El titular de la prensa dijo que el gobierno colombiano le entregó a la comunidad dos máscaras tradicionales. Aunque sea cierta, esa información soslaya un matiz primordial: fueron los koguis los que sacaron adelante la reclamación de los objetos rituales, los que fueron a Alemania para pedir la devolución de lo que fue de sus ancestros y, por ello mismo, es suyo.
Aura Lisette Reyes Gavilán, profesora de la Universidad de Antioquia, es una de las voces calificadas para hablar de los procesos de repatriación de los bienes culturales colombianos que están en museos del mundo.
¿Qué es lo peculiar de la entrega de dos máscaras a la comunidad kogui?
“Lo peculiar de esta entrega es que de los tres casos sobre bienes reclamados que en este momento están en proceso es el único que no pasa por una sentencia jurídica, sino que lo que tenemos fue un acercamiento directo entre los representantes del pueblo indígena con la entidad encargada del patrimonio prusiano y con el Museo Etnológico de Berlín. Y a partir de ese acercamiento, es que ya hacia el año pasado, el gobierno colombiano entra a apoyar diplomáticamente el caso.
Entonces, es un caso muy interesante porque realmente lo que da cuenta es que los procesos efectivos de repatriación vienen más mediados por procesos de negociación, de acercamientos, de intercambio de opiniones entre distintos actores y no necesariamente por vías jurídicas”.
¿Cuáles son los otros dos casos?
“El otro caso es el llamado Tesoro Quimbaya, que es la colección de orfebrería que se encuentra en el Museo de América en Madrid, el cual tiene activa una sentencia de la Corte Constitucional en la que se determina que se debe trabajar por la repatriación del mismo. Y el segundo caso son 33 piezas arqueológicas líticas provenientes de la región arqueológica de San Agustín, que se encuentran en el Museo Etnológico de Berlín, el mismo que conservaba las dos máscaras que fueron restituidas al pueblo kogui. Ese caso de las estatuas tiene activa una sentencia del Tribunal de Cundinamarca”.
Le puede interesar: Máscaras sagradas del pueblo Kogui retornaron a la comunidad indígena en la Sierra Nevada
Llama la atención que las máscaras les fueran entregadas a una comunidad...
“Sí, es justamente por la forma del proceso mismo. En 2013 se hizo el primer acercamiento entre el pueblo kogui y las entidades alemanas. Un gobernador indígena y dos mamas kogui viajaron hasta Berlín a conocer el estado de las máscaras, a saber en dónde estaban ubicadas, cómo estaban siendo guardadas, y desde ese primer momento ellos solicitaron al museo que las devolviera. Y de ahí en adelante, pues, vienen un montón de cartas.
Entonces, acá lo que nosotros tenemos es una comunidad, en este caso el pueblo kogui, que lideró este proceso. Y que estuvo muy pendiente del retorno de sus propios bienes. Ahí hay otra diferencia, y es que no estamos hablando de bienes arqueológicos. Acá estamos hablando de los objetos rituales. Si fueran del primer tipo serían patrimonio de toda la Nación”.
¿Qué se avizora en los otros dos casos?
“Hay un contexto de favorabilidad para la restitución de la colección arqueológica de la región de San Agustín. En el caso del Tesoro Quimbaya la situación es un poco distinta porque en el territorio español los procesos y los debates alrededor de estos bienes no han corrido la misma travesía. Entonces hay algo importante a tener en cuenta en estos casos de repatriación y es que es un asunto de doble vía. Por una parte está la reclamación por parte del gobierno o de las comunidades que consideran como suyos estos bienes. Pero por otro lado tenemos en cuenta el contexto del país al que se le reclaman las piezas”.