Tras un atentado que casi le cuesta la vida –perpetrado el 12 de agosto de 2022 por un fundamentalista islámico– el novelista Salman Rushdie ha vuelto a las primeras planas de la prensa estadounidense. Y lo ha hecho por la puerta grande: en las páginas de la revista The New Yorker gracias a la entrevista que le realizó el cronista David Remnick. En el diálogo, Rushdie habló de Victoria City, su nueva novela, de los desafíos de la recuperación médica y, por supuesto, de la pesadilla de ver vueltos realidad los temores desatados por la condena a muerta que el ayatolá Ruhollah Jomeini puso en su cabeza por la publicación de la novela Los versos satánicos.
En uno de los momentos del diálogo, Rushdie le contó al director de The New Yorker que una de las secuelas del atentado ha sido la dificultad para escribir. “No muy bien, debido a la falta de sensibilidad en las yemas de estos dedos (...) Simplemente escribo más despacio. Pero estoy llegando”, dijo.
En otro de los momentos, Remnick le preguntó a Rushdie por Hadi Matar, el responsable de su actual estado de salud. Rushdie no se fue por las ramas: “No sé lo que pienso de él, porque no lo conozco. Todo lo que he visto es su estúpida entrevista en el New York Post, cosa que solo un idiota haría. Sé que el juicio aún está muy lejos, puede que no suceda hasta finales del próximo año. Supongo que descubriré algo más sobre él”, afirmó.
La novela Victoria City fue concluida por Rushdie poco antes del atentado. Muy pronto el libro llegará a las estanterías de las librerías del mundo. Muy probablemente sea un éxito editorial, vaticinan los expertos.