Cuenta la Arquidiócesis de Bogotá que el origen del día de la Santa Cruz está en el hallazgo de Santa Elena de la cruz donde murió Cristo, “pero lo cierto es que el arraigo popular de la fiesta proviene de ciertas celebraciones de los romanos”.
“Esta devoción consiste en invocar el Nombre de Jesús mil veces para derrotar de las casas a las huestes del mal”, dice la arquidiócesis. ¿Y cómo se reza?
El ritual de los mil Jesús comienza rezando el acto de contrición para luego seguir con un Padre Nuestro y finalmente con la ayuda de una camándula, se empieza a repetir Jesús, Jesús, Jesús, en cada decena se repite una de las siguientes frases:
“Renuncia Satanás, que conmigo no contarás porque el Día de la Santa Cruz dije mil veces Jesús, Jesús...”.
“Si a la hora de mi muerte el demonio me tentara, le diré que no tiene parte de mí, porque el día de la Santa Cruz dije mil veces: Jesús, Jesús...”.
“Santísima Cruz, mi abogada has de ser, en la vida y en la muerte me has de favorecer. Si a la hora de mi muerte el demonio me tentare, le diré: Satanás, Satanás, conmigo no contarás ni tendrás parte en mi alma, porque dije mil veces Jesús”.
“Satanás a mi casa no entrarás, en nuestros corazones no reinarás porque el Día de la Santa Cruz diremos mil veces: Jesús, Jesús...”
En la tradición paisa, las familias para rezar los mil jesuses se ayudan con granos de frijol o de maíz para contar cada una de las 20 vueltas que hay que rezar con la camándula.
Hay otros que prefieren hacer rayas con lápiz y papel de a 100 en 100 pero en general hay alguien encargado de hacer la cuenta para que se llegue hasta 1.000. Esta tradición religiosa se da también en otras ciudades del país.