¿Oppenheimer —desde ya la película más aclamada del año por la crítica sin completar su primera semana de estreno— no se puede ver completa en Colombia? La explicación es técnica y tiene mucho que ver con la genialidad de su director. Christopher Nolan es un cineasta consagrado con una predilección por la gran pantalla, eso es obvio, pero las pantallas en las salas de cine son diferentes.
Oppenheimer, basada en el libro ganador del Premio Pulitzer en 2006, American Prometheus, de Kai Bird y Martin J. Sherwin (recién lanzado en Colombia por la editorial Debate), se firmó en el formato prodigio del cine: una combinación de IMAX 65 mm y Panavision 65 mm, para ser proyectada en 70 mm, que incluye, por primera vez, secciones en fotografía analógica en blanco y negro IMAX. Para Nolan, según dijo en entrevista a AP, la “mejor experiencia posible” para ver Oppenheimer en los cines son las presentaciones de películas IMAX de 70 mm, algo muy escaso en el mundo.
Cuando se presentan en IMAX de 70 mm, las secuencias filmadas en IMAX se imprimen con calidad total en su formato nativo: el formato de imágenes de mayor calidad jamás diseñado, que ofrece diez veces la resolución de los formatos estándar y llena las pantallas IMAX gigantes de arriba a abajo
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Para dimensionar estos tecnicismos primero hay que entender, o al menos tratar de comprender, la excelencia de Nolan, quien ha estado grabando con cámaras IMAX desde The Dark Knight, su gran cinta de Batman. Las películas de Nolan, incluidas Tenet, Dunkerque Interstellar, El orígen (Inception) y la trilogía del Caballero Oscuro, han recaudado más de $ 5.000 millones en la taquilla mundial y han recibido 11 premios Óscar y 36 nominaciones, incluidas dos nominaciones a Mejor Película.
Para el director, el uso de IMAX permite resaltar la gran escala de la narrativa y transportar a la audiencia a los lugares donde se formó la historia sobre el proyecto Manhattan y la invención de la bomba atómica. Así, ver Oppenheimer en IMAX 70 mm permite a los espectadores participar virtualmente en diálogos cruciales con científicos, aumentando la inmersión general y la profundidad de la historia.
Tanto el libro como la película siguen una historia fascinante: Robert Oppenheimer, el físico teórico de origen judío conocido como el “padre de la bomba atómica”, quien se destacó dentro del Proyecto Manhattan, que buscaba desarrollar la bomba atómica, un arma sin precedentes y que cambiaría la historia de la humanidad.
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“La carrera por construir una bomba atómica estadounidense antes de que la Alemania nazi pudiera hacerse con una es, por derecho propio, un drama complicado y existencial de primer orden”, escribió John Mecklin, editor jefe del Bulletin of the Atomic Scientists, al entrevistar a Nolan, quien reconoció que la producción “fue interesante por todo lo que se cuenta en American Prometheus, en primer lugar, un brillante registro de la vida de Oppenheimer y la interpretación de su vida”.
Nolan llevaba años con el proyecto en la mente. Según ha contado en entrevistas, era un adolescente en los 80 en Inglaterra, en plena Campaña para el Desarme Nuclear, la Greenham Common. “La amenaza de una guerra nuclear era el mayor miedo que todos teníamos”, ha reconocido.
Cuando Nolan terminó su película Tenet (2020), en la que el protagonista debe salvar al mundo y evitar la Tercera Guerra, un thriller de espías y viajes en el tiempo, el actor Robert Pattinson le regaló un libro de discursos de Oppenheimer.
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Supo entonces que, a lo largo de las décadas, nos las hemos arreglado para disfrazar la historia de la primera amenaza realmente existencial para la vida en la Tierra con todo tipo de declaraciones políticas, debates filosóficos y todo lo demás. Y ahí reafirmó su impronta: “No hago películas para enviar un mensaje, la hice porque es una historia fascinante”.
Nolan, aclamado y con la reputación de ser uno de los mejores cineastas de la actualidad, es excelso e ingenioso, como sus obras: cada copia de Oppenheimer mide casi 18 kilómetros y pesa unos 270 kilogramos. Las salas de cine IMAX con proyección de película de 15 perforaciones/70 mm combinan las imágenes más brillantes y claras con una resolución 10 veces mayor que los formatos de proyección estándar, con un potente sonido digital alineado con láser y una geometría de sala personalizada para crear la experiencia cinematográfica más inmersiva del mundo, reseña el sitio de la película.
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“La nitidez, la claridad y la profundidad de la imagen no tienen comparación. Lo principal, para mí, es que al filmar en una película IMAX de 70 mm, realmente logras que la pantalla desaparezca. Tienes una sensación de 3D sin usar gafas. Tienes una pantalla enorme y estás llenando la visión periférica de la audiencia. Los sumerges en el mundo de la película”, aseguró Nolan a AP.
El director sugiere ver la película en IMAX 70 mm. Esto significa que hay pocas salas en el mundo en las que Oppenheimer podrá verse en el formato más óptimo, según él (en cuanto a la proyección en la pantalla, no en la duración).
¿Por qué? La película fue grabada con cámaras IMAX MKIII, KMIV y MSM 9802, y Panavision Panaflex de 65 milímetros con lentes Sphero 65 y Hasselblad, lo que da como resultado una proporción de 1:43:1. Entonces, solo en los cines IMAX las secuencias filmadas con cámaras de cine IMAX se expandirán para llenar toda la pantalla.
Solo unas 30 salas de todo el mundo tienen la capacidad para cargar Oppenheimer: 19 cines en Estados Unidos, seis en Canadá, tres en Reino Unido, uno Australia y uno en República Checa, que están optimizadas para las secuencias rodadas con cámaras IMAX se proyecten o expandan hasta el 1.43:1 de relación de aspecto.
La claridad, el detalle y el tamaño hacen que IMAX sea para los cinéfilos el oro del cine. El proceso de remasterización transforma cada fotograma de una película para producir la mejor versión posible de la visión de un cineasta. Hay dos proyectores que funcionan simultáneamente para proporcionar una imagen perfecta con un equilibrio de calidez y nitidez. “Es el patrón modelo”, como dice Nolan.
Las cámaras IMAX han superado los límites de la ingeniería y son conocidas en toda la industria como las mejores herramientas de filmación de alta calidad disponibles en la actualidad. Por eso, si va o ya fue a un cine IMAX para ver Oppenheimer, seguramente no sea una proyección en 70 milímetros, sino una proyección digital. En Colombia solo hay un par de salas como estas últimas.
¿Cómo entenderlo? Dicen los cinéfilos que comparar IMAX de 70 milímetros con IMAX digital es como comparar un rayo con una luciérnaga.
“Hay una táctica favorita de los ejecutivos de los estudios que es decir, bueno, al final del día, ¿no se trata solo de la historia? A lo que respondes, pues no, de lo contrario estaríamos distribuyendo audiolibros o radioteatros. En última instancia, no se trata solo de la historia. Se trata de la imagen en movimiento, se trata de la narración cinematográfica, y las mejores películas realizadas solo pueden ser películas”, aseguró Nolan.
¿Dónde ver Oppenheimer en sala IMAX digital de Colombia?
La película se puede ver en dos salas de Cine Colombia: en el centro comercial Nuestro Bogotá, en la capital, y en el Centro Comercial Viva Envigado. También en Cinemas Procinal del centro comercial Plaza de las Américas, además en Cinepolis en Limonar Cali.
El lanzamiento en salas de Barbie y Oppenheimer, dos de las películas más esperadas del año, marcó en Colombia el segundo mejor fin de semana de estreno para los cines del país en la historia. En mundos opuestos, ambas producciones se han alimentado una a la otra del marketing y la publicidad orgánica (ayudó un poco que hayan compartido la misma fecha de estreno mundial): en los cuatro días, desde el jueves 20 al domingo 23 de julio 2023, asistieron 1.826.509 espectadores.
