Al final de la llamada telefónica en la que ajustamos los detalles de la entrevista dejo que la emoción se desborde y le digo a Jorge Velosa: “ha sido un verdadero lujo hablar con usted”.
De inmediato, el maestro de la carranga dice: “Señor Ángel, le voy a contar una anécdota que me pasó. Una señora amiga, después de escuchar mis respetos, me dijo: Velosa, no diga tanto amén que se acaba la misa”. Ahí está, a la vista y oído de quien quiera verlo, el arte poético del compositor boyacense. Y no es otro que la sabiduría que se desprende de la vida cotidiana, de las vivencias campesinas,
Esto lo corroboré leyendo Historiando mi cantar, el libro que el líder de los Carrangueros de Ráquira y compositor de La china que yo tenía presentará el sábado 14 de septiembre, a las seis de la tarde, en el salón Humboldt del Jardín Botánico. Publicado por Monigote, el libro es un viaje por la existencia y el arte de Velosa. En sus páginas, el compositor relata los hechos que inspiraron sus canciones, desde las archiconocidas -La cucharita y Julia, Julia, Julia- hasta aquellas que merecen un público mayor.
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En la introducción del libro dice Velosa que el canto llegó a su vida para “espantar a los espantos de las noches veredales”. La escritura de las canciones fue una forma de entender la realidad. “Los textos son un pasear de vivencias, de donde he partido para interpretarlas y expresarlas a mi modo poéticomusical”, dice el compositor en la entrevista.
–Este libro se puede leer en clave de autobiografía y de historia de la carranga. Aquí están muchas claves para entender su arte poética, la forma en que escribe sus canciones. Al hacer el libro, ¿qué descubrió de sus métodos de composición?
–Me reafirmé en que la trova y el verso eran mis herramientas de trabajo, y en que la profundidad de los mensajes sería más clara en la medida en que los textos fueran más sencillos y juguetones. También me percaté de que caminar es un estímulo muy importante para mis ocurrencias.
La carranga se ha convertido en una forma de ver y de vivir la vida de Velosa, en cuyo honor se han bautizado dos especies de ranas endémicas. una en Santander y otra en Boyacá.
–¿En qué consiste la vida carranguera? ¿Qué valores e ideas la sostienen?
– Habiendo maicito del que se cosecha en casa, le respondo con la primera octavilla de La carranga es libertad; el mismo título es parte de la respuesta:
La carranga tiene su cuento
es chispazo y también lamento,
pensamiento palabra y obra,
como dicen por ahí,
pero más que definiciones
peroratas o mil canciones,
la carranga es lo que yo siento,
y es mi forma de vivir.
Y esa forma de vivir me dice constantemente que es de un carranguero no tragar entero, y que hay ir más allá de poner altar para que otro diga misa.