿Cómo se ejerce el poder, de qué manera se ejerce el poder, quiénes tienen poder sobre otros y cómo ese poder, por lo regular, está mediado por la violencia?

Y hay otras preocupaciones tangenciales que también se expresan en la novela. Una es la necesidad que tenemos los seres humanos de formar un clan o de formar una familia. En últimas esta novela se trata de la formación de una familia. Me interesa pensar en las razones por las cuales los seres humanos no podemos estar solos y tenemos un espíritu gregario”.

La novela tiene un tono muy lírico, muy cercano al de Tomás González...

“A Tomás González se le reconoce mucho por las novelas. Pero en realidad a mí lo que más me gusta de Tomás González es un poemario que él tiene que se llama Manglares, que es un libro muy particular porque es un poemario que él cada cierto tiempo reedita. Él dice que eso es como un manglar que crece y se contrae. Y en ese poemario yo encontré justamente una lírica que tiene que ver mucho con la exaltación de la naturaleza.

Yo no había caído en la cuenta que la descripción de la naturaleza y de los escenarios naturales podía estar dotada de esa lírica. Para mí eso sí fue un detonante, un punto de partida para intentar mi propia poética, mi propia lírica. Y sí, hay muchas cosas que se parecen. Por ejemplo, los fenómenos atmosféricos —la niebla, la lluvia, el calor— todo está presente en Tomás González, pero también está presente en Álvaro Mutis, en Manuel Mejía Vallejo. Pensaría yo que en toda la literatura del siglo XX. Mi novela es una novela del siglo XX escrita por alguien del siglo XXI”.

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