¡Plop! La onomatopeya de la sorpresa. Esa palabra que acompañada de una voltereta se convirtió en el sello personal de Condorito y sus ocurrencias.
El pajarraco amigo de todos (menos de Pepe Cortisona), luego de pasar 68 años en los periódicos y revistas de 13 países de América y el mundo, llega al cine por primera vez en Condorito: la película, cinta que se estrena este jueves en Colombia.
Sin embargo, antes de llegar a la pantalla grande, la creación del chileno René Ríos Boettiger (Pepo) inició su vida en el papel, más exactamente en la revista chilena Okey del 6 de agosto de 1949.
Quién en Condorito
En su primera aventura, Condorito se roba una gallina, pero luego se arrepiente y se entrega a la policía, quien lo encarcela. Aunque, entre rejas, el pajarraco se arrepiente de nuevo e imagina a los agentes comiéndose la gallina que se robó.
Una historieta que empezó a mostrar la personalidad del personaje: pícaro, humilde, alegre y honrado como el Hocicón, el diario pobre de Pelotillehue, ciudad en la que viven Condorito y sus amigos, a los que siempre está dispuesto a ayudar.
“Condorito es la suma de muchas personalidades. Expresa cómo es el latinoamericano de a pie, recursivo, siempre con una sonrisa. Ha sido futbolista, piloto, abogado, doctor y mendigo. Una suma de comportamientos que con su lenguaje sencillo le llega a todo el mundo”, opina Orlando Morales, maestro de artes plásticas y director de la Muestra Mundial de Caricatura del Valle de Aburrá.
Dice la historia que Pepo creó al personaje como respuesta a la interpretación que Walt Disney realizó de Chile en la película Saludos Amigos (1942) donde el país austral es representado por un avión de nombre Pedrito.
Pepo, no a gusto con esa representación, decidió tomar al cóndor de los Andes, ponerle forma de humano y convertirlo en representante de su país en el mundo de las tiras cómicas.
Además, no contento con ello, creó a sus amigos Don Chuma, Huevo Duro, Comegato, Cabellos de Ángel, Garganta de Lata, Ungenio González, el irritable Cortisona, Fonola, Che Copete, su amada Yayita y sus molestos suegros: doña Tremebunda y don Cuasimodo, entre otros como su sobrino Coné, su único familiar.
Muchos de ellos inspirados en amigos de Pepo y todos con personalidades diferentes, enemigos de Buenas Peras y ciudadanos de Pelotillehue, aquella ciudad por la que transitan ovnis, salen cocodrilos de la alcantarilla y camina un sonámbulo que a pesar de su condición nunca ha sufrido un accidente.
Su importancia
El pajarraco es inspiración para los historietistas latinoamericanos en diferentes facetas. Sus cómics, a diferencia de otros de esta parte del mundo, se alejan de la crítica política y social, y se centran en la vida cotidiana, en lo que le puede pasar a un ciudadano del común.
Es referente de la combinación del humor y la buena narración de los cómics, como lo cree Emerson Gaviria, ilustrador y fundador de la Escuela de Caricatura de Medellín.
“Pepo tiene una línea excelente de dibujo, el manejo de la tinta y un trazo muy suelto que para mí es inspirador. El trabajo gráfico en personajes es muy bueno, eso sin contar los backgrounds (fondos) que son muy elaborados y vivos. En ellos siempre pasaban cosas que uno debía encontrar”, dice el ilustrador.
A pesar de que algunos prefieran el antiguo Condorito y otros lo vean como si nunca le hubieran pasado los años, el pajarraco de camisa roja y pantalón negro sigue echando para atrás a quienes leen sus ocurrencias. Y ahora lo hará en la pantalla grande.