En septiembre, Gustavo Gutiérrez, el legendario compositor vallenato conocido como “El Flaco de Oro”, celebró su cumpleaños número 85 rodeado de música, historia y homenajes.
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La jornada estuvo marcada por tres eventos significativos: el lanzamiento de su nuevo álbum Cuando pasan los años, la publicación de un libro biográfico con el mismo título, y la develación de una escultura en su honor en Valledupar, un tributo que pasará al futuro Centro Cultural de la Música Vallenata.
El maestro Gutiérrez, quien ha sido una de las figuras más influyentes del vallenato romántico, expresó su emoción ante esta celebración: “Nunca pensé llegar a esta edad, sobre todo porque me encuentro bien de salud, con buenas condiciones, y con las cosas que quiero: mi familia, mis amigos y la música, que es lo que me mantiene vivo”.
Su gratitud no solo se manifestó por la longevidad, sino también por el cariño que ha recibido durante su prolífica carrera, la cual abarca más de 120 canciones, entre las que destacan clásicos como Así fue mi querer, Camino largo y Sin medir distancias.
Música y legado
El lanzamiento de su nuevo álbum Cuando pasan los años es particularmente especial, ya que incluye 14 canciones de su autoría que en su momento fueron interpretadas por leyendas del vallenato como Diomedes Díaz, Jorge Oñate y el Binomio de Oro. Ahora, es el propio Gutiérrez quien da vida a estos temas, con el acompañamiento de acordeoneros de diferentes generaciones, incluyendo al actual Rey Vallenato, Jaime Luis Campillo.
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“Uno a esta edad puede darse sus gusticos”, mencionó el compositor, refiriéndose a la oportunidad de cantar sus propias canciones. El álbum, además, fue producido y masterizado por su hijo, Kike Gutiérrez, quien también sigue sus pasos en el mundo de la música.
Un libro para la eternidad
La celebración también estuvo marcada por la presentación del libro Cuando pasan los años, escrito por Fausto Cotes. Este volumen detalla la vida y obra del maestro, destacando su aporte al vallenato romántico, un estilo que ha servido de inspiración para nuevas generaciones de compositores. Gutiérrez, quien transformó las narraciones campesinas del vallenato en historias más profundas y emotivas, comentó: “Siento una satisfacción profunda de saber que mi legado sigue vivo y que ha inspirado a otros”.
Escultura para la posteridad
El broche de oro de este festejo fue la develación de una escultura de cera en honor al maestro, un homenaje de la Gobernación del Cesar que se realizó en la plazoleta central de Valledupar. Este monumento será trasladado al futuro Centro Cultural de la Música Vallenata, un espacio que busca preservar la historia y la cultura musical de la región.
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“Recibo con mucha satisfacción y alegría este homenaje, estoy muy agradecido”, declaró Gutiérrez durante el acto solemne. Con 85 años a cuestas, Gustavo Gutiérrez sigue siendo un pilar fundamental de la música vallenata. Su capacidad para conectar con las emociones a través de sus letras, así como su influencia en distintas generaciones aseguran que su legado perdurará por muchos años más.
