Dama con abanico, del austriaco Gustav Klimt, fue vendida por 98 millones de euros y con ello se ha convertido en la obra de arte europea más costosa de la historia. Además, este precio de compra se ha convertido en el segundo más alto jamás alcanzado en una subasta por un retrato de cualquier época. Tras una subasta de diez minutos entre cuatro postores, Dama con abanico ha sido adquirido por Patti Wong (fundadora de Patti Wong & Associates), que pujaba en la sala por un coleccionista de Hong Kong.
Dama con abanico se puso a la venta por última vez hace casi treinta años en Sotheby’s de Nueva York en 1994, cuando se adquirió por 7,8 millones de libras, estableciendo entonces un nuevo récord de subasta para el artista.
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La casa de subastas detalla que la obra fue pintada cuando Klimt aún estaba en su plenitud artística, y en un momento en el que la “formalidad” de sus primeros encargos da paso a una nueva expresividad, una inmersión cada vez más profunda y gozosa en el dibujo, el color y la forma, que, aunque claramente influida por sus contemporáneos Van Gogh, Matisse y Gauguin, se convirtió en algo totalmente distinto en sus manos.
El retrato, en el que aparece una mujer cuyo nombre nunca ha transcendido, todavía estaba sobre un caballete en el estudio de Klimt cuando el artista murió, con 55 años, en Viena. Para los especialistas de la casa de subastas, la obra aúna “toda la destreza técnica y la exuberancia creativa” que Klimt había cultivado hasta 1918, cuando estaba todavía en uno de sus momentos creativos más elevados.