Una de las conclusiones que salta a la vista al ver los nombres de los ganadores de los Globo de Oro 2024 fue que la industria del cine ha acogido plenamente las narrativas y las estéticas queer. Al menos eso se colige con la inclusión en las categorías principales –Mejor película, Mejor director, Mejor guion– de La sustancia, Cónclave y Emilia Pérez, filmes que abordan sin complejos los temas de las fronteras de los sexos y de los géneros. Aunque todas han cosechado los aplausos de la crítica y el respaldo del público, Emilia Pérez –que obtuvo cuatro Globos de Oro– ha sido criticada con vehemencia por ciertos sectores de la sociedad mexicana.
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Visto en detalle no asombra que la historia de un narco que cambia de vida y de sexo haya despertado la suspicacia de los mexicanos. Primero, porque el filme dirigido por el francés Jacques Audiard tiene un reparto compuesto en su mayoría por actores y actrices extranjeros. Incluso, buena parte de la cinta, según ha informado la prensa internacional, se filmó en locaciones fuera del país azteca. Esto ha molestado sobremanera a los mexicanos, que se precian de una tradición cinematográfica de primer nivel. Ese reparo nacionalista lo sintetizó el actor Eugenio Derbez al cuestionar la actuación de Selena Gómez, una actriz con ancestros mexicanos pero cuya lengua natal es el inglés. “Indefendible”, calificó el actor la pronunciación de la también cantante. Luego se retractaría de sus comentarios, movido por la oleada de indignación de las redes sociales. Sin embargo, abrió una puerta que todavía los medios noticiosos mexicanos no cierran.
El segundo aspecto que ha molestado a los comentaristas mexicanos es el tratamiento que el filme le da al delicado tema de los muertos por la violencia del narcotráfico. Al respecto las declaraciones de Audiard ha sido leña para la hoguera al reconocer que no conoce a profundidad las consecuencias del narco en la sociedad mexicana. En este punto se abre un debate sobre los vínculos de las obras de arte con la realidad. ¿Hasta qué punto una película debe reflejar lo que pasa en el mundo con el rigor del periodismo o de la ciencia? “No creo que Emilia Pérez pase por el realismo. Pero por supuesto que, en un fenómeno con tantas víctimas como el narcotráfico, cuando una obra de ficción les hace sentir que el tema por el que un país ha sufrido tanto, se banaliza, hay gente que se enoja, y con razón. Lo mismo pasó cuando Arturo Pérez-Reverte escribió La reina del sur”, le dijo a EL COLOMBIANO el crítico de cine Samuel Castro, que no verá el filme hasta que llegue a cines. En Colombia la película se estrenará el 23 de enero.
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La protagonista trans
Otro de los ingredientes que han alimentado la curiosidad de los medios noticiosos y de los internautas sobre Emilia Pérez ha sido, sin duda, su protagonista, Karla Sofía Gascón. Nacida en 1972 en Alcobendas, Gascón comenzó su trayectoria profesional con el nombre de Carlos, al participar en las series El súper, El pasado es mañana y Calle nueva.
Su carrera dio un salto cuando emigró a México, donde trabajó en Corazón salvaje, y El señor de los cielos. Según la BBC, su transición a mujer comenzó en 2018 en un hospital de Madrid. Está casada con Marisa Gutiérrez, que la ha acompañado a algunas alfombras rojas, y con quien tiene una hija de catorce años.