Ha pasado un año desde que Juan David Correa asumió el cargo de Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes del gobierno de Gustavo Petro, después de haberse movido, por muchos años, en el mundo del periodismo cultural, y los retos que ha asumido en este tiempo no han sido pocos: van desde el proyecto Galeón San José, la solicitud para recuperar la Colección Quimbaya, hasta la atención especial a la población de los territorios excluidos del país.
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Por eso Colprensa habló con él sobre su primer año en la cartera, los grandes sus logros y los pasos a seguir, pero también sobre la reforma que ya está en camino para la Ley General de la Cultura y el evento que reemplazará al legendario Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá.
PRIMEROS 365 DÍAS
¿Un año en cabeza del ministerio luego de un largo recorrido en otros sectores de la cultura?
“Habían sido casi diez años haciendo revistas y luego en Editorial Planeta haciendo muchos libros, con la gratitud total de poder hacer cosas en este país, que son cosas muy distintas a la vez, pero con muchas cosas en común”.
¿Qué le ha sorprendido de su quehacer como ministro?
“Obviamente que la tarea es mucho más grande, la responsabilidad es mil veces más grande y evidentemente tener la responsabilidad de estar presente en ese país que ha sido tan desatendido y tratar de atenderlo. Es una responsabilidad muy grande.
Hacer coincidir las promesas con la ejecución ha sido para mí una cosa de cumplimiento obligatorio, porque a la gente hay que cumplirle. Obviamente toda vida tiene un proceso, toma nueve meses, demoran en crecer, por lo que sólo hasta este momento es que las cosas se empiezan a ver los frutos de lo que hemos tratado de hacer, y hablo en plural porque no soy solo yo, es un gran equipo de más de mil personas.
Probablemente hay gente con resentimientos, con rabia, mañas, pero este es un ministerio de gente comprometida, de gente que creé en esto, y así, la voluntad de que se hagan las cosas es muchísimo mayor”.
¿Continuar con procesos iniciados por otros ministros?
“Había que reconocer lo que se había hecho aquí. Son más de 50 años desde que Colcultura existía y luego se convirtió en ministerio, por lo que había que reconocer una cantidad de procesos culturales que se han realizado en Colombia, y al estar yo en el sector conocía bien la política cultural colombiana.
Transformar esa política cultural en lo que ha querido el Presidente, con un programa de gobierno muy claro, llegando a territorios excluidos con el 70% del billón de pesos que teníamos de presupuesto para este año, con un accionar en el Litoral Pacífico, la Amazonía, el Catatumbo, Cauca, Nariño, el sur del Caribe, la Guajira, Urabá, el norte del Tolima, junto a los barrios excluidos de las ciudades.
Centrar allí la atención de todas las direcciones del Ministerio ha sido muy importante a través de programas concretos, logrando llegar a 1.500 colegios en el país de estos territorios, para también cumplir con el Proceso de Paz. Llegando con profesores e instrumentos y con un programa ambicioso para fortalecer los centros de formación artística para que los niños puedan asistir después del colegio puedan tener clases de teatro y música, además de clubes de lectura”.
¿Cambio en el programa de Estímulos?
“El programa de Estímulos por primera vez premió a los mayores de 70 años. Antes se daba un solo premio, ahora pasamos a 70, que lo recibirán 70 maestros mayores de 70 años, reconociendo la experiencia con 70 millones de pesos.
También los jóvenes que fueron centrales en el planteamiento del estallido social, con convocatorias para sus proyectos por 12 mil millones de pesos”.
PENDIENTES DE MUCHOS AÑOS
¿Cómo va el Hospital San Juan de Dios?
“El Hospital San Juan de Dios lo estamos recuperando, se está trabajando en las obras del Instituto Materno Infantil, junto a la rehabilitación de dos edificios dentro del complejo hospitalario y en este momento están publicadas las licitaciones de ocho edificios más. El compromiso de inversión es muy grande, casi 118 mil millones de pesos este año. Nos comprometimos con el Presidente en entregarle la obra por lo menos en un 70%”.
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Otro de los ambiciosos proyectos es el Galeón San José...
“El Galeón San José por primera vez en la historia del país se hace de manera pública en una alianza que no había existido entre la Armada Nacional y el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes con una inversión importante.
En la investigación ya fuí para ver este territorio sumergido, arqueológico, biocultural que hace parte de nuestra historia, nuestra memoria y es parte de nuestro patrimonio.
Además, con el Ministerio de Ciencia llevamos a 300 niños para que plantearan propuestas, durante una semana, para la apropiación social sobre el Galeón San José”.
Un tema que ha sido polémico...
“Varios temas que hemos tratado han sido polémicos, lo cual celebro que la cultura ocupe un lugar de discusión pública, me parece que es sano para un país, que podamos discutir los símbolos, los patrimonios, que una cosa es buena para unos y no tan buena para otros, qué quiere decir eso que el sombrero de Carlos Pizarro fuera reconocido como patrimonio, qué quiere decir eso que a la UP y los movimientos sindicales que fueron perseguidos por mucho tiempo se les den acciones de restitución y reparación histórica y simbólica, qué quiere decir eso que a los pueblos afro les vayamos a construir un museo, qué quiere decir que hagámos un año pensando en ‘La Vorágine’ para poder recuperar la memoria sobre el holocaustro que padecieron más de 60 mil indígenas en la selva Amazónica en la extracción del caucho.
Mostrar que la cultura no es solamente las prácticas artísticas o los eventos puntuales. La cultura es un territorio en el cual todos hemos nacido, hemos crecido y muchas veces hemos disputado. Por eso, este ministerio la maestra Patricia Ariza decidió rebautizarlo Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, lo cual celebró porque este es un país de culturas, de artes y de saberes en donde tienen que caber todas estas sensibilidades, lo cual no deja de producir polémica, como lo fue la carta que enviamos a España para pedir la evolución de la Colección Quimbaya.
Al llegar al ministerio nos encontramos con muchas sentencias por cumplir, con pueblos indígenas, compromisos que no se habían hecho, como el parque monumento de las Madres de los falsos positivos de Soacha que vamos a construir en la Estación de la Sabana en Bogotá. Ya contamos con los diseños, con todos los procesos colaborativos entre las madres y los artistas”.
En la Estación de la Sabana el proyecto también es ambicioso...
“Invías le entrega el manejo de la Estación de la Sabana en Bogotá como un símbolo de cuando este país estaba conectado por el tren, y ahora haremos un gran centro cultural para alojar la Cámara Colombiana de Oficios para que los artistas vuelvan a ser dignificados.
Además, en otro ejemplo de colaboración, allí se encuentra la sede de la Policía de Tránsito, y queremos que se queden allí y ayudarles a fortalecer el Museo del Tránsito. Que ese espacio que está un poco olvidado y en las ruinas, que sea un centro cultural de conversación y exploración, y una estación del tren es la metáfora perfecta para que todos tengamos un punto de llegada y de partida”.
Para muchos, se habían tardado los gobiernos en reclamar a España la Colección Quimbaya...
“Es muy raro que no se hubiera hecho antes porque era una sentencia de 2017 de la Corte Constitucional que le exige al estado Colombiano reclamar la Colección Quimbaya. Por eso es importante hacer memoria y es por eso, que es importante un ministerio como este, porque también es nuestra función señalar estos olvidos que no son tan incidentales o azarosos, sino que también tienen una intención.
Queremos recuperar la historia de un país que debe volver a tener esperanza, que pueda mirar con curiosidad su naturaleza, su medio ambiente, su patrimonio. Aquí hay una belleza muy poderosa, con un discurso de que en esas posibilidades de unión, de belleza, de trabajo fuerte, de convivencia y por supuesto de dificultades, está lo mejor de nuestras expresiones.
Es por ese camino en el que hemos insistido e invertido, porque por primera vez se ha invertido más de un billón de pesos para la cultura, y ese es un símbolo muy grande de compromiso y de saber para qué es la cultura en una sociedad”.
30 AÑOS DESPUÉS
Otro de los grandes temas es la Reforma a la Ley de la Cultura...
“La reforma busca poder armonizar y poner a conversar como lo hemos venido haciendo, con sectores que venía teniendo conversaciones paralelas, separadas, hablando de posibles reformas para leyes puntuales de sus sectores, como es la Ley del Libro, la Ley del Cine, del Patrimonio, entre otras, junto a la Ley General de Cultura.
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Lo que buscamos es armonizar esas legislaciones, equilibrar ciertos desequilibrios históricos, como por ejemplo con las exención de impuestos y el fortalecimiento del Fondo FonCultura como la posibilidad de tener un brazo de ejecución del ministerio, que a la fecha no tenemos, por lo que ese fondo creado en 1997 está absolutamente inutilizado.
El planteamiento de la regionalización del Ministerio. La idea que el libro y la cultura tengan una conversación distinta, porque la Ley del Libro es de 1993, por lo que fue hecha para un país distinto al de hoy, que tiene que imaginar la idea de cómo hacer circular los libros por todo el territorio nacional.
Nos tomamos el trabajo de ir a cada uno de los sectores, de ir a 19 ciudades, establecer contactos digitales con distintas áreas, con un ejercicio de consulta de más de cinco mil personas para crear esta reforma que presentaremos en 20 días o un mes en el Senado de la República.
La idea es que esta reforma también nos permita otras conversaciones, porque es en la cultura donde podemos llegar a lograr acuerdos nacionales, aún sin ponernos en la misma línea ideológica. También en el no estar de acuerdo hay riqueza y no tenemos que ser una sociedad de iguales, sino una sociedad de diferentes que se soporten, se toleren y sepan vivir juntos”.
¿Y la cultura frente a la Inteligencia Artificial?
“Es muy importante el tema y ya hay una conversación con el Ministerio de Ciencias. Hay que imaginar todos estos temas ancestrales, de territorio, de artes y oficios, en medio del momento que estamos viviendo. Lo que representa la Inteligencia Artificial, sumado a lo que ha sucedido en los últimos 30 años con internet, es un gran desafío que hay que atender desde lo cultural, porque no solo hay amenazas, también oportunidades.
Se deben tener discusiones serias sobre los oficios amenazados por la inteligencia artificial, como la fotografía o el diseño. Pero también la Inteligencia Artificial y la educación, para saber cómo vamos a conversar y tener discusiones éticas con los niños y jóvenes sobre la apropiación social de esta tecnología, todo desde la cultura y la ética, para poder entender.
En cuanto a esta revolución industrial hay que ser radicales es en el humanismo, en la humanización de estas sociedades, no para combatir estas tecnologías, sino apropiarlas y utilizarlas para que les sirva a este país”
NACE FIAV
¿Bogotá tendrá su Festival Internacional de Artes Vivas?
“Es una muy buena noticia para Bogotá. Nosotros somos hijos del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá con esa historia que comenzó en la segunda parte de los años ochenta, que hizo parte clave en la construcción de la sensibilidad como ciudadanos.
Cuando llegué al Ministerio, el Representante a la Cámara, Juan Carlos Lozada me buscó planteándome el tema del festival, a lo cual le dije que el ministerio apoyaba siempre y cuando esto fuera una alianza de gobernanza tripartita, entre lo nacional, Bogotá y los privados. Si no tenemos este tipo de responsabilidades compartidas, los eventos terminan o personalizarse o siendo el feudo político de uno u otro gobernante.
Durante los dos primeros años el Director Artístico será Fabio Rubiano y pronto publicaremos el modelo de gobernanza con una junta directiva. Pero el mensaje es devolverle a la ciudad un espacio de encuentro y carnaval, porque las artes vivas han sido la expresión de una ciudad que está cruzada por las artes y los territorios, porque no hay que olvidar que Bogotá es la ciudad que ha recibido más desplazados de los territorios de la violencia en Colombia.
El Pacífico es la región invitada, junto a la ciudad de Río de Janeiro, esperando que este festival se lo apropie la gente y los artistas.
A cualquier parte del país que vayas hay expresiones del cuerpo, porque el cuerpo también ha sido violentado, ha sido un territorio de violencia, pero a la vez, un territorio de resistencia, con la esperanza a través de las miradas y sus movimientos”.
¿Cómo será la participación del MinCultura en La COP16?
“La hemos llamado La Cop de la gente. Es una ocasión fundamental para este gobierno, porque el Presidente ha venido insistiendo que uno de los temas centrales de la agenda global es la emergencia climática.
Que Colombia sea sede de la COP16 no es menor, porque en cuanto a capital en biodiversidad, somos uno de los países más ricos del planeta, y en ese sentido debemos empezar a reivindicarlo. Colombia y sus pueblos también son modelos de conservación con relación con la naturaleza, sin desconocer las dificultades que se presentan, con la guerra, la minería y la violencia, pero también estopa la cultura y la sabiduría del territorio que hacen posibles que las cosas perduren durante tanto tiempo.
Fuimos designados para toda la programación cultural durante doce días con 280 actividades culturales con artistas nacionales e internacionales. Cada día La Cop tiene una temática y esto se repartirá en las nueve tarimas que tendremos en la zona verde en el Boulevard del Río de Cali y las dos Zonas Multicolor en Siloé y Aguablanca, integrando a los jóvenes, las sabedoras del Pacifico y Líderes sociales, junto a una serie de exposiciones, con un gran evento en el estadio Pascual Guerrero, el sábado 26 de octubre, con un concierto de más de doce horas con artistas de primer nivel y rituales de sanación”.