El reguetón fue como una avalancha. Lo cubrió todo. Especialmente el rap, porque copiaba sus formas, su estética, pero era más prometedor, más vendedor y mucho menos comprometedor en el discurso. Era la banda sonora perfecta para una ciudad que empezaba el nuevo siglo con la intención de olvidarse de ese pasado violento, de los narcos, los muertos y los sicarios.
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Porque el reguetón de Medellín no es como el de Puerto Rico. Y tal vez nadie haya explicado mejor esa diferencia que el periodista Marlon Bishop cuando definió la música de J Balvin cómo música urbana sin problemas urbanos.
El rap ha sido todo lo contrario y por eso le ha costado tanto. No suena en las emisoras, ni en las discotecas, pero ahora se está tomando la ciudad a punta de fiestas como Párchese a La Fresca, que en su séptima edición, el pasado 6 de julio, tuvo alrededor de 1.000 asistentes.
–Yo hace tiempo les vengo diciendo a los parceros míos que son Djs que nos preparemos porque viene la época en la que el rap se va a volver a meter a las discotecas. Según lo que yo he visto y he conversado con mucha gente, es que ya están mamados del reguetón y están buscando otras cosas, como el rap; a la gente siempre le ha gustado el rap, pero falta más oferta de espacios, dice César Garcés, más conocido como Kario One, uno de los organizadores de la fiesta y Dj del grupo No Rules Clan.
Pocos tiene la potestad para hacer este tipo de pronósticos, pero Kario es uno de ellos, pues lleva años siendo DJ, haciendo fiestas, conciertos y montando y desmontando bares de rap.
–Desde que yo tengo uso de razón estoy poniendo rap en todas partes y haciendo fiestas. Yo sé que a la gente le gusta y lo quiere escuchar. Viendo eso un día nos sentamos con los parceros de siempre a pensar qué hacer y cómo. De esa necesidad es que nace Párchese a la Fresca, dice Kario.
Entre todos –Kario, Jhon Pareja ‘Jompa’, Alexis Castañeda Dj ‘BlackRock’ y Mayra Prisco– decidieron que lo mejor era hacer una fiesta tardera (empieza a la 1:00 p.m. y va hasta las 10:00 p.m.), en una terraza, con varios Djs, y un par de presentaciones en vivo de artistas invitados, no muy largas para que no parezca un concierto, pero si lo suficiente para corear las canciones a todo pulmón y seguir la fiesta.
La primera la hicieron el 9 de julio de 2022, en la terraza del Viajero Hostel. El lugar tenía capacidad para 150 y fueron 120. El artista invitado fue Sison Beats, también de No Rules Clan. La segunda también fue ahí, y tuvieron como invitado a Vic Deal. Ese día hicieron su primer sold out, por eso para la tercera se tuvieron que cambiar de locación y se fueron para el Hotel Tryp. Ahí el invitado fue Anyone/Cualkiera, también de No Rules. Para la cuarta se tuvieron que pasar otra vez de locación y se fueron para el Solarium Roof Top, en el centro, diagonal al Teatro Pablo Tobón Uribe; ahí hicieron las últimas tres con invitados de lujo como Lianna, N. Hardem & Mismo Perro, Oblivion´s Mighty Trash, Laberinto ELC, Ultrajala, Alias Ramírez y El Tito, raperos de todo tipo y de distintas generaciones.
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Como la cosa no para de crecer, la próxima edición, el 9 de noviembre, será en el centro de evento Sky Center, en la Central Mayorista.
–A la primera fueron parceros, gente cercana, los de siempre. Pero a partir de la segunda ya era un montón de gente, dice Kario.
–Yo sentí mucho la diferencia a partir de la fiesta en la que estuvo Lianna porque ella nos trajo muchas mujeres, incluso mujeres solas que fueron a verla, a parchar y que siguieron yendo.
–¿Cómo es el público de la fiesta?
–Yo en el parche veo varios tipos de personas, están los que no son raperos, pero van porque les gustó el parche, también hay mucho rapero vieja guardia y veterano, y los de siempre, los que van a todos los parches de rap, dice Mayra.
Parchése a la Fresca es para todo el mundo. Para los que escuchan rap desde hace años y los que apenas empiezan. Para los que cantan y los que no, para los que simplemente quieren pasar la tarde al sol, con música, tragos y comida. Para los huérfanos, los que crecieron viendo rap en MTV y no saben mucho del rap local y para los fanáticos que quieren ir a ver a sus artistas favoritos de cerquita y parchar con ellos, porque en esa fiesta no hay palcos ni VIP, todo el mundo es igual, y el que quiere el mejor puesto tiene que llegar más temprano.
La fiesta es el principio del rap. Así empezó en Nueva York, en los años 70 y así se ha sostenido. Qué hayan cada vez más fiestas y sean cada vez más populares es un buen síntoma para pensar en el futuro de este género que lleva años en la ciudad.
–Yo siento que estamos en un momento súper importante, todavía no ha estallado, pero ya lo hará, la gente está mamada del reguetón y está viendo la necesidad de escuchar otras cosas, además, también se ha ido quitando ese sesgo de que si te gusta el rap tenés que ser rapero, por eso la gente se está animando más a escuchar y a ir a los eventos y les está gustando.
El buen presente del rap ha sido un esfuerzo colectivo. De los artistas que nunca dejaron de hacer su música aunque la música no les daba más que satisfacción, de los gestores que han apostado por los artistas, de los DJs que se han encargado de hacer sonar rap cada vez que pueden, y de la gente que escucha y paga por ver y escuchar a los artistas que les gustan.
No es que el reguetón se vaya a acabar, imposible. Pero lo que empieza a ser cada vez más evidente es que muchos artistas de reguetón están volviendo al rap, porque el reguetón ha dejado de ser un espacio para la creación y el ingenio, y se ha vuelto pura repetición. Se habla siempre de dinero, de sexo, de dejar el barrio. Pero la vida es mucho más que eso y la gente lo sabe y lo quiere escuchar.