Hasta el 25 de enero estará abierta la exposición Entre cielo y tierra, en El Coleccionista Galería, una muestra a dúo donde los artistas Pablo Guzmán y Juan David Henao, reflexionan sobre la relación entre lo tangible y lo ilusorio, desde diferentes técnicas.
Le puede interesar: El arte colombiano está de luto por la muerte de Juan Cárdenas Arroyo
Pablo Guzmán desde la pintura, con una serie de cuadros titulados Continuo, que parten casi siempre de paisajes concretos pero que se diluyen en los colores para evocar sensaciones y formas, es decir, los paisajes propios del observador. Las pinturas son como ventanas al exterior desde el interior de quién las mira, pero a la vez son muros, pues cada paisaje, si se mira de cerca tiene una textura que hace parece que están pintados sobre ladrillos. La obra tiene tanto de ilusión como de desilusión óptica.
“A mí me interesa mucho el choque de percepciones. En mi trabajo siempre he tratado de que no sea una sola cosa, sino que esté en un punto medio entre varias, en este caso entre figuración y abstracción, y entre lejanía y cercanía. Hace tiempo también quería hacer unas obras donde el color no estuviera al servicio de la forma, sino que fuera por sí mismo porque siempre me ha interesado y he tenido mucho respeto por el arte abstracto”, dice Guzmán.
Por su parte, Juan David Henao lo hace desde la cerámica con una serie de objetos que parecen vestigios de otra sociedad. “Dispuestos sobre mesas y organizados en pequeños paneles, como en un mostrario de laboratorio, estos objetos archivo sugieren la idea de investigación y descubrimiento, como si estuviéramos ante los restos de una cotidianidad que nunca existió o que aún no ha sido revelada”, dice el texto curatorial.
Esta exposición a cuatro manos, también llamada, Dúo show, nació por iniciativa del curador Alejandro Vásquez. La idea era explorar esa relación entre lo tangible y lo ilusorio, desde diferentes técnicas pero ambos con materiales tradicionales –pintura y cerámica- que posibilitaran puntos de encuentro entre unas obras y otras. Enriquecer la mirada reflexionando sobre lo mismo desde perspectivas tan distintas.
“La dualidad entre el cielo y la tierra está presente en ambas propuestas. Mientras lo ladrillos representan lo concreto y lo civilizatorio, el firmamento es la ilusión, lo inalcanzable. En un sentido se habla de lo poético y lo prosaico”, escribió el curador.
Los artistas trabajaron cada uno por su parte. Los puntos de encuentro surigeron sobre todo en el espacio expositivo, en el encuentro entre las obras.
Para saber más: David Manzur, ¿cómo llegar a los 95 años creando arte?
“Al estar en el mismo espacio se van generando una tensiones, unas relaciones y unas formas de convivencia. Dejamos que todo eso fuera surgiendo en el mismo proceso”, dice Henao.
El montaje, que incluye una mesa larga, como de laboratorio, en la que se desplegan la mayoría de las obras de Henao, rodeada por esos cuadros con esa ilusión de infinitu de los cuadros de Guzmán, es un choque de significados y sensaciones que proponen múltiples formas de lo continuo, lo material, los límits, el movimiento, las formas, el arte, el cielo y la tierra.
La exposición se puede ver en el Coleccionista Galería de lunes a sábado.
Sobre los artistas
Pablo Guzmán (San Agustín, Huila, 1987).
Es Maestro en Artes Plásticas de la Universidad de Antioquia. Con la pintura como medio, busca construir acontecimientos que pongan en juego la percepción. Ha expuesto en varias ciudades del país, pero también en países como España, Corea, China y Singapur, entre otros.
Juan David Henao (Medellín, Antiquia, 1987).
Es Maestro en Artes Pkásticas de Bellas Artes y estudiante de la Maestría en estética y creación de la Universidad Tecnológica de Pereira. Las formas que porpone en su obra son el resultado de lun diáologo constante con los materiales. Una exploración continua, una obra que lleva a la otra. Ha expuesto en Medellín, Bogotá, España, Perú, entre otros.