En el encierro por la pandemia de la covid-19 la artista Paula Andrea Sierra conoció los trabajos de ilustración científica que en el siglo XIX hicieron viajeros y artistas europeos de la fauna y la flora americana. Lo hizo gracias a la recomendación de su hermano científico Carlos Sierra, residente en Alemania. Un universo de dibujo y color se abrió ante sus ojos y desde entonces se ha dedicado a estudiar los trazos con los que los naturalistas han intentado capturar en el papel la belleza y la complejidad de las plantas y las aves. Ese hallazgo le permitió resolver en parte la pregunta de todo artista: ¿cómo se puede vivir del arte? Con ese impulso fundó Ars Scientia, una empresa que comercializa calendarios, agendas, rompecabezas, cuadros y otros productos que decoran casas y hoteles y al tiempo difunden una historia vinculada con el nacimiento de los países latinoamericanos. También la empresa organizó la exposición Arte científico de los siglos XVIII a XIX y su mirada a la diversidad tropical, que se puede ver hasta el 30 de enero en la sede de El Colombo Americano de El Poblado, ubicada en San Fernando Plaza.
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El plan académico de la UNAM define la ilustración científica como “una rama especializada dentro de las artes visuales cuya función es describir la naturaleza a través de las técnicas de dibujo, la pintura, la ilustración y la imagen digital; es la parte visual que facilita el estudio y amplia el conocimiento de ciencias como la biología, la medicina, la geología, la paleontología y arqueología”. En otras palabras, es un formato artístico que tiene la intención de ayudar en el estudio de la naturaleza, pero que no por ello pierde un gramo de estética. Paula Andrea considera la ilustración científica una herramienta más fiable y eficaz que la fotografía para dar cuenta de la naturaleza. Y para sostener su afirmación muestra en la pantalla de su celular una pieza de Étienne Denisse: en una misma obra el artista francés —recordado por la obra Flore d’Amérique— muestra la fruta, el árbol y la semilla. En una sola imagen sintetiza el origen y final de la planta.