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Cuadro de una ausencia: una obra que trae al presente los ausentes

Esta obra de teatro y marionetas se estará presentando el 9 y 10 de noviembre a las 8:00 de la noche en el Teatro Casa Clown.

  • Los actores con las marionetas híbridas a través de las que dan vida a los desparecidos en la obra Cuadro de una Ausencia. Foto Andrés Felipe Muñoz Escobar.
    Los actores con las marionetas híbridas a través de las que dan vida a los desparecidos en la obra Cuadro de una Ausencia. Foto Andrés Felipe Muñoz Escobar.
06 de noviembre de 2023
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Los desaparecidos nunca se mueren del todo. Vuelven, como dice Rubén Blades, cada vez que los trae el pensamiento. Por eso, aunque no se sabe dónde están, parecen estar en todas partes, pues su vida sin su cuerpo, está siempre con quienes los recuerdan y les hablan, como dice también Blades, con la emoción apretando por dentro.

Eso es justamente lo que retrata ‘Cuadro de una Ausencia’, la primera obra —como dramaturga y directora— de Ana María Puerta. Las formas de tramitar la ausencia y reconstruir la presencia a partir del recuerdo, y como en ese proceso las madres que buscan a sus hijos e hijas también se van encontrando a sí mismas, y a otras como ellas, que también buscan, y al Estado, también ausente por negligente.

La obra se construyó a partir de una investigación sobre el Departamento de Seguridad y Control, un organismo conformado por civiles, pero con autoridad policiva, creado por el Concejo de Envigado en 1984, pero que resultó siendo “el más temerario escuadrón de seguridad privada del capo del cartel de Medellín” según señala un artículo de El Tiempo de 1991. A ese escuadrón se le atribuyen alrededor de 400 muertos y una crueldad extrema.

Ana se basó en esas historias, pero el guión se nutre también con las historias de otras madres que conoce y que acompañó en la búsqueda de sus hijos, y con su experiencia y la de cada uno de los actores, porque aunque el Departamento de Seguridad y Control se disolvió por decreto en 1990, la violencia siguió.

“Yo siempre me he sentido como hija de la violencia. Siempre me ha atravesado. Es que por más distante que te creas, por el nivel de guerra y conflicto que ha tenido este lugar, la violencia siempre está cerca. En mí siempre ha estado la necesidad y el interés de hablar de eso, de lo que me dolía, porque me dolía mucho, porque necesito tramitar el dolor y porque siempre me he sentido parte de la necesidad de pensarse otras posibilidades de vida”, dice Ana María.

La obra parte de su dolor, pero también de su compromiso. Es una forma de acción porque acerca la violencia al espectador, y no solo la violencia que es la muerte –el homicidio y la desaparición forzada–, sino otras formas de violencia más íntimas y cotidianas. Así, la violencia se presenta en toda su complejidad y en tantas de sus formas, para que los espectadores puedan encontrarse a sí mismo entre los actores y pensar a partir de su propia experiencia.

“A mí me trama mucho como la posibilidad de que lo que yo te entregué a ti, tú lo entiendas desde tu lugar (...) Es que también ahí pasan otras cosas y hay otros dramas, y se amplían un montón los referentes y los lugares de aprendizaje para poder encontrar una narrativa que realmente llegue a más personas”, dice Ana María.

En la obra, que se estrenó en agosto, los actores representan al ausente y al presente, cada uno es una madre y cada madre es a la vez un hijo, porque en esta obra el ausente vuelve al presente a través de marionetas híbridas, una técnica que Ana María aprendió de Natacha Belova.

Y en ese círculo de hijos que son madres y madres que son hijos, se reconstruye no sólo la presencia del desaparecido, sino la figura de las madres que han sido víctimas, pero que son mucho más que eso. Y en ese círculo caben todos, porque todo hijo tiene una madre, y todo padre es también un hijo.

“Lo importante no es lo que hacemos de nosotros, sino lo que hacemos nosotros mismos con lo que hicieron de nosotros”, escribió Jean Paul Sartre en su libro San Genet, comediante y mártir. De eso se trata, de hacer algo con la violencia que nos constituye. Es, pues, una obra de todos y para todos.

Si quiere saber más de la obra y las marionetas, entre aquí.

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