x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces

Aquí se reúnen las experiencias en primera persona de gestores culturales de la capital antioqueña.

  • Algunos de los gestores culturales de Medellín opinan sobre el presenta de la cultura en la ciudad. FOTOS EL COLOMBIANO
    Algunos de los gestores culturales de Medellín opinan sobre el presenta de la cultura en la ciudad. FOTOS EL COLOMBIANO
  • La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces
  • La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces
  • La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces
  • La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces
  • La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces
  • La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces
  • La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces
  • La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces
  • La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces
  • La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces
21 de agosto de 2022
bookmark

Desde principios del decenio de 2000, Medellín se convirtió en un referente de la inversión estatal en los asuntos de cultura. En cuestión de pocos años, la ciudad pasó de ocupar la agenda noticiosa por los carros bomba y los índices de homicidios a ser visitada por académicos internacionales atraídos por los Parques Bibliotecas y las políticas culturales.

En ese contexto, no pocos gestores culturales colombianos afirmaron en charlas y pasillos que el dinero destinado a los asuntos del arte en Medellín superaba el presupuesto del Ministerio de Cultura.

En el actual contexto —con la ruptura de relaciones entre diversos sectores culturales y la secretaría de cultura ciudadana— dicha realidad parece muy lejana en el tiempo. El recorte progresivo de los montos de la cultura y las transformaciones de varios proyectos bandera —el caso más sonado es el del programa de Formación de Públicos— han sembrado zozobra en el sector cultural.

Le puede interesar: Las mutaciones de Narvaéz: de talentoso director a funcionario polémico

Ese malestar —cuyo origen varias de las fuentes ubican en el periodo en el que Federico Gutiérrez estuvo al frente de La Alpujarra y que se ha profundizado en la alcaldía de Daniel Quintero— se ha traducido en un lema que comenzó a ser usado en redes sociales y plantones ciudadanos luego de la cancelación el año anterior del Festival de Artes Escénicas: #Semuerelacultura.

La frase es un parafraseo del discurso oficial y una demostración del deterioro de los vínculos entre los gestores y la administración municipal. En este momento, Medellín es un cruce de voces sobre el destino que debería asumir la cultura.

EL COLOMBIANO invitó a gestores a compartir sus apreciaciones sobre el presente de la cultura en la ciudad y los desafíos que enfrentan en su trabajo cotidiano. Hay testimonios del teatro, de los museos, de las bibliotecas, de las editoriales. Una mirada múltiple sobre un fenómeno complejo.

Gloria Hernández, de Rebipoa

La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces

“Hemos tratado de ser autosuficientes y de hacer proyectos para presentarlos a la empresa privada, al Estado, a ONGs internacionales. Hemos tenido muy buena relación con el Estado. Desde 2014, se logró que cada año la alcaldía sacara la convocatoria para las bibliotecas populares y comunitarias. Iniciaron con 14 estímulos de 10 millones, aunque no ha sido constante la cantidad. A veces suben los estímulos, a veces los bajan.

Nuestra economía es muy frágil: la mayoría de las personas que trabajamos en las bibliotecas comunitarias lo hacemos en calidad de voluntarias. No recibimos ningún incentivo económico, lo hacemos por amor a la comunidad. Creo que la gestión cultural en estos momentos pasa por un momento muy deplorable, porque cada vez que van a hacer recorte de recursos en lo primero en lo que piensan es en la cultura. Uno puede brindar muchos proyectos y muchas cosas, pero si no se ganan las convocatorias no pasa nada”.

Jorge Blandón, Nuestra Gente

La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces

“Todos los artistas, gestores culturales, mediadores culturales, organizaciones artísticas, culturales y patrimoniales de la ciudad teníamos una gran expectativa de lo que podían ser los cambios y transformaciones en Medellín. La pandemia termina destrozando y derribando todos los sueños y todas las utopías posibles. En estos dos años tan absolutamente difíciles pudimos encontrar en amigas y amigos, en el sector privado, en muchas organizaciones una mano tendida y una palabra dispuesta a tejer redes, a construir apuestas. Hoy tenemos una gran tristeza porque nos dieron una gran oportunidad: que fueran artistas los que dirigieran la cultura de la ciudad, pero no han sido capaces de estar a la altura y eso es lamentable. Se ha cambiado el quehacer de la cultura, dedicando mucho más presupuesto a las tarimas, a las carpas, al sonido, al entretenimiento. Es una pérdida de la vocación y el sentido del proyecto cultural, bajo la lógica equivocada de la internacionalización. Ahí hay una mirada absolutamente errática”.

Iván Hernández, editorial Frailejón

La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces

“Frailejón tuvo muchas dificultades económicas durante la pandemia y ahora tenemos muchas. La razón es más o menos sencilla: sí, nosotros tenemos varias colecciones, pero sobre todo hay una que es quizás la más sobresaliente, la colección de poesía. Encontrar quien compra el libro de poesía no es fácil. La única relación que tenemos con el gobierno local es la participación en la Fiesta del Libro. Es buena, la feria es supremamente buena, es un espacio magnífico para mostrar el trabajo cultural. Nosotros no hemos participado en becas. No tengo nada que decir sobre el gobierno local . Sobre el nacional (el de Iván Duque) sí puedo decir que el último año se ha dedicado a pagar favores, a hacer mermelada con la plata del Ministerio de Cultura. Lo digo por experiencia. Yo fui editor durante 12 años de una colección importante del MinCultura. Este año me dijeron que no siguiera porque había que democratizar. Democratizar es cambiarme. Y eso no tiene ninguna carta de presentación. Pero bueno, son los gajes del oficio”.

Cristóbal Peláez, Matacandelas

La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces

“Voy a dar un ejemplo: nosotros teníamos sala concertada en el año 2000 con el Ministerio de Cultura por 36 millones. En este momento el apoyo del mismo proyecto es de 22 millones. En 22 años no solo no creció, sino que bajó en un gran porcentaje.

Sabemos que hay épocas buenas y épocas malas. Estamos pasando por una terrible respecto a lo que es la cultura. Con la Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín, que es el organismo encargado de la cultura en la ciudad, se perdió todo diálogo. Ellos nos pintan a nosotros como un montón de miserables pidiendo plata. Y lo que pedimos, lo que solicitamos y exigimos como ciudadanos, es que las políticas sean responsables. Tengo la impresión de que la Secretaría de Cultura se convirtió en cuatro cosas: en avisos publicitarios en Instagram, Facebook, Twitter y en tarimas. Es decir, la secretaría es una organización que monta espectáculos. Esta es una alcaldía que solo le interesa la publicidad”.

Sergio Restrepo, Claustro Comfama

La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces

“Hay un debate abierto sobre el tema de nuestra cultura. Cultura es más amplia que las artes. Es lo que somos, la base de las sociedades. Nos han dicho que la base de la sociedad tiene que ver con el mercado o la seguridad y realmente la base es la cultura y son los símbolos. Hay dos tendencias de conversación hoy, una son las industrias culturales o el Ministerio, la nación habla de economías naranjas, y la otra habla de cultura viva comunitaria. Esas dos tendencias tienen en común algo, que definitivamente tiene que ser una búsqueda, y es la estética. Más que la rentabilidad, hay que buscar la construcción de estéticas, incluso en plural. No hay ningún problema en que un producto sea un buen negocio o no hay un problema de fondo para la cultura en que un producto sea exclusivamente comunitario, lo que sí es importante es que tenga un valor estético, esa es la búsqueda que no podemos permitir que no exista. No podemos permitir que unas cosas se lleven a la otra. O sea, que pensemos que solo lo comunitario es importante y lo de la industria, del negocio, no lo es, porque emergen posibilidades desde todos los espacios y desde la industria o el negocio pueden suceder cosas hermosísimas. O lo contrario, no podemos pedirles a los comunitarios que sean económicamente rentables, porque es probable que ya la rentabilidad social que eso genere sea suficiente”.

Juan Carlos Sánchez, Teatro Pablo Tobón

La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces

“Estuvimos cerrados, por condición de pandemia, un año y tres meses. Luego fuimos haciendo aperturas controladas, empezamos de 200, 250, 500, según nos fueron dando autorización hasta tener nuevamente la capacidad. Hemos sentido que ha venido mejorando la normalización del consumo cultural, vamos sintiendo el avance. Se están viendo un poco más las personas, vemos que hay muchas compañías artísticas nacionales alzando la mano y queriendo circular, hay un ambiente de negociación, ya no está tan mediado todo por el tema del pago y la contratación, sino que se encuentran posibilidades para traer danza, música, teatro, comedia y otros ejercicios multidisciplinares que quieren estar en Medellín. Nos gustaría que hubiese un diálogo mucho más profundo, más potente, entre el empresariado antioqueño y el gobierno de la ciudad y el del departamento. Podría mejorar mucho ese diálogo y permitir que haya una disculpa muy bella y poderosa que encuentren en el quehacer de los artistas y los sectores culturales una posibilidad de unir más a esta región, de unir a la ciudad y de bajarle la intensidad a temas de polarización política que vivimos hoy. Que podamos desde el arte provocar espacios de conversación, de civilidad, de respeto, de argumentación, conservando las posturas y las diferencias, que es en donde encontramos nuestra mayor riqueza, en ser diferente”.

Yacqueline Salazar, Teatro Ateneo Porfirio Barba Jacob

La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces

“La ciudad vive una consolidación del ecosistema teatral gracias a la existencia de más de 80 agrupaciones profesionales del Teatro conformadas por egresadas y egresados de la Facultad de Artes de la U. de A. de la extinta Epa y también de la Escuela Superior Tecnológica Débora Arango, de la Academia del Pequeño Teatro y de otras escuelas que existen en la ciudad. Con el sector público, afortunadamente, tanto el Ministerio de Cultura como la Secretaría de Cultura mantuvieron los programas aún en tiempo de pandemia. Esto permitió tener un mínimo vital de trabajo. En el caso de la Secretaría de Cultura fueron fundamentales las convocatorias especiales de Ley de Espectáculos Públicos para apoyo a proyectos de producción, formación y circulación que generaron recursos nuevos para nuestras entidades para solventar un poco el duro impacto que nos impedía recibir recursos privados y de servicios que no se podían prestar”.

Juliana Acosta, Ballet Metropolitano

La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces

“Somos una entidad completamente privada, desde antes de la pandemia. Tenemos una escuela y una compañía. La escuela tiene 12 años, la compañía tiene 3. Al momento de la pandemia sufrimos muchísimos cambios. Sabemos que la bolsa que se entrega desde el recurso público disminuyó vertiginosa y dramáticamente, no solamente por una atención a una pandemia, sino también por lineamientos públicos por cambio de administración en la distribución del recurso a través de convocatorias. No solo bajaron los ingresos sino las posibilidades de presentarse, los ingresos por ese lado disminuyeron en más de un 25 %. Las fundaciones nos continuaron apoyando, a ellas les debemos principalmente, después de la empresa privada, haber podido pasar la pandemia. Las fundaciones continuaron apostando por la cultura y también tuvimos aliados muy valiosos, por ejemplo, Comfama que nos prestó su Bodega cuando no teníamos sede física”.

María Catalina Prieto, Filarmed

La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces

“Todos los años la Orquesta tiene el reto de gestionar los recursos para su sostenimiento, comenzando prácticamente desde cero. En los últimos años se ha cubierto un déficit que se arrastraba, de manera que este año es exigente, pero esperamos mantenerlo en cifras negras. Los aportes del sector público se han mantenido, y la venta de actividades y patrocinios ha tenido un incremento. Los ingresos vienen de proyectos que se presentan al Ministerio de Cultura y la Secretaría de Cultura de Medellín, de patrocinio de actividades por parte de empresas, venta de conciertos, aportes de fundaciones, donaciones y recursos de cooperación internacional. La orquesta ganó un premio de Innovación mundial en la música sinfónica. Es un reconocimiento importante a un modelo de gestión que se ha centrado en acercarse a las comunidades y entender que una orquesta debe tener además de la calidad artística un compromiso de pertinencia para ser un agente de cambio social”.

María del Rosario Escobar, Museo de Antioquia

La cultura en Medellín no está bien: diagnóstico en varias voces

“En términos de sostenibilidad, estamos en medio de dos tensiones, hay una necesidad de reactivación muy fuerte, de regresar al Museo de 2019 en términos espaciales y de equipo de trabajo; pero en términos de realización de proyectos, de obtención de recursos, aún no estamos allí. Asistían entre 700 y 800 personas diarias, y de esa cantidad más de la mitad pagaba la entrada. Hoy hay días en los que volvemos a esas cifras, incluso superarlas, pero son picos, porque la generalidad está por la mitad del flujo de público que teníamos antes. Por supuesto, las políticas de la alcaldía de Medellín, con relación a lo que ellos llaman hoy Públicos dinámicos, transforman el dinamismo del punto de sostenibilidad, porque tiene que ver con la taquilla, con el flujo de público y con la entrada de recursos en ciertos momentos del año. Hemos pasado un primer semestre muy atípico, hace muchísimo tiempo el Museo no vivía unos meses así, en los que hemos estado principalmente con recursos propios y proyectos. Tal vez por eso sentimos que no nos restablecemos a ese punto previo a la pandemia”.

El empleo que buscas
está a un clic
Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD